Freixenet culmina su reorganización tras la entrada de Henkell
El grupo deja de producir en Castellblanch después de invertir 15 millones de euros en las instalaciones de la matriz.
Freixenet completa su proceso de reorganización cuatro años después de que la compañía alemana Henkell comprara el 50% del grupo español líder del sector del cava, en el que la familia Ferrer conserva el otro 50%.
Con unas ventas de 107 millones de botellas en 2021 entre cava (61%), vinos tranquilos (25%) y prosseco (14%), el último movimiento en el seno de la empresa con sede en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) tiene como protagonista a Castellblanch, hasta ahora una de sus filiales. Aunque la marca continúa operativa, Freixenet absorbió el pasado verano la sociedad Castellblanch, que cesará ahora la actividad de embotellado de cava en sus instalaciones, ubicadas en la misma localidad del Penedès. Su producción se transferirá a la planta de la propia Freixenet en cuanto esté terminada la primera fase de la inversión de 30 millones de euros anunciada en diciembre de 2021 por la compañía para aumentar en 35 millones de botellas al año su actual capacidad.
Pedro Ferrer, uno de los dos consejeros delegados del grupo, asegura que, mediante la mitad de la inversión total –es decir, 15 millones de euros– se ha instalado ya en Sant Sadurní una nueva línea de embotellado capaz de alcanzar 15.000 unidades por hora, que permitirá incorporar la producción de Castellblanch.
Ya sin actividad industrial, Freixenet utilizará las instalaciones de la marca como centro logístico para el almacenamiento de botellas y materiales, y como oficinas. Ferrer explica que el centenar de trabajadores de Castellblanch se están recolocando entre la propia matriz del grupo catalán y Segura Viudas, filial con sede en Torrelavit (Barcelona).
Esta última empresa es una de las cuatro que han sobrevivido al plan de simplificación societaria ejecutado por el grupo, junto con la propia Freixenet, Comercial Grupo Freixenet y Unió de Cellers (UCSA), la filial de vinos tranquilos.
En abril de 2021, Freixenet asumió directamente todo el negocio exterior, que hasta entonces desarrollaba Comercial Grupo Freixenet. Esta firma se concentra ahora en el mercado nacional, aunque tiene externalizada su fuerza de ventas mediante un acuerdo suscrito con Externalia.
Además, en las mismas fechas, Freixenet vendió cinco marcas –entre ellas, Conde de Caralt– y parte del negocio de vinos tranquilos en España a Cavas Hill, una empresa que estaba controlada al 100% por Henkell desde 2012 y en la que miembros de la familia Ferrer disponen ahora de la mayoría. “Teníamos muchas marcas y el vendedor no puede abarcarlo todo”, argumenta el consejero delegado.
El grupo se ha concentrado en menos marcas y queda integrado sólo por cuatro empresas