Control de riesgos con las subidas de los tipos
El Banco Central Europeo y la Reserva Federal norteamericana tratan de evaluar la eficacia así como los riesgos derivados de las agresivas subidas de los tipos de interés aprobadas desde verano para domeñar la espiral de precios. Las actas de las últimas reuniones de ambas instituciones reflejan una preocupación compartida por los efectos retardados de la normalización monetaria. Aunque Jerome Powell anticipó que el nivel que alcanzarán los tipos a medio plazo en EEUU será mayor a lo previsto inicialmente, la mayoría de los miembros de la Fed se decantan por templar en adelante el ritmo de las subidas de tipos. Más aún dado el margen de maniobra que ofrece el comienzo, al fin, de la moderación del alza de los precios en la primera economía del mundo. No sucede así en la zona euro, donde la inflación sigue batiendo récords cada mes. Sin embargo, la economía comunitaria es mucho más frágil que la norteamericana y vislumbra ya otra recesión. Por eso, el BCE optó en su última reunión, como alternativa a una subida más acelerada de los tipos o a la decisión de anticipar el final de las compras de deuda, por endurecer los costes de la financiación a la banca para desatascar el tapón que representa el exceso de liquidez en la zona euro para la correcta transmisión de la política monetaria. Sin embargo, las primeras devoluciones de los préstamos concedidos a las entidades financieras durante la pandemia no han sido demasiado elevadas. Las próximas ventanas para devolver esa liquidez darán la medida de hasta qué punto Fráncfort tendrá que endurecer su estrategia en los próximos meses.