El teletrabajo protagoniza el regreso a la oficina
Las recientes estrategias de vuelta al trabajo comunicadas por Apple, la CNMV y el Banco de España certifican que las posibilidades de teletrabajar marcarán más que nunca el retorno a la actividad laboral.
LA FLEXIBILIDAD QUE VIENE
La semana pasada Apple comunicaba a sus empleados que deberán volver a la oficina el 5 septiembre al menos tres días a la semana (martes y jueves, y un tercer día que determinarán los jefes de equipo). El consejero delegado, Tim Cook, cree que esta medida preserva la colaboración en persona, “que es esencial para la cultura de Apple”.
Pero no todos los profesionales de Apple están de acuerdo. Esta misma semana Financial Times (FT) revelaba que un grupo de empleados de la compañía se había rebelado contra la orden de volver porque “dicen ser más felices y productivos trabajando desde casa”. Llueve sobre mojado: cuando en abril Apple retomó su plan de regresar a la oficina un mínimo de tres días a la semana, muchos empleados se quejaron de la “nula flexibilidad”. Además, Financial Times recuerda que las grandes tecnológicas se han tomado con más calma el regreso por temor a que se produzca un éxodo de los mejores talentos. La decisión de Apple, un referente en Silicon Valley, ha acelerado la inquietud entre los trabajadores del sector tecnológico, que se preguntan si sus empresas seguirán su ejemplo. La teoría de FT es que “algunos empleados se han sentido empoderados por las condiciones del mercado laboral, que ha impulsado la demanda de los puestos de trabajo tecnológicos más codiciados”.
En nuestro país, las últimas estrategias conocidas en este sentido son las de la CNMV y el Banco de España. La primera aplica el teletrabajo voluntario, dos días a la semana, y brinda ciertas atribuciones de organización a los diferentes departamentos para asegurar las necesidades del servicio.
El banco central español comenzará a aplicar en octubre su política de teletrabajo de hasta dos días a la semana.
En septiembre se abrirá un proceso de recepción de las solicitudes de los empleados que quieran teletrabajar.
● Incertidumbres. El regreso al trabajo tras las vacaciones de verano suele llegar acompañado de mucha literatura y propósitos de cambio. Incluso hay quien lo viste de psicología, con teorías de síndromes posvacacionales, incompatibles con un mercado laboral con altas tasas de paro.
Pero el retorno a la actividad después del verano ha tenido desde 2020 algunas vueltas de tuerca en las que han influido los confinamientos y restricciones, el experimento global de trabajo remoto –que nunca ha sido verdadero teletrabajo–, la incertidumbre ante lo que podría ser la nueva normalidad y también las estrategias de vuelta a la oficina implantadas por muchas compañías.
Tras dos años y medio de cambios y dudas, este retorno posveraniego de 2022 sigue dejándonos incertidumbres acerca de cómo (dónde y cuánto) trabajaremos en los próximos meses.
Pocas organizaciones se atreven a formular planes verdaderamente avanzados que aborden la realidad de nuevos modelos de trabajo. La mayoría de estrategias de vuelta son de corto alcance y sin concreción, reducidas a un debate sobre si los empleados deben estar presentes en la sede de la empresa o si pueden teletrabajar uno, dos o tres días a la semana.
Las organizaciones deben enfrentarse a nuevos retos en un entorno laboral de teletrabajadores, presenciales y mixtos, con nuevos criterios de valoración, no sólo en lo que se refiere a los sistemas formales de evaluación. Vamos hacia un patrón de tiempo y espacio completamente nuevo y no conviene quedarse en una mera combinación entre el trabajo en el hogar y en la oficina.
Una reciente investigación de LinkedIn concluye que “las empresas no están entregando lo que quiere el talento, a pesar de que el equilibrio entre la vida laboral y personal y la compensación son prioridades para los profesionales”. Otra encuesta de Gartner señala que el 55 % de los profesionales decidirá sobre la permanencia en su empresa en función de la estrategia de flexibilidad que le ofrezca su empleador.