Fortunas, autónomos y asalariados
Incluirá un paquete de medidas tributarias que pasa por endurecer la tributación de Sociedades para los grupos empresariales, En paralelo, el plan conlleva rebajas fiscales para pymes, asalariados de rentas bajas y trabajadores autónomos.
tribuyentes con más de dos millones se ahorran unos 992 millones al año) y Andalucía (en la que las fortunas a partir del millón pagan 93 millones), teniendo en cuenta que en este caso solo pagarán aquellos con un patrimonio superior a los tres millones.
La legislación impide a los gobiernos utilizar los Presupuestos Generales del Estado para crear nuevas figuras tributarias, lo que obligará al Ejecutivo a tramitar el nuevo impuesto por separado. Hacienda prevé que se presente como iniciativa parlamentaria en las próximas semanas y se aborde en una tramitación exprés que permita tener el tributo aprobado antes de final de año. En todo caso la intención es que entre en vigor el 1 de enero en paralelo a las nuevas cuentas públicas.
IRPF: subida de gravamen a las rentas del capital desde los 200.000 euros
Otro de los pilares sobre los que se erige la nueva estructura fiscal diseñada por el Gobierno para incrementar la recaudación está dirigida a reducir la brecha de tributación entre las rentas del capital y las rentas del trabajo, que era uno de los empeños de Unidas Podemos en la negociación. La medida pasa por incrementar el tipo de gravamen aplicable sobre los rendimientos del ahorro a partir de los 200.000 euros y por crear un nuevo tramo por encima a partir de los 300.000 euros, con lo que su impacto será especialmente notable entre grandes inversores. Al contrario que en el caso de las otras dos grandes palancas de aumento de los ingresos, esta parte de la reforma fiscal es de carácter permanente.
Hasta hace dos años, la fiscalidad del ahorro se basaba en la aplicación de tipos de gravamen diferentes en función de tres tramos. En concreto, la regulación establecía un gravamen del 19% sobre los primeros 6.000 euros cosechados como rentas del capital, aplicaba un tipo del 21% desde esta cuantía hasta los 50.000 euros y un 23% para las rentas superiores. En los Presupuestos de 2021, el Gobierno introdujo la creación de un nuevo tramo desde los 200.000 euros con un tipo marginal del 26%.
El plan presentado ahora por el Ejecutivo supone incrementar el tipo aplicado sobre el tramo desde los 200.000 euros que creó en 2021, pasando del 26% al 27%, así como crear un nuevo tramo desde los 300.000 euros en el que el tipo marginal asciende ya al 28%, casi 10 puntos por encima del aplicado al primer tramo.
No. La fiscalidad del ahorro lo que grava son los rendimientos obtenidos a partir del capital que se posee. Solo aquellos cuyos depósitos, acciones u otras formas de capital les generen una renta de más de 200.000 euros en el año se verán afectados por la subida.
Desde Hacienda estiman que la subida de la presión fiscal sobre el ahorro afectará a 17.814 contribuyentes en todo el país, fundamentalmente grandes accionistas e inversores.
El cálculo de la Agencia Tributaria es que los nuevos tipos permitirán recaudar 204 millones de euros, lo que supone que los contribuyentes afectados pagarán de media unos 11.500 euros más por los rendimientos de su capital en el ejercicio 2023. El desembolso, en todo caso, lo harán en primavera de 2024, cuando presenten la declaración de la Renta correspondiente al ejercicio previo.
Límite a la declaración de pérdidas de filiales en el pago de Sociedades
De entre todas las medidas dirigidas al aumento de la recaudación tributaria que Hacienda ha presentado esta semana, la más ambiciosa en términos de ingresos reales para el Estado es la modificación del Impuesto de Sociedades que limita la capacidad de los grupos consolidados de reducir su tributación por las pérdidas de sus filiales. Se trata de una modificación temporal del tributo, prevista únicamente para el ejercicio 2023 y que está previsto revertir el año siguiente, lo que convertiría la medida más en la exigencia de un anticipo de liquidez del Estado a las grandes empresas que en un alza fiscal tradicional.
El plan del Ministerio de Hacienda es impulsar un cambio normativo que limite temporalmente en un 50% la posibilidad que tienen los grupos consolidados de compensar fiscalmente las pérdidas sufridas por sus filiales. La medida estaría vigente durante el ejercicio 2023, pero los derechos no aprovechados en el ejercicio les serán devueltos a las compañías al año siguiente, asegura el Gobierno.
Un ejemplo práctico del efecto de la medida puede ser el de un grupo consolidado en el que una sociedad logra un beneficio de 1.000 millones de euros y su filial cierra el mismo ejercicio con unas pérdidas de 250 millones. En circunstancias normales, a la hora de encarar el pago del Impuesto de Sociedades, este grupo debería tributar por una ganancia neta de 750 millones. Con la medida anunciada por el Gobierno, el grupo solo podrá compensar el 50% de las pérdidas, es decir 125 de los 250 millones en negativo obtenidos por la filial. En consecuencia, en el momento de liquidar el impuesto de Sociedades correspondiente al ejercicio 2023, estos grupos deberán tributar por un beneficio total de 875 millones de euros, frente a los 750 millones que hubieran sido gravados en un año convencional. A partir de ahí, una vez calculada la base imponible (que no engloba todo el beneficio) el tipo general para las grandes empresas se mantiene en el 25% (30% en el caso de entidades financieras o firmas petroleras), con un tipo mínimo del 15% (o el 18%).
La limitación de la compensación fiscal de pérdidas afectará a 3.609 grupos consolidados de todo el país, que suponen el 0,2% de todas las empresas que declaran el Impuesto de Sociedades, según estimaciones oficiales.
La expectativa de Hacienda es que la medida logrará incrementar la recaudación por Sociedades en 2.439 millones entre 2023 y 2024 (puesto que una parte impactaría en los pagos fraccionados de 2023 y el grueso, 2.195 millones, se harían esperar hasta la liquidación del año, en 2024). Eso quiere decir que cada uno de los grupos afectados por la medida tendrá que aportar en total unos 675.000 euros adicionales por Sociedades sobre el ejercicio fiscal 2023.
El objetivo fundamental de esta medida es la de ofrecer liquidez a las arcas públicas a costa de las mayores empresas del país. El Gobierno sostiene que la crisis energética e inflacionista que atraviesa el país, sin un horizonte claro mientras dure la guerra en Ucrania, requiere de recursos adicionales con los que seguir prorrogando las medidas de apoyo ya desplegadas (bonificación de carburantes, rebaja de la factura fiscal de la energía, gratuidad de transportes…). Aunque la Agencia Tributaria ha ingresado a cierre de agosto 27.000 millones más que en el mismo periodo de 2021, no está claro que este ritmo continúe el año que viene, una vez se modere el crecimiento del empleo y la escalada de los precios. Más allá, el retoque en Sociedades puede contribuir a cubrir la rebaja de 1.883 millones anunciada para las rentas de hasta 21.000 euros.
IRPF: mínimo exento y reducción por rendimientos del trabajo
Por el lado de las bajadas de impuestos, el Gobierno aplicará cambios en el IRPF a través de los Presupuestos del próximo año. Por un lado, elevará el mínimo exento de declaración de los 14.000 euros al año actuales a 15.000 euros, y, por otro, aumentará la reducción aplicable a las rentas del trabajo inferiores a 21.000 euros anuales, frente a los 18.000 euros actuales. El objetivo de estas medidas es, de forma conjunta con el aumento de la tributación a los rendimientos de las rentas del capital superiores a 200.000 euros, reducir la brecha entre la tributación de ambos tipos de rentas y reducir en dicha ecuación el peso de las rentas del trabajo.
Según Hacienda, esta rebaja de IRPF beneficiará al 50% de los trabajadores, ya que 21.000 euros es el salario mediano en España, y espera que suponga un ahorro de 1.881 millones de euros. tipos, sino que fija el umbral, en 21.000 euros, por debajo del cual se puede aplicar la reducción. Por tanto, quien gane 21.001 euros o más no se beneficiará de la reducción. Asimismo, la elevación del mínimo exento de los 14.000 a los 15.000 euros no significa que dicha cantidad esté exenta de tributación para todos los contribuyentes, sino que quienes ganen menos de 15.000 euros no están obligados a presentar la declaración.
La propia ministra de Hacienda ha recalcado que las nuevas medidas no afectan a los tramos y tipos, ya que el Gobierno no quiere rebajar los impuestos de forma generalizada a todas las rentas, sino o de la relación laboral o estatutaria y no tengan el carácter de rendimientos de actividades económicas”.
Así, se incluyen dentro de esta consideración sueldos y salarios; prestaciones por desempleo; remuneraciones por gastos de representación; dietas y asignaciones para gastos de viaje; las contribuciones o aportaciones satisfechas por los promotores de planes de pensiones; prestaciones de Seguridad Social, así como las de incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad, o similares; las prestaciones percibidas por los beneficiarios de mutualidades generales obligatorias de funcionarios, colegios de huérfanos y
GUÍA PRÁCTICA PARA LOS CONTRIBUYENTES
16.825 euros siempre que no tengan rentas, excluidas las exentas, distintas de las del trabajo superiores a 6.500 euros. Ahora esos 16.825 euros netos, con el aumento de 18.000 euros brutos a 21.000 euros, pasarán a suponer también una cuantía neta superior, y Hacienda debe establecer la cantidad límite que permite sumar en rendimiento de rentas de capital mobiliario, inmuebles o actividades económicas para poder beneficiarse de la reducción.
La cuantía de la reducción con el nuevo cambio debe ser
Depende de los ingresos. El Ministerio de Hacienda ha difundido varios ejemplos orientativos. Un trabajador sin descendientes que gana 18.000 euros se ahorarrá 746 euros al año y tributará un 40% menos que antes de aplicarse esta medida. En segundo lugar, un trabajador casado que cuente con dos descendientes y con un sueldo de 19.000 euros, al hacer declaración conjunta dejaría de pagar IRPF y se ahorrará 331 euros. Otro ejemplo indica que un pensionista mayor de 65 años con una pensión de 16.500 euros ahorrará 689 euros, de la renta ya con el ejercicio cerrado, estos cambios aún no afectarán a la Renta de 2022 que habrá que presentar en 2023, sino que se verán reflejados en la declaración de 2023, a presentar en 2024.
Más allá de presentar la declaración de la renta, no será necesario realizar ninguna operación concreta para acceder a la reducción, ya que será calculada y aplicada automáticamente por la Agencia Tributaria por el programa de elaboración del borrador de la declaración.
Autónomos: Un máximo de 120 euros de ahorro al año con los cambios
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha incluido una batería de rebajas fiscales para los autónomos en el gran paquete de reforma fiscal. En concreto, Montero ha anunciado una reducción adicional de 5 puntos en el rendimiento neto de módulos para los autónomos. Además, la ministra de Hacienda ha subrayado que el Gobierno incluirá en la reforma una ampliación del 5% al 7% de la reducción para gastos deducibles de difícil justificación en la tributación en régimen de estimación directa simplificada de los autónomos. Hasta ahora, las provisiones deducibles y los gastos de difícil justificación se cuantificaban aplicando un 5% del rendimiento neto positivo.
máximo anual de 2.000 euros. Aquí entran lo que se conocen como gastos deducibles de difícil justificación.
La ministra ha anunciado que esta medida se incluirá en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, por lo que entrará en vigor para el ejercicio de 2023 si pasa el trámite parlamentario.
En España hay 1,6 millones de autónomos. Sin embargo, la ampliación de los gastos deducibles afectará a 577.688 autónomos. Por su parte, el cambio en los módulos beneficia a 956.452 autónomos.