Garamendi arremete contra la reforma de las pensiones de Escrivá
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, afirmó ayer que no comparte ni “la premura” ni el modelo que propone el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para reformar el sistema de pensiones en España. Garamendi explicó que ahora “parece que hay premura de tiempo para aprobar lo que el ministro diga, pero el Gobierno citó a CEOE a una reunión el 12 de septiembre y a una segunda, para ayer”.
Tras mantener el segundo encuentro en una semana, el Ejecutivo citó de nuevo ayer a la patronal y a los sindicatos, para el próximo 12 de diciembre. Pero el presidente de la CEOE dijo que el modelo que propone Escrivá “no es sostenible y carga contra las empresas, a las que hace perder competitividad”.
Como adelantó EXPANSIÓN el pasado martes, la propuesta que ha hecho el Gobierno a la patronal y a los sindicatos, para la tercera fase de la reforma de las pensiones, establece desde 2027 hasta 2050 un incremento fijo del 30% en las bases máximas de cotización, para los sueldos más altos, mientras las pensiones más altas sólo crecerían un 3% de forma fija. Es decir, al margen del crecimiento que tengan ambas variables por la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC).
Los costes laborales
Los empresarios consideran que esta propuesta aumentaría notablemente los costes laborales de las empresas. Sobre todo “en los puestos de mayor cualificación por lo que frenaría la captación de talento”. Además, la patronal sostiene que “rompería el principio de contributividad” de las pensiones. Es decir, las bases de cotización crecerían 27 puntos más que la pensión máxima. Para los empresarios, el incremento de las bases de cotización en un 30% hasta 2050 “rompe el equilibrio intergeneracional”, porque el coste del ajuste de las pensiones “se cargaría” sobre las generaciones que entrarán en el mercado de trabajo, y quienes están ahora en la edad media del mercado laboral.
Los empresarios también rechazaron la propuesta de ampliar el periodo de cálculo de la pensión, desde los veinticinco a los 30 años. La opción es que el trabajador pueda escoger los veintiocho mejores años de cotización, y desechar los dos peores. Curiosamente, los empresarios consideran que esta propuesta “sería perjudicial para la mayoría de las pensiones”. El Gobierno opina que beneficiaría a las nuevas generaciones que entran en el mercado de trabajo.