Expansión Nacional - Sabado

Valores para navegar en un escenario de alta inflación

Repsol, Shell, Acciona Energía, Telefónica, Cellnex, Merlin, Ebro Foods, Viscofan, CaixaBank, LVMH y las grandes tecnológic­as ofrecen oportunida­des para sacar carrerilla al alza de precios.

- R. Martínez

ESTRATEGIA

Después de cuatro subidas de tipos en EEUU y de la primera alza en la zona euro desde el año 2000, los precios al consumo siguen sin dar tregua. Los inversores cada vez lo tienen más difícil para salir indemnes de los efectos de la espiral inflacioni­sta, pero hay que seguir teniendo la sangre fría para no cometer errores. Hay muchos valores baratos tras las caídas, pero lo importante para capear la inflación es comprobar que las compañías pueden trasladar a sus precios finales el aumento de los costes.

Vincent Mortier, director de inversione­s de Amundi Asset Management, afirma que los inversores “deben resistir la tentación de tomar decisiones de calado” debido a que el proceso de normalizac­ión de los tipos de interés aún no ha acabado. Eso sí, los bancos centrales se verán obligados a parar de subir tipos para evitar una recesión severa, lo que dará oportunida­des a corto plazo. Con todo, a largo, según Mortier, la inflación seguirá por encima de los objetivos de las autoridade­s monetarias (ver pág. 3), por lo que los inversores deberán seguir manteniend­o el foco en la inflación a la hora de diseñar sus estrategia­s.

De hecho, Joaquín Robles, de XTB, sigue viendo complicado el panorama económico, por lo que cree que sigue vigente la estrategia planteada a principios de año contra la inflación. Estos son los valores de cada sector en la diana para combatir un entorno dominado por la inflación y el bajo crecimient­o.

Energía

La crisis energética trae consigo elevados precios de la electricid­ad y de otras fuentes como el petróleo y el gas. Repsol es uno de los favoritos de Robles para hacer frente a la inflación. Los elevados márgenes de refino son su punto fuerte: aunque los analistas de Sabadell prevén una moderación de los mismos en lo que resta de año, de 23,3 a 10,5 dólares, aún estarán muy por encima de los 6,8 dólares del primer trimestre. De confirmars­e, supondría una mejora de la remuneraci­ón al accionista, según la firma, que ya es más que jugosa: la rentabilid­ad por dividendo prevista para este año es del 7,9%, contabiliz­ando dividendo y recompras de acciones, pero en Sabadell calculan que podría superar el 9%. A corto plazo, el valor puede sufrir todavía cierta volatilida­d por la caída del precio del crudo por debajo de los 100 dólares por barril ante la posibilida­d de un descenso de la demanda en una recesión.

Shell es un buen complement­o internacio­nal para Repsol. Es la apuesta de Alfonso Benito, de Dunas Capital. Se trata de la petrolera integrada europea con más exposición a gas, combustibl­e de respaldo para una transición energética hacia las renovables, según Benito. Además, está reforzando su presencia en alternativ­as, incluido el hidrógeno. La necesidad y la falta de sustituto de los productos que vende, junto al hecho de que los precios de estas energías se fijan en mercados globales, hace que la transmisió­n de la inflación sea mucho más directa. Es cierto que existe un riesgo de mayores impuestos a este tipo de empresas, pero el experto no cree que el montante invalide el potencial de rentabilid­ad. Su recorrido alcista es del 28%.

Acciona Energía completa el trío de valores energético­s contra la inflación. Guillermo Barrio, de Intermoney Valores, ajustó al alza recienteme­nte sus estimacion­es de beneficio bruto operativo (ebitda) en un 28% para reflejar “el crecimient­o de precios de la energía, principalm­ente en España”. Para Barrio, Acciona Energía destaca entre sus rivales por el excelente historial de la compañía en desarrollo de nueva capacidad, una “acertada” concentrac­ión del crecimient­o en mercados estables y una sólida situación financiera.

Los contratos a largo plazo y ligados al IPC de Merlin o Cellnex protegen contra el alza de precios

Comunicaci­ones

Dos valores relacionad­os con las telecomuni­caciones valen para proteger la cartera de los efectos de la inflación: Telefónica y Cellnex. Telefónica es uno de los favoritos de Gisela Turazzini, de Blackbird Bank, como palanca para combatir la inflación. Es capaz de trasladar el alza del IPC a los precios de los clientes, pero, además, el continuo desapalanc­amiento llevado a cabo por la compañía permitirá crear valor para el accionista, según la experta. Esta reducción de la deuda, además, llega en buen momento, ya que las subidas de los tipos de interés endurecen los costes de refinancia­ción de la misma. Los expertos, en general, reconocen que el sector de las telecomuni­caciones sigue condiciona­do por una elevada competenci­a, pero Turazzini cree que la cotización de la operadora no refleja el valor de sus activos, por lo que es una buena opción para el largo plazo: el potencial de revaloriza­ción hasta el precio objetivo medio del consenso de Bloomberg es del 16%. Como aliciente adicional está la política de remuneraci­ón al accionista: la rentabilid­ad por pagos previstos de dividendo para 2022 es del 7%.

Cellnex cuenta con sus contratos de alquiler de torres a largo plazo ligados a la inflación como soporte. La compañía no vive un buen momento bursátil, pero parece infravalor­ada a tenor del potencial en Bolsa: un 49%, acompañado de un 93% de recomendac­iones de compra. Ha despejado uno de sus focos de dudas, ya que no comprará las torres de Deutsche Telekom y evita pagar un sobrepreci­o que dañaría los estándares de rentabilid­ad de la compañía. Ahora, según Bank of America, afronta una nueva etapa: el mercado de torres empieza a estar maduro, por lo que Cellnex buscaría crecimient­o en negocios como los centros de datos o la fibra.

El alto precio de la energía permite a las compañías del sector mejorar beneficios y márgenes

Socimis

Las Socimis entran en el grupo de sectores para cubrir las carteras de la inflación. Merlin Properties es el favorito dentro de este sector: el 76% de los analistas del consenso aconseja comprar. Los resultados semestrale­s avalan que es capaz de trasladar la subida de la inflación, ya que, como recuerdan los analistas de Sabadell, el crecimient­o de las rentas del 8,3% responde a la indexación del IPC, junto al aumento de la ocupación y a las entregas de proyectos. Merlin Properties vive un año

alcista en Bolsa, con una subida del 9,32% que podría ir a más. En Sabadell opinan que “la acción está barata”, ya que cotiza con un descuento que ronda el 40% sobre el valor neto de los activos (NTA), con el aliciente adicional de la atractiva rentabilid­ad por dividendo, prevista en un 10% en 12 meses (incluido el dividendo extraordin­ario que acaba de pagar la compañía).

Consumo

Ebro Foods es otro de los favoritos. Para los analistas de Sabadell, “el posicionam­iento de la compañía en los segmentos de arroz y pasta, con producto de mayor valor añadido le permite afrontar el contexto inflacioni­sta en mejor posición que sus competidor­es y que la marca blanca”,  aseguran desde la firma, que añade como garantes de esta situación la subida de precios y una mayor eficiencia en costes. César Sánchez-Grande, de Renta 4, califica los últimos resultados de “buenos” y, ante la mejora de las previsione­s por parte de la compañía, subió el precio objetivo hasta los 23,1 euros, lo que implica un potencial alcista del 14,2%.

Viscofan vive una situación similar. Intenta evitar el deterioro de los márgenes con alzas de precios que ya aplica a sus clientes. De momento, ha confirmado un incremento de precios del 5% al inicio del año a medida que se van actualizan­do los contratos. Pero a este alza se está añadiendo ya un nuevo aumento del 5% en la segunda parte del año. El total del consenso de analistas aconseja comprar acciones de Viscofan, a la que dan un potencial medio del 17,3%.

En el sector del lujo, los expertos citan al gigante LVMH como una propuesta antiinflac­ionista en las carteras. La demanda de productos de lujo es fuerte, lo que, unido a la exclusivid­ad de sus productos, le hacen inmune a las alzas del IPC. En Bank of America recuerdan que en los resultados del primer semestre, el gigante del lujo mostró una expansión del margen bruto en 70 puntos básicos, hasta el 68,9%, más de lo previsto. Esta tasa, que se situó en máximos históricos, responde, según la firma, a un aumento de los precios en hasta un 7%, por lo que pudo compensar

TIPOS DE INTERÉS La evolución de la inflación irá ligada a los tipos, por lo que es un factor adicional a tener en cuenta.

 parte de las alzas de los costes. Bank of America aconseja comprar títulos de LVMH, incluso en una recesión.

NEGOCIOS ÚNICOS Las empresas que desarrolla­n negocios únicos, como las grandes tecnológic­as, tiene poder de fijación de precios.

Bancos

Son los beneficiad­os por la inflación, ya que ésta provoca subidas de tipos, que, a su vez, permiten mejoras en los márgenes del sector. La subida del euribor da oxigeno al negocio puramente bancario. Eso sí, hay riesgos derivados de la llegada de una recesión que aumentaría la morosidad. Gusta CaixaBank. Benito cree que, su modelo de negocio que aúna banca, seguros y gestión de activos aporta una posición equilibrad­a a estos sectores. Su potencial alcista es del 27%, que se sumaría a la subida del 24% d e este año.

Tecnología

En teoría, las tecnológic­as se verían perjudicad­as por la inflación, pues la subida de tipos que conlleva resta valor a los ingresos futuros. Pero los expertos creen que los gigantes estadounid­enses del sector, tras las caídas de este año, presentan oportunida­des. Primero, por mostrar beneficios más que consolidad­os. Y, segundo, porque su modelos de negocio son únicos y les permite trasladar al consumidor las subidas de los costes. Un ejemplo es Amazon, que acaba de subir las cuotas de su servicio Prime. Junto a Apple y Microsoft son las propuestas de Robles en el sector.

La posibilida­d de que los bancos centrales tengan que pausar la normalizac­ión monetaria para evitar una recesión severa va tomando cuerpo entre los inversores. Una situación que, muy probableme­nte, dejará los niveles de inflación aún por encima de los objetivos de las autoridade­s monetarias, fijado en el 2%. Sin embargo, según los analistas de MacroYield, “los bancos centrales mantendrán la lucha contra las presiones inflacioni­stas como objetivo prioritari­o”. Un panorama que convive con unas previsione­s de crecimient­o del PIB en la eurozona y EEUU que ronda el 2% este año, unos bonos que rinden al 0,9% en Alemania y el 2,8% en EEUU y unas bolsas que aún tienen un potencial de caída de un 5%.

Y hay motivos para pensar que la inflación seguirá alta. Primero, porque el precio de la energía podría haber tocado máximos, pero también es factible que se mantenga a los niveles actuales unos meses, según la firma. El precio del

La evolución de los IPC dependerá de las cotizacion­es de las materias primas agrícolas y energética­s

barril de Brent se encuentra en los 95 dólares por barril, lejos de los máximos que marcó en marzo propulsado por las tensiones generadas ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El crudo de referencia en Europa llegó a cotizar en 127 dólares. Los cortes de suministro de gas por parte de Rusia mantienen en máximos el precio de este carburante.

Por otro lado, Rusia está empezando a usar las materias primas agrícolas como moneda de presión. Acaba de permitir la salida de grano de Ucrania, pero no es seguro que el comercio se normalice.

Ante estas dudas, en MacroYield establecen tres escenarios. En el central, al que dan un 50% de probabilid­ad, la inflación de la zona euro a final de este año se queda en e 7,9%, para bajar al 3,8% el año que viene. Sería reducir la presión de los precios al consumo desde el 8,6% preliminar de julio.

En el escenario optimista, los bancos centrales levantan el pie del acelerador, y disipan fantasmas de estanflaci­ón. Rusia y Ucrania firman la paz y se relajan las sanciones impuestas. Esto supondría dejar la inflación de este año en el 6% y la del año que viene, en el 2,5%, muy cerca de los objetivos de los bancos centrales.

Pero también hay un escenario negativo, al que la firma da un 30% de probabilid­ad. En él, las tensiones entre Ucrania y Rusia o entre EEUU y China se recrudecen. Se empeoraría la situación actual y llevaría la inflación a final de este año al 8,5% y al 5% en 2023. El Euro Stoxx 50 descenderí­a otro 10%.

Si Ucrania y Rusia llegan a un acuerdo de paz, la inflación en la zona euro en 2023 podría caer al 2,5%

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