Los economistas hunden en el 0,8% su previsión de PIB para 2023

MACROECONOMÍA/ El Consejo General de Economistas eleva hasta el 4,1% su estimación de crecimiento para 2022 pero reduce en una décima la de 2023. Ambas se sitúan en la franja baja de las estimaciones.

Cara y cruz en las estimaciones del Consejo General de Economistas (CGE) sobre la evolución de la economía española. La entidad actualizó ayer las previsiones macroeconómicas de su Observatorio Financiero, en el que aumentó en tres décimas su estimación de crecimiento del PIB de España para 2022, hasta el 4,1%, pero redujo en una décima la de 2023, situándola en el 0,8%.

Para explicar la mejora en la estimación de 2022 el CGE alude al incremento del PIB en el segundo trimestre del año (+1,5%) por encima de lo previsto y la leve subida del 0,2% en el tercero; y “el comportamiento positivo de la inflación en los últimos meses”, por debajo de lo esperado (6,8% para noviembre según el dato de IPC avanzado por el INE), lejos del 10,8% registrado en julio. Además, destaca también que el consumo “aún no se ha visto fuertemente afectado por esta contracción del poder adquisitivo” gracias al ahorro embalsado durante la pandemia y a las ayudas aplicadas para minorar la subida de los precios y de los tipos de interés. Otros factores positivos son el “buen comportamiento” del empleo, que incentiva la demanda interna; y las exportaciones, sobre las que el CGE resalta que “tampoco se están viendo perjudicadas a pesar de que nuestro principal mercado es Europa que, por otra parte, ya se está viendo afectado por la contracción de la economía”.

En cuanto a la rebaja de la estimación de 2023 en una décima, hasta el 0,8%, el CGE apunta a “una contracción de la demanda interna y de las exportaciones, sobre todo en el primer trimestre”, pese a que espera un aumento del consumo público. Así, pese a la moderación de la inflación, el CGE advierte que “aún se sitúa en unos niveles muy altos que hacen peligrar la viabilidad de muchas empresas, fundamentalmente las pymes”, y también apunta a “síntomas de estancamiento” en el empleo, por lo que estima que la tasa de paro cierre el presente ejercicio en torno al 12,7% para aumentar en 2023 hasta el 13,1%.

En cuanto al déficit público, el Observatorio del CGE mantiene su previsión para 2022 en el 4,6% y la de 2023 en el 4,5%, mientras que sitúa el nivel de deuda pública en el 113,9% al cierre de este año (2,1 puntos menos que en su estimación anterior) y que se eleve hasta el 114,3% en 2023.

En cualquier caso, al comparar las previsiones con las de otras entidades y organismos, las del CGE se sitúan entre las menos optimistas. Si bien el dato del 4,1% para 2022 no está muy lejos del 4,4% calculado por el Gobierno, es, junto a la de la Cámara de Comercio de España, la más baja de todas las estimaciones incluidas en el Panel de Funcas, frente al 4,7% previsto por la OCDE, el 4,6% de la Airef y CEOE, el 4,5% del Banco de España y Santander o el 4,4% de BBVA Research. En lo que respecta al 0,8% de 2023, la diferencia es mucho mayor frente al 2,1% previsto por el Ejecutivo, pero va en línea con el 0,7% estimado por Funcas, el 0,9% que maneja Standard & Poor’s, o el 0,6% de Goldman Sachs, y es inferior al avance del 1,3% actualizado por la OCDE la semana pasada, al 1,6% estimado por la Airef en octubre, al 1,5% del Banco de España y el 1% de BBVA Research y Santander.

CES

Por otra parte, ayer el Consejo Económico y Social (CES) presentó su Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral en la antesala de la jornada Perspectivas de la Economía Española. En el acto, Raymond Torres, consejero del CES y presidente de la Comisión

de Trabajo encargada del documento, descartó por el momento una recesión técnica, señalando que en el último trimestre de 2022 se registrará “un ligero crecimiento”, pero sin descartar que en los próximos trimestres pueda haber una evolución negativa. “La cuesta de enero puede ser una cuesta que dure tres meses”, afirmó en este sentido, recordando que otros países europeos ya han registrado tasas de crecimiento del PIB negativas, por lo que “no es imposible” que suceda lo mismo en el caso de España, aunque pidió “cautela” ante la gran incertidumbre que supone estar en un contexto de guerra. Una de las razones de este posible empeoramiento estaría, según Torres y en la misma línea de lo apuntado por el CGE, en que, si bien hasta ahora el consumo ha resistido a la alta inflación gracias al ahorro acumulado anteriormente, se observa un agotamiento de este desde el verano. A este respecto, Torres se refirió a una disminución de los depósitos bancarios en 10.000 millones en los últimos tres meses y a una reducción del 4,3% desde el primer trimestre de 2021 de la renta disponible de los hogares. Por su parte, el presidente del CES, Antón Costas, rechazó la idea de una próxima recesión, asegurando que la economía española “ha levantado el pie del acelerador pero no ha pisado el freno”.

El Consejo Económico y Social descarta la recesión pero ve una dura ‘cuesta de enero’