Foxconn, Apple y los confinamientos
Los trabajadores de la mayor fábrica de iPhone de Apple en China tienen la oportunidad de conseguir el mayor pago a corto plazo de la historia de Foxconn (ver pág. 14). Apenas unas semanas después de que el grupo taiwanés ofreciera incentivos para contratar a trabajadores, les ofrece incentivos para que se vayan.
La frase “aumento de los costes laborales” no alcanza a describir los retos a los que se enfrentan el fabricante de dispositivos, el fabricante subcontratado y sus rivales en Oriente y Occidente.
Los trabajadores que protestaban por los confinamientos en el mayor campus de Foxconn se enfrentaron con violencia a la policía el miércoles. Su enfado reflejaba un descontento más generalizado por la incapacidad del Gobierno para vencer al coronavirus en China, la fábrica del mundo.
Hon Hai, el nombre bajo el que cotiza Foxconn en Taiwán, ofrece 10.000 yuanes (1.300 euros) a los que abandonen voluntariamente la empresa. Los llamados “subsidios de asistencia”, valen más que el salario típico de un mes a tiempo completo. El dinero tiene como fin la salida de los empleados descontentos con la exigencia de Foxconn de que vivan en sus instalaciones.
¿Y ahora qué? Menos problemas pero menos trabajadores, seguramente. La plantilla ya era corta. Foxconn ha tenido tiempo más que suficiente para resolver ese problema invirtiendo en el montaje automatizado de dispositivos. En lugar de ello, ha gastado miles de millones en actividades secundarias en industrias que requieren mucho capital, como la fabricación de chips y coches eléctricos.
El mayor problema es la política de Covid cero de Pekín de estrictos confinamientos. Esto no cambia los argumentos a medio plazo para invertir en Apple o Hon Hai. Sus flujos de caja constantes les han protegido de lo peor de las ventas de valores tecnológicos este año. Pero los confinamientos seguirán afectando a la industria china durante los próximos meses.