Operaciones históricas que se enfrentaron al ‘no’ del regulador
El visto bueno de un regulador es esencial en cualquier adquisición. Es casi más importante que el precio. Muchas veces, es suficiente con aceptar alguna concesión para calmar sus miedos y lograr vía libre. Pero no siempre es así y hay compañías que han librado encarnizadas batallas contra la Administración para demostrar que su unión no iba a resultar en la creación de un monopolio.
fExxon y Mobil anunciaron su integración en 1998, un acuerdo histórico valorado en más de 80.000 millones de dólares que dio lugar a la mayor petrolera de Estados Unidos. La FTC se opuso, alegando que violaba las leyes de competencia del país. Aun así, la fusión llegó a buen puerto. En 2001, logró el trono como la mayor compañía por facturación de EEUU, que un año después le arrebató Walmart. En Bolsa, cedió su liderazgo en 2012 a favor de Apple. Y el grupo estatal saudí Aramco ostenta en la actualidad el título de mayor petrolera del mundo.
fAmerican Airlines y US Airways anunciaron hace una década su intención de fusionarse. Era la única manera de reestructurarse y salir de la quiebra. La unión daría lugar a la aerolínea más grande de Estados Unidos. El Departamento de Justicia se mostró en contra y llevó el acuerdo a los tribunales. Al final, se permitió la fusión tras acordar una reducción de los precios en los billetes. Una década después, nada queda de aquellos descuentos, y aunque American sigue siendo la mayor aerolínea de EEUU, dista mucho de ser un monopolio: United, Delta, JetBlue... En Estados Unidos hay cerca de 400 aerolíneas registradas que operan alguna ruta en el país.