Inversión en capital riesgo a partir de 10.000 euros
El Gobierno prepara una rebaja del umbral mínimo para atraer al inversor de a pie.
Las inversiones alternativas engloban un amplio grupo de activos que están fuera del universo de los activos clásicos cotizados. Entre ellas, una de las más importantes es la inversión en capital riesgo.
Alinear las inversiones con las de los grandes fondos nacionales e internacionales que toman el control de las empresas para reestructurarlas, cambiarles la estrategia y ponerlas al máximo rendimiento para desinvertir en el menor tiempo posible es una opción que gana enteros para los inversores de a pie.
Hasta ahora, esta posibilidad está reservada a las grandes patrimonios, ya que la inversión mínima para invertir en productos de capital riesgo es de 100.000 euros. Pero el Gobierno trabaja para reducir el importe mínimo hasta los 10.000 euros. Un objetivo que está recogido ya en un anteproyecto de ley según el cual los particulares podrán invertir en private equity cumpliendo determinadas condiciones. En este segmento, las rentabilidades son muy superiores a las de los activos tradicionales, y pueden alcanzar niveles entre el 10% y el 20%.
Pero, a cambio, hay que asumir que es un activo poco líquido que requiere de períodos de maduración amplios que pueden superar los cinco años para generar rentabilidad. Ésta se concreta cuando un grupo de capital riesgo desinvierte en una empresa participada a un precio superior al de compra. Por lo tanto, es un producto idóneo para complementar carteras con una orientación de medio y de largo plazo de inversores avezados capaces de entender los entresijos de un negocio complejo.
Según el anteproyecto de Ley, se permitirá la comercialización a inversores minoristas con test de idoneidad y un peso proporcional de estas inversiones limitado en el conjunto de la cartera.
El del capital riesgo es un negocio en plena ebullición en España. En 2021, protagonizó el segundo mejor año de su historia con un volumen de inversión total de 7.494 millones de euros. Según datos de la patronal
La inversión estará limitada para el minorista a un parte de la cartera y será necesario un test
Las rentabilidades pueden ser muy elevadas, pero se trata de un activo de riesgo con poca liquidez