Los mercados descuentan un cambio suave en Inglaterra
HIPOTÉTICO GOBIERNO LABORISTA/ Las elecciones trasladan a agosto un posible recorte de tipos y aplazan la venta del 27% que el Estado tiene en NatWest.
Un ejecutivo español con larga trayectoria en la City explicaba ayer que la victoria de los laboristas en las próximas elecciones del 4 de julio en Reino Unido no preocupa porque los cambios que proponen respecto de los 14 años de gobiernos tories son pequeños. Al menos, por lo que se conoce hasta ahora. Los mercados reaccionaron con un descenso del 0,37% del FTSE 100, el índice de referencia de la Bolsa de Londres, mientras que la libra sufrió variaciones casi imperceptibles frente al dólar y el euro.
ING publicó ayer un informe en el que daba cinco razones por las que estas “elecciones generarán menos volatilidad en los mercados”, que parecen más “relajados”.
La principal se refiere a la distancia de 20 puntos de los laboristas, que deja poco margen a la sorpresa, con un Keir Starmer que jugará “a la defensiva”.
El primer ministro, causó cierta perplejidad en Westminster por el adelanto electoral, pero lo único que ha variado para los inversores es la fecha de cuándo se producirá un cambio en Downing Street que tienen asumido.
En segundo lugar, a diferencia de 2019, cuando se convirtió en una cuestión central, el Brexit está fuera de la agenda. James Smith, economista de ING para mercados desarrollados, añade que ninguno de los dos partidos “promete un cambio radical en la política fiscal”.
La desastrosa aventura en la que se embarcó Liz Truss en 2022 recortando impuestos sin garantizar ingresos está muy presente y los dos principales partidos se han comprometido con la consolidación fiscal, “lo cual no significa que no vaya a haber que tomar decisiones que pueden ser duras”, que, en todo caso, ya están “contempladas en los análisis”. El banco no espera que la prima de riesgo de la deuda británica (gilt) suba.
A todo ello se añaden dos elementos más: las elecciones, según ING, no modificarán la política del Banco de Inglaterra y otro elemento de posible incertidumbre como es la hipotética celebración de un segundo referéndum de independencia en Escocia parece descartado.
“Un Gobierno laborista no se considera un escenario de riesgo y, de hecho, los inversores parecen apoyar la idea”, explicó ayer Roman Ziruk, analista sénior de mercados en la firma de servicios financieros Ebury.
Los analistas de HSBC ponen el acento en los “importantes retos” que afrontará el futuro gobierno británico y suponen que se subirán impuestos.
ING descarta las sorpresas en las elecciones, por lo que no hay reacción de en los mercados
Estándares europeos
“La presión fiscal es elevada en términos históricos, pero no para los estándares” europeos, deice la economista de HSBC, Elisabeth Martins, que ve inevitable una subida de impuestos en un contexto de endeudamiento del 98% del PIB y tipos de interés en el 5,25%.
El banco británico apunta que las diferencias económicas son mucho menos importantes que en 2019, con el radical Jeremy Corbyn como candidato laborista entonces, pero recuerda que la ministra de Economía en la sombra, Rachel Reeves, reserva un papel mayor al Estado para estabilizar la economía, fomentar la inversión y establecer reformas. Además, sostiene que el Banco de Inglaterra comenzará en breve un descenso de los tipos que los llevará al entorno del 3%.
Ningún miembro del Banco de Inglaterra hará declaraciones esta campaña y es casi imposible que en su reunión de junio modifique los tipos: los analistas solo otorgan un 7% a esta posibilidad. Habrá que esperar a agosto.
Otra consecuencia será la interrupción del plan del Gobierno británico por desprenderse del aproximadamente 27% del capital que todavía conserva de NatWest cuando rescató al entonces Royal Bank of Scotland en 2008. “La venta no puede hacerse antes de las elecciones y no está claro qué hará un posible gobierno laborista”, explicaron ayer analistas de Peel Hunt.