“El futuro no puede pasar de moda”
Consciente de que hay temas que se instalan en el debate, pero que desaparecen de él con rapidez, Cristina Romera exige que el respeto por el medio ambiente se tome en serio y que se invierta en poner soluciones que garanticen la sostenibilidad del planet
Cristina Romera Castillo Química, trabaja en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona
Cristina Romera Castillo (Jaén, 1982) está acostumbrada a surcar las olas de la burocracia y a ver cómo sube y baja la marea de la ciencia. Por eso teme que la sostenibilidad se convierta en un tsunami que inunde el debate con argumentos, datos y opiniones, pero que, como ocurre cuando el agua entra de forma violenta en tierra, no deje nada positivo tras ella. Tras licenciarse en Química por la Universidad de Jaén y realizar el doctorado en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, centro que depende del CSIC, Romera se sintió atraída por las inmensas posibilidades de vida que ofrece el océano y por el uso tan irresponsable que estamos haciendo de él. “Lo hemos convertido en un enorme basurero”, asegura, una afirmación que, como buena científica, se basa en datos: “Cada año se arrojan a él trece millones de toneladas de plástico, por no hablar de todo lo demás”, señala una de las científicas españolas con más proyección internacional. Y es que, tras hacer cuatro años de posdoctorado en la Florida International University y en la University of Miami, Cristina Romera regresó a Europa para trabajar en la Universidad de Viena donde estuvo hasta finales de 2017, momento en el que volvió a Barcelona con el firme propósito de contribuir desde el laboratorio a revertir esta terrible situación.
– Fue reconocida con el premio For Women in Science de L’OrealUnesco en 2019. Al año siguiente, recibió el Lindeman Award y el International Rising Talents, éste último entregado también por L’Oreal-Unesco. ¿Para qué cree que sirven este tipo de galardones?
Fundamentalmente, para que trabajos como el mío ganen en visibilidad, algo que creo que es fundamental en ciencia.
– ¿Sólo en ciencia?
Todo lo demás ya sale mucho en la televisión, pero la ciencia no da dinero inmediato y la sociedad no le presta la atención que requiere.
– ¿De quién es la culpa?
Los científicos tenemos que hacer un esfuerzo por llevar nuestros mensajes al público general. El problema es que esa labor divulgativa no se premia durante la carrera, no te da puntos a nivel científico, y entonces preferimos centrarnos en otras facetas que sí los dan.
– ¿La culpa entonces es sólo de los científicos?
No, no, la responsabilidad es compartida con mucha gente. Por ejemplo, con los políticos, que se preocupan sólo por los cuatro años que dura su mandato. La ciencia garantiza un futuro, pero no da dinero en el momento en el que se hace la inversión, con lo que quizá otro gobierno, de otro signo político, reciba los réditos de ésta si llegan a hacerla. Por eso sienten que no les compensa. Otros sectores, como el turismo, dan dinero inmediato y en ese sentido son más agradecidos, pero son pan para hoy y hambre para mañana.
– ¿Qué labor juegan las empresas?
Tienen poder y dinero, por eso es necesario contar con ellas y, aunque ya financian muchos proyectos e iniciativas científicas, deben implicarse cada vez más.
– Si los lectores de esta entrevista visualizan el mapa de Andalucía, observarán que Jaén no tiene acceso al mar. ¿Qué hace una jienense estudiando lo que sucede en él?
He sido siempre muy curiosa y desde niña me ha llamado la atención aquello que me parecía inaccesible, por eso estudié Químicas, porque quería entender cómo funcionaban las cosas más primarias, y por eso me dedico a estudiar el mar.
– Con el Covid-19, muchos temas científicos se aparcaron. ¿Conseguirán volver al debate?
Lo que pasó en ese momento es entendible, pero hay que volver a prestar atención a lo que de verdad importa. La sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, la preocupación por el cambio climático, el futuro del planeta y de la humanidad no pueden pasar de moda. No se puede normalizar algo que es un auténtico desastre. Son problemas que exigen medidas urgentes y estamos perdiendo un tiempo precioso en debates absurdos. Hay que actuar y hacerlo ya.
– Estudia cómo los plásticos están alterando el ciclo de carbono de los océanos y a los organismos que viven en ellos. ¿Cómo consigue que este tema interese a los jóvenes?
Una de las grandes ventajas de recibir un premio es que empiezan a invitarte a dar charlas en colegios o institutos. Es muy importante que los más jóvenes se impliquen porque lo que está en juego es su futuro. Además, las científicas debemos convertirnos en un ejemplo para que las niñas se animen a estudiar ciencia, donde hay un déficit de mujeres. – ¿Qué les dice a ellas?
Que si les gusta la ciencia, que la estudien, que no permitan que nadie les diga que no pueden o que no dejen que sus circunstancias les limiten. En la Universidad de Jaén no me dieron una beca cuando terminé la carrera de Químicas y busqué otras alternativas. Cuando haces lo que te gusta, puedes aportar mucho, por eso hay que hacerlo.
La ciencia no da dinero inmediato, por eso ni la sociedad ni los políticos le prestan la atención que requiere”
Las empresas tienen poder y dinero y, aunque ya financian muchos proyectos científicos, deben implicarse cada vez más”