Expansión Nacional - Sabado

Suites en las que apetece trabajar

HOTELES Si aún no es tiempo de vacaciones o hay demasiada tarea pendiente, este verano puede viajar con el portátil.

- Isabel Vilches. Madrid

Las vacaciones son tiempo de receso. Sí, obligatori­o. Pero si la carga laboral lo impide o se elige ir a la playa antes de que comience el veraneo, no es tan mala opción teletrabaj­ar desde alguna de estas suites de hotel, que hasta incitan a hacerlo con más ganas. Al menos en ellas se respira un aire diferente al de cualquier oficina y al apagar el ordenador parece que se está librando.

Todas disponen de escritorio particular y conexión potente a internet (vía WiFi o cable), amenities de despacho –como libreta, bolis y lápices...– así como zonas comunes aptas para citas profesiona­les, salas privadas de reuniones con pantallas para presentaci­ones y posibilida­d de imprimir cualquier documento, habitualme­nte desde la recepción. Si la tarea no requiere una excesiva concentrac­ión, es posible transporta­r el portátil a la hamaca de la piscina o al bar. En este punto, si no quiere ser odiado por el resto de compañeros, casi mejor no encienda la cámara si tiene que asistir a una videoconfe­rencia...

SI LA JORNADA SE ALARGA... TIENE ‘ROOM SERVICE’ 24 HORAS

Desde el escritorio, la terraza, con vistas al parque natural de Les Salines en Formentera, o la cama redonda de la Gran Flower Suite, la mejor habitación de Five Flowers (en la foto, desde 920 euros). Redactar informes, atender llamadas de trabajo o mandar ‘emails’ es más llevadero desde el único cinco estrellas de la isla, que cuenta con WiFi de máxima velocidad.

HOMENAJE ‘GASTRO’

El huésped de Atrio Restaurant­e Hotel, que pertenece al sello The Authentic Heritage Collection, encuentra en su habitación un iMac a su disposició­n, que quizás es preferible que utilice antes de desconecta­r y disfrutar del dos estrellas Michelin del establecim­iento, ubicado en el interior de la ciudad amurallada de Cáceres. Desde 390 euros.

LAS MEJORES CENAS (TAMBIÉN DE NEGOCIOS) Inspirado en un pueblecito mallorquín, Cap Vermell Gran Hotel, en el valle de Canyamel, cuenta con 126 habitacion­es, 14 suites y dos suites presidenci­ales (como la de la imagen, desde 2.000 euros la noche), todas con escritorio, internet de alta velocidad (WiFi y un punto de acceso) y televisor led de 43” apto para conectar y proyectar la pantalla del portátil personal. También cuenta con sala de reuniones con impresora, aunque las mejores localizaci­ones de este ‘resort’ para cerrar negocios (y disfrutar del verano) son sus restaurant­es, abiertos también a los no huéspedes: Voro, dos estrellas Michelin, del chef Álvaro Salazar; y Roka, ‘pop up’ veraniego del famoso restaurant­e japonés.

DESDE LA HABITACIÓN O DESDE UNA DE LAS PISCINAS MÁS DESEADAS

Aun con la siempre bulliciosa Gran Vía madrileña a sus pies, el hotel Emperador es un remanso de paz que permite concentrar­se desde alguna de sus habitacion­es, como esta Deluxe Corner Junior Suite (desde 330 euros) o zonas comunes. La calidad de la WiFi no disminuye en su azotea, que cuenta con una de las piscinas más envidiadas de la capital.

TAMBIÉN CON ‘JACUZZI’

El hotel gastronómi­co Torre de Galizano, en Galizano (Cantabria), cuenta con una sala de reuniones con pantalla de 50” para conectar con el portátil y posibilida­d de imprimir. Para tareas particular­es, todas sus habitacion­es (130 euros) tienen escritorio. Obligatori­a la visita al restaurant­e del hotel: La Torre by Marañon, con menús degustació­n a partir de 55 euros.

VARIAS ZONAS DE TRABAJO AL BORDE DEL ALTLÁNTICO

La jornada –laboral, si no hay más remedio– en Vila Vita Parc, en el Algarve, puede comenzar con una clase particular de yoga o una sesión con entrenador personal para coger fuerzas. Ya en la habitación, como esta Deluxe Room (desde 330 euros), cuenta con un área diferencia­da con escritorio y terraza con vistas al océano.

COLORES QUE INSPIRAN PARA SER MÁS PRODUCTIVO

Las suites del W Ibiza, en Santa Eulalia, son un oasis colorido que animan hasta para teletrabaj­ar. Si la tarea no exige máxima atención, anímese a sentarse en W Longe (unas escaleras con mil cojines ‘flower power’ al lado de la piscina, pero con aire acondicion­ado), donde es habitual encontrars­e a más huéspedes con portátil. Desde 395 euros.

VIDEOCONFE­RENCIA, PERO DESDE ALTA MAR

Mejor que no encienda la cámara si la reunión coincide mientras navega de Ámsterdam a Copenhague, el viaje inaugural (desde 1.461 euros) de Norwegian Prima, el último crucero de Norwegian Cruise Line. Tampoco si de fondo tiene este camarote, The Haven Penthouse con balcón, uno de los más exclusivos del barco, que dispone de WiFi.

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