De la semana laboral de 4 días a las ofertas para teletrabajar
A comienzos del mes de julio los trabajadores de Telefónica rechazaban un nuevo plan de semana laboral de 4 días: 32 horas a la semana, a razón de ocho horas diarias entre lunes y jueves, en lugar de las 37,5 horas. El ‘quid’ de la cuestión es la reducción de salario, y así parece que este modelo de semana laboral ansiado por muchos podría haber nacido con una tara: ninguna empresa parece dispuesta a pagar lo mismo, o más por trabajar menos horas.
Este modelo de cuatro días laborales está aún en fase piloto en Suiza, Bélgica y Reino Unido, donde se analiza todavía la posible pérdida de productividad y lo que tiene de positivo en términos de conciliación y equilibrio. En nuestro país hay quien piensa que un modelo de verdadero teletrabajo podría ser más realista y eficaz que esa semana de 4 días. Alberto Novoa, socio de Ceca Magán, cree que ese “verdadero teletrabajo” viene definido por la aportación tecnológica que garantiza la posibilidad y la facilidad de conexión, es decir, los medios idóneos para trabajar desde cualquier sitio, pero también por la implantación de medidas para que el teletrabajador no sea alguien olvidado y que le integren en el ambiente laboral de la empresa. Supone gestionar por proyectos.
Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, añade que “un sistema de verdadero teletrabajo
● Variedad de estrategias. En nuestro país conocemos desde hace meses las estrategias de cada vez más empresas acerca de su particular regreso a la oficina y cómo éste se hace compatible con los modelos híbridos. Compañías como Repsol se jactan de tener más de 10 años de experiencia en el desembocará casi inevitablemente en la flexibilidad que lleva a la personalización y a las relaciones laborales a la carta y a medida”. Blasco cree que "la semana de 4 días es viable en casos excepcionales, como el de la neozelandesa Perpetual Guardian o la jienense Delsol. Donde se puede llevar a cabo, la semana de 4 días implica una retribución emocional que es difícilmente tangible”.
Nos espera un ecosistema profesional a la carta. El modelo híbrido será la tendencia general, pero en el sector tecnológico y en perfiles especializados el trabajo será en remoto por necesidad. Orestes Wensell, director comercial Talent Solutions Right Management de ManpowerGroup, también cree que “las empresas tendrán que crear un ecosistema híbrido que atraiga y un menú a la carta para que los profesionales puedan elegir". Ya no es posible asociar el hecho de ver físicamente a la gente en el trabajo a la disponibilidad que puedan tener esos profesionales. Interactuaremos con colegas fuera de la oficina, que no estarán cerca físicamente, incluso en otros países. Así, el ‘boom’ de ofertas de empleo en remoto prueba que cada vez más empresas tienen un concepto diferente del teletrabajo. Según ZipRecruiter, los trabajos remotos ya reciben un 300% más de solicitantes que los puestos que no lo son. El ejemplo más reciente de esta realidad es la Oficina Europea de trabajo en remoto. Esta compañía tiene formalizado el teletrabajo mediante un acuerdo individual.
El caso de Schneider es también pionero, ya que hace más de 11 años apostó por esta fórmula laboral, y practica desde hace años un modelo híbrido de trabajo.
Patentes (OEP). Luis Berenguer, portavoz del segundo organismo público en número de trabajadores de Europa, explica que la iniciativa para trabajar desde cualquier sitio de la OEP “persigue la flexibilidad y que el funcionario pueda decidir a qué régimen acogerse y cambiarlo”. Desde el 1 de septiembre entra en vigor la iniciativa ‘Las Nuevas Formas de Trabajar’ por la que el personal en cualquiera de las cinco oficinas internacionales podrá trabajar 60 días al año desde cualquiera de los 38 Estados miembros. A cambio se le requerirá trabajar desde su lugar de empleo otros 60 días al año. Y siguiendo con los ejemplos reales,
BBVA, por su parte, lanzaba a finales de marzo un modelo híbrido, con un mínimo de un 60% del tiempo presencial y un máximo de un 40% en remoto, siempre que sea posible en función de la naturaleza del puesto. Esta medida aplica a más de 12.000 empleados en España, principalmente estos son algunos perfiles muy demandados y cotizados para teletrabajar: En salud y ‘farma’, los desarrolladores ‘full stack’, gerentes de ensayos clínicos, o escritores médicos pueden cobrar hasta 99.500 euros brutos anuales. Hasta 125.000 euros cobran los directores de campañas en márketing y ventas; y 73.000 euros los ingenieros en la nube y ‘DevOps’ en finanzas. En el sector de educación cotizan en remoto los ‘product manager’ (50.000 euros); en construcción, los científicos de datos e ingenieros de software; y en energía los ’account manager’, ingenieros de software y ‘full stack’. de servicios centrales y funciones de apoyo. El banco permitirá hacerlo desde dos domicilios diferentes en el territorio nacional. Quien opte por esta modalidad deberá firmar un contrato de trabajo a distancia con BBVA, de carácter voluntario y reversible.
En otra entidad financiera como ING el modelo de trabajo es cien por cien libre, y el profesional elige si teletrabaja o va a la oficina, mientras que Bankinter implantó un día de trabajo en remoto a la semana para los servicios centrales a partir de junio.
En el mes de mayo se conoció el plan de Sabadell: teletrabajar hasta seis días no consecutivos al mes, el 30% de la jornada.
Ya en marzo de 2021, Liberty Seguros ofrecía la opción de trabajar desde donde se quiera y elegir lugar de residencia dentro del territorio nacional.
El modelo híbrido de AXA, pionera en desconexión digital, consiste en ir tres días por la mañana a la oficina y teletrabajar dos, mientras que Mapfre anunció también en mayo que a partir del 1 de octubre estrenará un nuevo modelo que contempla una bolsa de 125 horas trimestrales de trabajo en remoto, que el empleado podrá utilizar de manera voluntaria, previo consenso con su responsable y garantizando la prestación del servicio. El tiempo no es acumulable ni trasladable.
En otras aseguradoras como Mutua Madrileña, los empleados cuentan con un día a la semana de teletrabajo –20% de la jornada anual–, aunque en determinados perfiles puede llegar al 80%, mientras Securitas Direct ha implantado Flex, que combina las ventajas del teletrabajo con el trabajo presencial e incluye flexibilidad horaria.
El modelo de Generali permite teletrabajar más del 50% de la jornada, desde casa o en segunda residencia, mientras que Zurich Seguros ofrece la máxima autonomía a los equipos para decidir sobre cómo y dónde quieren trabajar, en un marco que va desde el 20% al 80% en teletrabajo.
La consultora KPMG brinda la posibilidad de teletrabajar cuatro semanas al año desde cualquier lugar de España, flexibilidad de horario y dos tardes al mes sin reuniones internas, mientras que en Orange el teletrabajo es voluntario hasta dos días y también se puede optar por teletrabajar un día en semana.
Si el puesto lo permite, Nestlé ofrece teletrabajar desde un día a la semana hasta el 50% del tiempo, o mantener la jornada presencial; y en Calidad Pascual el 30% de la jornada es flexible y acumulable quincenalmente, con carácter voluntario.
También en Ikea el teletrabajo es voluntario. La compañía marca en nuestro país tres días de teletrabajo y dos presenciales a la semana.
El grueso de estrategias de vuelta es de corto alcance y olvida los nuevos modelos de actividad