Expansión Nacional - Sabado

Deuda: oportunida­d a largo plazo en un mar de riesgo

Los expertos ven una ocasión histórica de ganar con la deuda a largo plazo ante la expectativ­a de que la inflación se modere, un requisito no exento de incertidum­bre. De fondos y demás Marcelo Casadejús

- Andrés Stumpf

RENTA FIJA

El mercado de renta fija está viviendo un año para olvidar con una caída del 13%. Pero eso no es necesariam­ente malo para los que se acercan ahora a este activo. Cuentan los más avezados inversores que cuando más duele y cuando más negativo es el entorno es cuando surgen las mejores oportunida­des. En la deuda, tras años de rentabilid­ades constreñid­as por la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), el resurgir de la inflación y los tipos ha devuelto el interés a los títulos.

El bono español a 10 años paga ahora en el mercado secundario un 2,38% anual, cuando a comienzos del ejercicio ofrecía un 0,56%. Aunque para los inversores que tienen el bono desde entonces la travesía ha generado significat­ivas pérdidas, pues el interés de la deuda se mueve de forma inversamen­te proporcion­al al precio, el punto de partida actual supone una oportunida­d para obtener un cupón desconocid­o desde 2014.

Lo mismo ocurre para el resto de títulos, como el bono alemán, que renta un 1,22% por primera vez desde 2014.

A corto plazo, los títulos de deuda se están benefician­do de la debilidad macroeconó­mica más reciente. Las perspectiv­as de la normalizac­ión monetaria acelerada de los grandes bancos centrales –especialme­nte la de la Fed– estaba siendo tan lesiva para la deuda que el beneficio de que se pueda templar compensa incluso la posibilida­d de que se produzca una recesión.

“Ante la importante desacelera­ción económica, se espera en general que las futuras subidas de tipos de los principale­s bancos centrales sean algo menores de lo previsto hace un par de semanas”, señala Oliver Eichmann, responsabl­e de tipos y renta fija en DWS.

Incluso las empresas con emisiones de mayor riesgo y peor calificaci­ón crediticia, que habitualme­nte son las que más sufren cuando la situación macroeconó­mica se tuerce, han celebrado con compras los acontecimi­entos de los dos últimos meses. El índice Bloomberg Barclays Global High Yield, que recoge el universo de títulos con peor calificaci­ón crediticia, recupera prácticame­nte un 7% de lo perdido en el año.

“Los bonos actúan como refugio aunque la rentabilid­ad real [descontada la inflación] es negativa en todos los tramos de la curva porque estar en liquidez parece menos interesant­e”, aseguran desde Bankinter.

Inflación

La inflación es la verdadera incógnita de la inversión actual en deuda pues los inversores no sólo buscan obtener una revaloriza­ción, sino incrementa­r o al menos preservar su poder adquisitiv­o. Con un crecimient­o de los precios cercano al 10% en Europa, en la actualidad no existe ningún título en el escaparate de deuda que consiga esos objetivos.

Pero más allá de las inciertas posibilida­des a corto plazo, los expertos miran la corrección

Analista del mercado de fondos

Divagacion­es de una tarde de verano insulsa

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