La gestión de los salarios atrae el foco en el contexto de la inflación
ECONOMÍA/ Aunque la inflación ha dado un respiro a los españoles, el incremento de los precios sigue mermando el poder de compra de los trabajadores, dando lugar a un marco difícil para la negociación colectiva.
El escenario de alta inflación y bajo crecimiento dibuja un panorama complicado para las compañías, unido a un riesgo de contracción económica aún latente de cara al próximo invierno. Junto con el fuerte incremento en los costes de la energía y las materias primas, la situación se traduce en gastos extra y una barrera a la actividad. Al mismo tiempo, el euro se ha depreciado frente al dólar, encareciendo las importaciones.
A este cúmulo de circunstancias hay que sumar la subida de los tipos de interés, que ha llegado poco después de que las empresas se vieran obligadas a elevar sus niveles de endeudamiento debido a la pandemia, tras realizar un importante esfuerzo para mantener a sus plantillas en un bache que debía ser pasajero. La pérdida de recursos propios y de solvencia, junto con el cambio en las condiciones del entorno, coloca a las organizaciones en una posición de incertidumbre y vulnerabilidad financiera.
Efectos
Aunque la inflación ha mostrado síntomas de moderación en su ritmo de crecimiento en los últimos tres meses, la escalada de los precios sigue muy por encima del avance de los salarios. La situación lleva a los trabajadores a reclamar una lógica subida salarial, ante un incremento del IPC que provoca la pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, esta subida podría generar una mayor presión inflacionista, dando lugar a un peligroso bucle.
“En este contexto tan incierto, hay que poner el foco en evitar una espiral inflacionista. La clave para ello es desvincular los salarios de los precios: la economía española debería desindexarse”, apuntó Gregorio Izquierdo Llanes, director general del IEE (Instituto de Estudios Económicos), durante el encuentro Inflación y salarios, organizado por EXPANSIÓN y KPMG.
Se trata de un riesgo sobre el que también viene advirtiendo la CEOE, que la semana pasada incidió en la impor
GREGORIO IZQUIERDO Director general del IEE (Instituto de Estudios Económicos) tancia de evitar que el aumento de los precios y salarios “se retroalimenten entre sí” para sortear efectos de segunda ronda que “lleven a una espiral inflacionista”. Si ocurriese esto, una inflación disparada tendría un impacto negativo sobre el empleo y supondría un freno para la inversión.
En este sentido, “proteger el empleo tiene que ser la principal prioridad en este escenario de crisis, porque es lo que permite que las familias resistan. Se debe evitar cualquier tipo de política o medida que pueda comprometer el empleo a futuro”, recalcó Gregorio Izquierdo, que añadió que gestionar de forma adecuada esta crisis será esencial para evitar que se prolongue en el tiempo.
Además de que España sigue a la cabeza de los países
JOSÉ CUÉLLAR Responsable de Relaciones Laborales de Coca-Cola Europacific Partners Iberia con mayor tasa de desempleo en Europa, el director general del IEE alertó sobre el desplome de la productividad, como variable de equilibrio de referencia entre trabajadores y empresas, que ha caído más del 4% desde antes de la pandemia. Ante este contexto, “es fundamental que se introduzca el concepto variable en las remuneraciones, que hace posible incorporar parámetros objetivos y flexibilidad en un momento de incertidumbre”, consideró Izquierdo.
Negociación
No obstante, el punto de partida no es el mismo en todos los ámbitos. “En algunos sectores, nos encontramos con realidades muy complejas de gestionar porque ya se provenía de una congelación salarial durante los últimos
MARTA BRETOS Directora de Gestión de Talento de Prisa Media años”, explicó Marta Bretos Serrano, directora de Gestión de Talento de Prisa Media. La visión de la compañía de cerrar subidas en el entorno del 3% choca con las reivindicaciones de aproximar el incremento al IPC, como señaló Bretos: “Hay demasiada incertidumbre, que hace que las reglas del juego sean muy volátiles. Es el momento de mayor complejidad que recordamos en la negociación colectiva”.
En la misma línea, “el principal riesgo de cara al próximo año es que se den pasos atrás en lo conseguido en materia de relaciones laborales. Evitarlo es, en cierto modo, una responsabilidad de todos los agentes que estamos implicados”, indicó José Cuéllar Montalbán, responsable de Relaciones Laborales de Coca
JAVIER HERVÁS Socio responsable del área Laboral de KPMG Abogados
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La situación que atraviesa la compañía debe formar parte del debate en la negociación colectiva”
Cola Europacific Partners Iberia. Frente a la tentación de dejarse llevar por un escenario pasajero, Cuéllar planteó que “las soluciones pasan por contextualizar la situación y alcanzar un equilibrio entre empleo y realidad salarial”.
Javier Hervás, socio responsable del área Laboral de KPMG Abogados, advirtió que “cualquier negociación que gire en torno al salario puntual puede hacer que se pierda la perspectiva de la situación que atraviesa la compañía, algo que debe formar parte del debate”. Con el fin de que la conversación vaya más allá de esto, Hervás destacó que “ahora se abre la oportunidad para abrir la negociación hacia periodos de tiempo más largos y buscar elementos de solidez en un momento de volatilidad e incertidumbre”.
Ante esta falta de una visión más amplia, Javier Hervás sugirió que “la negociación sectorial puede tener un papel importante para tratar de forma conjunta problemáticas que son compartidas por todas las compañías”. De hecho, la reforma laboral estableció una primacía del convenio colectivo sectorial sobre el de empresa en materia salarial.
Sin embargo, Marta Bretos Serrano matizó que “en el ámbito sectorial cambian los actores que forman parte de la negociación. Eso provoca que haya una mayor distancia entre quienes representan a ambas partes”. De este modo, puede incurrir en un profundo desconocimiento sobre las particularidades en el seno de las compañías.
José Cuéllar Montalbán coincidió en que “cuanto más alejada se encuentra la negociación de la empresa, más tiende a politizarse y más se aleja de la realidad”. Como concluyeron los expertos, el debate debe tener en cuenta las circunstancias de cada empresa y el escenario macroeconómico.