Bruselas rechaza topar precios del gas y deja a España sola frente a Argelia
ACUERDO ENTRE LOS 27/ Los ministros de Energía pactan un recorte de ingresos a eléctricas y una tasa a petroleras, pero no limitarán el precio del gas, ni de Rusia ni de países como Argelia, como pide España.
España tendrá que adaptar el impuesto a las energéticas, para ser compatible con el de la UE
España debe adaptar su tasa a energéticas para no chocar con la que ayer aprobó la Unión Europea
Se fijan 180 euros por megavatio de ingresos a nucleares y renovables, que España ya cumple
Cada país decidirá cómo cumple con la obligación de bajar el consumo de luz entre el 5% y el 10%
La petición de España de imponer topes de precios en todas las importaciones de gas que haga la Unión Europea (no solo las procedentes de Rusia, también desde Argelia), cayeron ayer en saco roto. La Cumbre de Energía de los Veintisiete Estados miembros de la UE acordó tres de las propuestas que hace días planteó la Comisión Europea (recorte de ingresos a las eléctricas, tasa a las petroleras y gasistas, y recorte obligatorio del consumo de luz). Pero no sacó adelante la de topar los precios del gas, que está generando más polémica y seguirá negociándose.
España es el país abanderado dentro de la UE para reclamar un límite de precios a todas las importaciones de gas para así controlar el aumento de la factura energética. Hace días, el Gobierno español envió una carta a la Comisión Europea reclamando que ese tope debía ser “la prioridad”. Lo hizo junto a otros 14 países: Bélgica, Bulgaria, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.
Para España, ese tope de precios no solo es esencial para frenar la amenaza de Rusia, que está usando el gas como arma económica, abriendo y cerrando los suministros hacia la UE a su antojo.
Frenar a Argelia
También es crucial para contener las ambiciones de Argelia. Este país ha sido históricamente el primer suministrador de gas a España, sobre todo a través de Naturgy, la primera gasista española.
Desde finales del pasado año, Argelia empezó a exigir una actualización fuertemente al alza de los precios de los contratos. Naturgy tiene 20.000 millones de euros en contratos. Lleva meses de duras negociaciones que podrían cerrarse en breve, pero con precios muy exigentes que afectarían a toda la economía española. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ayer participó en la Cumbre en Bruselas, dijo sentirse muy “decepcionada” porque la UE se ha “quedado corta” en el asunto del tope al gas. Algunos Estados miembros consideran que el “límite de compra de precio de gas debe aplicarse solamente al gas ruso”, mientras que otros 15 Estados miembros piden que esta medida se aplique “al conjunto de operaciones de gas que llega a la UE”. Ribera dijo que “hay tres grandes proveedores de gas por tubo en Europa: Argelia, Rusia y Noruega” y agregó que “debe haber conversaciones con Argelia”. Con Noruega “ya las ha habido” y con Rusia “se ha roto el diálogo”. Lo que sí acordaron los ministros de Energía de la Unión Europea fue aprobar una norma que obligue a reducir la demanda eléctrica en la UE un 5% en horas punta, una tasa a las empresas de combustibles fósiles (petroleras, gasistas y de carbón), y un límite de 180 euros por megavatio hora al precio al que las productoras de electricidad inframarginales pueden comercializar la energía. Las centrales inframarginales son aquellas de costes son más bajos: nucleares y renovables, incluidas hidráulicas. La tasa a petroleras y gasistas será del 33% sobre los beneficios obtenidos hasta el 31 de diciembre de 2023 y que se sitúen un 20% por encima de la media de los últimos cuatro años.
Hasta diciembre de 2023
Las medidas serán formalmente adoptadas por procedimiento escrito la próxima semana y se extenderán del 1 de diciembre de 2022 al 31 de diciembre de 2023. Chipre y Malta cuentan con excepciones por su condición de islas energéticas.
El acuerdo de los ministros de Energía de los Veintisiete establece que estas medidas serán compatibles con las implementadas a nivel nacional por los Estados miembros si tienen un carácter equivalente, como es el caso del mecanismo de minoración del gas o el impuesto sobre los ingresos de las grandes energéticas.
En la minoración de ingresos, España ya lo cumple la mayor parte de la horas del día, a los precios actuales. En el caso del nuevo impuesto, tendría que adaptar el que ha propuesto porque choca con el de la UE en dos puntos: el español es sobre beneficios, no sobre ingresos, y afecta a eléctricas también, no solo a petroleras y gasistas.
En cuanto al recorte del consumo de luz, se fija una reducción obligatoria del 5% en horas punta y una disminución del 10% general entre el 1 de diciembre de 2022 hasta finales de marzo de 2023. Corresponderá a cada país introducir las medidas apropiadas para alcanzar los objetivos de reducción del consumo.