Vuelven las consultas para deslocalizar el patrimonio
Se ha convertido ya en un movimiento muy recurrente cada vez que hay amenazas con subidas de impuestos o subidas de impuestos a las rentas más altas.
Las bancas privadas reconocen que en las últimas semanas están recibiendo muchas llamadas de clientes con solicitudes de información de cambios de residencia y la posibilidad de deslocalizar el patrimonio, o parte de él, a otras jurisdicciones. Portugal acapara casi todas las consultas, aunque Andorra también ha ganado interés en los últimos años y siempre suena la opción de Luxemburgo.
Esta fórmula depende mucho más que las otras de la situación personal y laboral de cada individuo, pero independientemente de esto, los asesores recuerdan a sus clientes que fundamentalmente hay que tener en cuenta dos cosas: La Agencia Tributaria ha realizado inspecciones masivas sobre los cambios de residencia de los contribuyentes, sobre todo a Portugal, donde las condiciones fiscales para los mayores patrimonios son mucho más atractivas: los ciudadanos impatriados tributan al 20%. Los ciudadanos deben acreditar que residen en el país al menos 183 días de los 365 días que tiene el año. También hay que tener en cuenta la conocida como ‘exit tax’, que Cristóbal Montoro puso en marcha durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Ante un cambio de residencia, los contribuyentes están obligados a tributar por las plusvalías de toda la vida de sus productos de inversión. Para evitarlo o, al menos, aliviarlo, los banqueros privados recomiendan canalizar una parte importante de las inversiones a activos de renta fija o seguros de vida, como los unit linked, que han ganado mucho protagonismo en las carteras de los clientes en el último par de años.
Esta es, probablemente, la fórmula más difícil de llevar a cabo a estas alturas de cara a blindarse de los nuevos impuesto. Requiere más tiempo que el resto, pero lo cierto es que muchas grandes fortunas llevan canalizando partes importantes de su patrimonio hacia estos productos desde hace tiempo. Ha sido una de las mayores recomendaciones por parte de los asesores en los últimos ejercicios.
En todo caso, las entidades reconocen que, como en anteriores ocasiones, prácticamente todas las llamadas que reciben son consultas y no peticiones expresas de cambiar la residencia y provocar una fuga real de grandes patrimonios.