Banco Santander y BBVA se adhieren al código de las hipotecas
CaixaBank, Banco Sabadell y Unicaja también se han adherido al nuevo código
Banco Santander y BBVA se adhieren de forma oficial al nuevo Código de Buenas Prácticas para ayudar a los hipotecados, según comunicaron ayer ambas entidades.
El consejo de administración de Banco Santander lo aprobó el martes, según confirmaron fuentes de la entidad a EXPANSIÓN, y el de BBVA lo hizo ayer. CaixaBank, Unicaja y Banco Sabadell anunciaron la semana pasada su adhesión y se prevé que el resto de entidades haga lo mismo antes de que finalice el año.
Solo un día después de que el Consejo de Ministros aprobara las medidas de alivio, la presidenta de la patronal bancaria, AEB, Alejandra Kindelán, anunciaba la “voluntad” de adherirse al acuerdo de las principales entidades de esta asociación, entre las que se encuentran Santander, BBVA, Bankinter y Sabadell. Según sus palabras, el acuerdo sobre las medidas hipotecarias es “muy importante” para el sector, que muestra “una vez más” el compromiso de la banca española “con las personas”, en especial con las que tienen “más dificultades para asumir la subida de los tipos de interés en las cuotas hipotecarias”.
La otra patronal bancaria, CECA, opta por la prudencia. “Las entidades están haciendo el cálculo del impacto en provisiones en función de las respectivas carteras hipotecarias. Cualquier decisión de adhesión ha de ir por los cauces de los órganos de gobierno”, señala.
Los bancos temen que el BCE no vea con buenos ojos la nueva forma contable
Dependiendo de la decisión del BCE, los bancos tendrán que hacer más o menos dotaciones
Temor al BCE
A pesar de que los bancos dicen estar satisfechos con el texto final publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), Javier Rodríguez Pellitero, reconoció ayer que no tienen la certeza de que el Banco Central Europeo (BCE) vaya a aceptar que los préstamos que se acojan a las medidas temporales pasen sólo a créditos en vigilancia especial (stage 2, en el argot financiero) y no a crédito dudoso (stage 3). Los bancos están interesados en que los préstamos no pasen a la categoría de dudosos porque les supondría realizar unas mayores provisiones. Pellitero defiende que hay “razones importantes” para no pasar a dudosos estos préstamos, como la temporalidad, la rigidez de la norma o que los hogares seguirán cumpliendo con los pagos una vez finalice el aplazamiento. “Pero efectivamente no hay una seguridad absoluta”, destacó el representante de la AEB durante su intervención en una mesa redonda organizada por la propia patronal en la que se puso en valor el nuevo plan de ayuda a los hipotecados vulnerables.
Los bancos esperan que el BCE sea flexible y entienda que los hogares que se acojan a este nuevo código lo hacen por un problema de liquidez temporal y no por un problema de solvencia –como sí ocurre con los créditos de familias vulnerables que sí se contabilizarán como marca el supervisor único–. Pero nada asegura que el acuerdo al que han llegado el Gobierno y la banca sea aceptado en Fráncfort.
La Autoridad Bancaria Europea (EBA) permitió durante la pandemia contabilizar las moratorias hipotecarias como créditos en vigilancia especial porque se entendía la excepcionalidad del momento y fue una medida que se tomó a nivel europeo. En este caso, los cambios solo se producen en España, por lo que existe el temor de que cuando los inspectores del BCE analicen los balances de los bancos no acepten la contabilidad realizada.
La regla contable IFRS 9, que entró en vigor en 2018, obliga a todas las entidades de crédito a pasar a crédito dudoso (stage 3) todos aquellos préstamos que lleven 90 días de impago y a créditos en vigilancia especial sólo los que se hayan retrasado 30 días.