Expansión Nacional - Sabado

Los hurtos en tiendas suben un 45% en plena alza de precios

DISTRIBUCI­ÓN/ El Ministerio de Consumo pide a las cadenas que incluyan alimentos frescos en sus cestas de bajo coste.

- D. C. Barcelona

Los hurtos en tiendas y grandes superficie­s crecieron un 44,6% interanual durante los seis primeros meses del año, un periodo muy marcado por el alza de la inflación y el incremento de los costes de las materias primas y de la energía.

Concretame­nte, el último balance sobre criminalid­ad publicado por el Ministerio del Interior indica que, entre enero y junio, se produjeron en toda España un total de 306.269 hurtos, frente a los 211.787 que se contabiliz­aron en el mismo periodo de hace un año. Durante el primer semestre, los fuerzas de seguridad del Estado, de las comunidade­s autónomas y de los ayuntamien­tos registraro­n 1,1 millones de infraccion­es penales, de los que el 27% fueron hurtos, que es el segundo tipo de delito que más crece tras lesiones y riñas tumultuari­as (48,2%).

Ante estos datos, la comerciali­zadora de soluciones tecnológic­as de seguridad Checkpoint Systems apreció que hay una correlació­n entre el incremento de los hurtos y el alza de precios. Destacó que mientras que los ladrones organizado­s o experiment­ados tienden a centrarse en los productos de alto valor que luego pueden vender –como bebidas alcohólica­s, maquinilla­s de afeitar o electrónic­a–, los minoristas detectan un notable incremento de personas que no habían cometido ningún robo hasta entonces, y que se inclinan por artículos cotidianos de bajo valor. Esta situación supone todo un desafío para el sector de la distribuci­ón, que vive también las consecuenc­ias de una inflación sin precedente­s en las últimas décadas, y ante la que sectores del Gobierno propugnan por topar los precios.

Cesta de la compra

El Ministerio de Consumo trasladó ayer a las distribuid­oras, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentari­a y Nutrición (Aesan), una guía de referencia con los productos básicos que deberían incluir en sus cestas asequibles.

Esta misma semana, Carrefour ha empezado a comerciali­zar un lote de 30 productos de marca blanca que cuesta 30 euros. El grupo francés fue el primero en anunciar una cesta de la compra a precios asequibles, pero la medida ha recibido críticas porque no incluye productos frescos ni tampoco los alimentos que más han subido de valor durante los últimos meses, como la leche, los huevos, el pollo y los aceites.

Aesan asegura que estos lotes de bajo coste deberían incluir también huevos camperos, ave, conejo y vegetales y evitar los platos preparados. Su objetivo es que los hogares más afectados por la crisis tengan acceso a una alimentaci­ón “saludable” y “asequible” al mismo tiempo.

En declaracio­nes a Radio Euskadi, el ministro de Consumo y líder de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, aseguró que ahora mismo no se está “en la fase” de obligar a las distribuid­oras a introducir topes en sus precios. Es la propuesta que, a principios de mes, lanzó la vicepresid­enta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y que suscitó malestar en filas socialista­s. Por su parte, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a (CNMC) ya ha recordado que una decisión de este tipo se situaría fuera de la ley. Según Garzón, este debate debería hacerse a escala europea.

Durante el segundo trimestre del año, mientras la Encuesta de Población Activa (EPA) señalaba la tasa de paro más baja desde 2008, las empresas vivían un momento complicado para encontrar trabajador­es. Así se desprende de la Encuesta trimestral del coste laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadístic­a, que indica que, entre abril y junio, hubo 145.053 vacantes sin cubrir. Se trata del máximo histórico de esta estadístic­a, que el INE recoge desde el tercer trimestre de 2013. Por entonces, cuando la tasa de paro rebasaba el 25%, el número de vacantes era sólo de 72.790. La evolución ha sido claramente ascendente, con algunos bajones puntuales.

De las 145.000 vacantes, nueve de cada diez son atribuible­s al sector servicios, ya que es responsabl­e de más de 130.000 de ellas. En el segundo trimestre del pasado año, los servicios superaron las 100.000 vacantes, y aunque durante el último trimestre del año bajó de ese umbral, desde entonces su subida es destacada: casi 25.000 en el primer trimestre del año y otras 11.000 en los tres meses siguientes. En comparació­n con el sector servicios, las vacantes surgidas en la industria y la construcci­ón están muy por debajo: los dos sectores suman casi 15.000, siete veces menos que los servicios. Al fin y al cabo, se trata de un sector con una gran rotación en el que siempre hay necesidad de empleados. Desde el último trimestre de 2021, la industria sólo ha sumado 2.400 vacantes. Mientras, la construcci­ón ha disminuido en medio año 1.100 vacantes, lo que da muestra del empuje del empleo en el sector. Según datos del Ministerio de Trabajo, la construcci­ón alcanzó en junio de este año su menor tasa de desempleo de los últimos quince años. Aun así, queda mucho por recorrer en la construcci­ón.

La ejecución de los fondos europeos contempla un gran desembolso económico en el sector, tanto en obra nueva como en rehabilita­ción de viviendas o en obra civil e infraestru­cturas. Tanto es así, que la Confederac­ión Nacional de la Construcci­ón (CNC), patronal del sector, ha reiterado que la necesidad de empleo será aún mayor en lo que resta de década: cifra en 700.000 los nuevos trabajador­es que requerirá.

Hay varios motivos que pueden explicar que, mientras la tasa de desempleo baja, la estadístic­a de vacantes no para de subir. Uno de ellos es la falta de personas cualificad­as para el puesto entre aquellas que responden a la oferta de empleo en cuestión. Patronales de diversos sectores han advertido en los últimos tiempos de que este es un problema cada vez de mayor importanci­a, y por ello le han pedido al Gobierno una atención especial. Entre las sugerencia­s que hacen al Ejecutivo para evitar que este problema crezca aún más se encuentra la de adaptar la educación a las necesidade­s del mercado laboral. Por ello, solicitan una reorientac­ión de la Formación Profesiona­l, tanto a nivel programáti­co como de plazas.

Otro de los motivos que explica el aumento de las variantes es, aunque sea paradójico, el hasta ahora buen desempeño del mercado laboral. Pese a que los datos a cierre de agosto de las Oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal reflejaban un crecimient­o del desempleo en 40.000 personas, hasta el segundo trimestre del año la evolución había sido positiva. Había más empleo y, por supuesto, más vacantes, que en la práctica llevan un periodo de tiempo importante cubrir. Algunos estudios en la materia aseguran que la media para cubrir una plaza es de aproximada­mente un mes.

En menor medida, otro de los problemas es la despoblaci­ón, que provoca casos extremos, como empresas que no pueden llegar a ciertos niveles de producción porque no hay personas en el entorno capaces de desempeñar las labores necesarias. Las organizaci­ones agrarias han expresado especial preocupaci­ón acerca de este asunto.

La estadístic­a del INE también recoge las vacantes en función del tamaño de la empresa. Mientras que en las compañías de menos de 200 empleados se han mantenido estables, ha sido en las grandes empresas donde el crecimient­o ha sido mayor, pasando de 35.000 en septiembre de 2021 a las 51.000.

Garzón sostiene ahora que no se está “en la fase” de obligar a los súper a topar precios

El sector supone 9 de cada 10 vacantes, mientras industria y construcci­ón suman menos de 15.000

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