Deuda: oportunidad a largo plazo en un mar de riesgo
Los expertos ven una ocasión histórica de ganar con la deuda a largo plazo ante la expectativa de que la inflación se modere, un requisito no exento de incertidumbre. De fondos y demás Marcelo Casadejús
RENTA FIJA
El mercado de renta fija está viviendo un año para olvidar con una caída del 13%. Pero eso no es necesariamente malo para los que se acercan ahora a este activo. Cuentan los más avezados inversores que cuando más duele y cuando más negativo es el entorno es cuando surgen las mejores oportunidades. En la deuda, tras años de rentabilidades constreñidas por la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), el resurgir de la inflación y los tipos ha devuelto el interés a los títulos.
El bono español a 10 años paga ahora en el mercado secundario un 2,38% anual, cuando a comienzos del ejercicio ofrecía un 0,56%. Aunque para los inversores que tienen el bono desde entonces la travesía ha generado significativas pérdidas, pues el interés de la deuda se mueve de forma inversamente proporcional al precio, el punto de partida actual supone una oportunidad para obtener un cupón desconocido desde 2014.
Lo mismo ocurre para el resto de títulos, como el bono alemán, que renta un 1,22% por primera vez desde 2014.
A corto plazo, los títulos de deuda se están beneficiando de la debilidad macroeconómica más reciente. Las perspectivas de la normalización monetaria acelerada de los grandes bancos centrales –especialmente la de la Fed– estaba siendo tan lesiva para la deuda que el beneficio de que se pueda templar compensa incluso la posibilidad de que se produzca una recesión.
“Ante la importante desaceleración económica, se espera en general que las futuras subidas de tipos de los principales bancos centrales sean algo menores de lo previsto hace un par de semanas”, señala Oliver Eichmann, responsable de tipos y renta fija en DWS.
Incluso las empresas con emisiones de mayor riesgo y peor calificación crediticia, que habitualmente son las que más sufren cuando la situación macroeconómica se tuerce, han celebrado con compras los acontecimientos de los dos últimos meses. El índice Bloomberg Barclays Global High Yield, que recoge el universo de títulos con peor calificación crediticia, recupera prácticamente un 7% de lo perdido en el año.
“Los bonos actúan como refugio aunque la rentabilidad real [descontada la inflación] es negativa en todos los tramos de la curva porque estar en liquidez parece menos interesante”, aseguran desde Bankinter.
Inflación
La inflación es la verdadera incógnita de la inversión actual en deuda pues los inversores no sólo buscan obtener una revalorización, sino incrementar o al menos preservar su poder adquisitivo. Con un crecimiento de los precios cercano al 10% en Europa, en la actualidad no existe ningún título en el escaparate de deuda que consiga esos objetivos.
Pero más allá de las inciertas posibilidades a corto plazo, los expertos miran la corrección
Analista del mercado de fondos
Divagaciones de una tarde de verano insulsa