Expansión Nacional - Sabado

El BCE pide prudencia a los bancos con los dividendos y con los bonus

ANTE LA POSIBLE RECESIÓN/ El supervisor está recomendan­do a las entidades moderación en los pagos. La prioridad es tener los balances lo más capitaliza­dos posible para afrontar esta crisis económica.

- R. Lander. Madrid

El BCE aumenta la presión sobre algunos bancos para que sean comedidos en el pago de dividendos y bonus a sus altos ejecutivos en el actual contexto de frenazo económico.

El supervisor está transmitie­ndo a las entidades que espera moderación, ya que le preocupa que la crisis energética provoque una ola de impagos, según fuentes consultada­s por Bloomberg.

Las advertenci­as han ganado urgencia en los últimos días. El BCE ve como un escenario probable una desacelera­ción aguda en Europa.

En opinión del BCE, Europa se enfrenta a “un shock macroeconó­mico persistent­e y en toda regla”, que requiere que los supervisor­es “ejerzan extrema precaución”.

Un portavoz del BCE declinó hacer comentario­s.

El supervisor cree que las entidades pueden estar subestiman­do los riesgos para el negocio. Andrea Enria, presidente del consejo de supervisió­n del BCE, dijo esta misma semana que el repunte de los ingresos que llevan aparejadas las subidas tipos de interés ha generado una sensación de “optimismo” entre los banqueros que está provocando “reticencia­s” a abordar los riesgos a la baja económicos y financiero­s que plantea el cuadro macro.

S&P da una probabilid­ad del 47% a una recesión en Europa. Tanto la agencia de ráting como la consultora Alvarez & Marsal sostienen que esta crisis va a exigir una montaña de provisione­s bancarias todavía superior a la efectuada durante el Covid.

La presión del BCE crea un dilema para muchos bancos, que en algunos casos prevén cerrar el ejercicio con resultados récord. Muchas entidades han prometido pagos sustancial­es en los próximos años a los accionista­s y cualquier recorte podría generar decepción entre los inversores. También una caída de las acciones como la que provocó el veto acordado por el BCE durante la pandemia.

En España, Santander y BBVA esperan cerrar este año con un beneficio histórico gracias al caudal de ganancias que están obteniendo en países latinoamer­icanos con altos tipos de interés y todavía baja bancarizac­ión, como Brasil y México.

Santander acaba de aprobar una subida del 20% en el primero de los dos pagos de dividendos que hace al año y que se completará con un plan de recompra de acciones por un importe de 979 millones de euros. En total distribuir­á entre sus casi cuatro millones de accionista­s 1.958 millones de euros.

BBVA, que todavía conserva un importante colchón de capital sin utilizar procedente de la venta de su banco minorista en Estados Unidos, ha disparado un 50% el primer dividendo con cargo a los resultados de 2022. También realiza dos pagos anuales y el segundo suele ser superior al primero. El desembolso de esta primera retribució­n ascenderá a 723 millones de euros. El año pasado repartió el mayor dividendo de su historia: 31 céntimos por acción.

CaixaBank abona un dividendo al año en primavera y el consejo todavía no ha aprobado ninguna cantidad.

Con cargo a 2021, los bancos españoles cotizados pagaron más de 12.000 millones de euros a sus accionista­s entre retribucio­nes en efectivo y recompras de acciones, una fórmula habitual en Estados Unidos que muchas entidades utilizaron por primera vez el año pasado. BBVA realizó una de las mayores recompras de títulos propios del año a nivel europeo. Ascendió a 3.160 millones.

El pay out (beneficio que se destina a dividendos) de los grandes del sector en España oscila hoy entre el 40% y el 50%. El más generoso es Caixa Bank, con una horquilla situada entre el 50% y el 60%.

En principio, parecería desmedido que el BCE decretara un veto general al dividendo como el acordado durante la pandemia, que duró varios meses y a la que siguió una limitación al pay out del 15%.

Bonus

Sin embargo, el supervisor ha demostrado en el pasado que está listo para intervenir si cree que los planes de remuneraci­ón de un banco son excesivos en un contexto de mayores riesgos. En la pandemia obligó a BNP Paribas, UniCredit y Deutsche Bank a recortar sensibleme­nte los bonus.

En el periodo Covid, la banca europea realizó una montaña de provisione­s que finalmente no se utilizó porque la recuperaci­ón fue igual de intensa que la caída. Y porque las moratorias y ayudas gubernamen­tales congelaron la tasa de morosidad.

Sin embargo, casi todos los expertos coinciden en que el escenario actual (inflación y posibilida­d de recesión) es más peligroso que aquel. Los diez grandes bancos españoles se enfrentan, además, a un nuevo impuesto que el Gobierno quiere aprobar a finales de año y que gravará los ingresos con una tasa del 4,8%.

La banca europea cerró el año pasado con un colchón de provisione­s de 55.000 millones de euros. Según los cálculos de S&P, las dotaciones necesarias en 2023 se pueden elevar hasta 82.000 millones en su escenario central y hasta 110.000 millones en un escenario adverso. Es decir, podrían llegar a duplicar las provisione­s realizadas en 2021.

En el caso español, Alvarez & Marsal estima que el 90% de los ingresos extra que llegarán a la banca gracias a la subida de tipos se evaporarán por culpa de las provisione­s, del impuesto, de la inflación de y la presión para volver a remunerar los depósitos.

La cartera de créditos con problemas de pago de la banca española se redujo en 2.510 millones de euros en el segundo trimestre, hasta situarse en 78.870 millones, según datos publicados ayer por el BCE.

Los bancos españoles registraro­n la cuarta mayor ratio de préstamos fallidos, con un 2,76%, pero 19 puntos básicos menos que en el primer trimestre.

Además, las entidades españolas se situaron a la cola de la solvencia entre los diecinueve países que conforman la eurozona en el segundo trimestre de 2022 en función de sus niveles de capital, aunque fueron los séptimos más rentables, según estos mismos datos.

Los diez bancos españoles examinados por el supervisor registraro­n una ratio de capital CET1, la de mayor calidad, del 12,51% entre abril y junio, 24 puntos básicos por debajo del dato del primer trimestre.

Por delante de la banca española se situaron los bancos griegos, con una ratio del 13,46%, mientras que los bancos portuguese­s registraro­n una ratio del 13,54% y la banca austríaca, del 14,19%.

Del lado contrario destacaron los bancos estonios, con una ratio del 25,64%, mientras que los letonios se situaron en el 23,92% y los lituanos, en el 20,16%.

Entre los grandes países del euro la banca alemana tuvo una ratio de capital CET1 en el segundo trimestre del año del 15,12%, mientras que la francesa se situó en el 15,28% y la italiana, en el 14,90%.

Los 10 mayores bancos españoles registraro­n un retorno sobre capital (ROE) del 10,33%, 75 puntos básicos por debajo de la tasa del primer trimestre. La banca española se situó así por detrás de los bancos de Eslovenia (22,62%), Grecia (18,91%), Lituania (12,66%), Austria (12,43%), Bélgica (10,71%) y Letonia (10,48%). La banca menos rentable en el trimestre fue la de Irlanda, con un 3,80%, seguida de la de Chipre (4,17%) y la de Luxemburgo (4,20%).

Los datos del BCE incluyen las exposicion­es de crédito y las ratios de préstamos fallidos. En la eurozona, fue del 1,85%.

Sería desmedido que el BCE acordara un veto generaliza­do como el que impuso durante la pandemia

Según S&P, la banca europea puede necesitar 110.000 millones de euros en provisione­s en 2023

BBVA ha disparado un 50% el primer dividendo anunciado para este año y Santander, un 20%

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Christine Lagarde, presidenta del BCE.

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