Planes ‘ad dog’ para viajar con perro
TURISMO En un país con más mascotas que niños, crece la demanda por visitar destinos y locales que acepten animales.
En España hay más mascotas que niños. Sí, según el INE, los menores de 14 años son 6,69 millones y la cifra de animales domésticos registrados asciende a 29 millones, con datos también de 2021 de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía y Veterindustria. Y, como los padres buscan planes para viajar con sus hijos, muchos dueños desean hacerlo también con sus mascotas, una opción cada vez más realista, porque el turismo pet friendly crece al ritmo imparable de la demanda.
Llegar al destino, si se opta por ir en transporte público, es relativamente sencillo. Las compañías aéreas permiten el viaje en cabina de las mascotas más pequeñas (hasta ocho kilos incluyendo la bolsita de transporte en el caso de Iberia, más 35 euros que se abonarían en el aeropuerto para trayectos nacionales, excepto Canarias; 25 euros costaría el billete perruno en Air Europa, para animales que no superen los ocho kilos, 10 con su contenedor); los más grandes deberían volar en bodega, con un cargo superior, o en tren, porque desde el 13 de septiembre los de hasta 40 kilos ya pueden viajar en el trayecto Madrid-Barcelona mientras Renfe testea la propuesta “ante la demanda de los clientes y la presión social”, apunta la compañía. Un programa piloto que estará vigente tres meses y que exige, para la máxima seguridad y comodidad de todos los pasajeros, que lleven bozal y vayan atados con una correa no extensible de máximo dos metros. Sus dueños, para subirse al vagón 7, el pet friendly, tienen que comprar dos plazas contiguas; en la de la ventanilla, con una funda que entrega la empresa y con una alfombrilla a los pies para evitar llenar el asiento de pelos, el animal podrá ir viendo el paisaje.
A SUS ANCHAS POR EL ‘RESORT’
Los perros de hasta ocho kilos pueden pasear por todas las instalaciones exteriores del Cap Vermell Grand Hotel, salvo por la piscina y la zona de niños, un complejo que refleja un pueblo tradicional mallorquín. Al llegar a su suite, como a sus dueños, les espera servicio cinco estrellas, con su camita especial y, en vez de mueble bar (incluido para los huéspedes), su comedero y bebedero. Su estancia cuesta 30 euros por noche.
Si la mascota pesa hasta ocho kilos, puede viajar en la cabina del avión; hasta 40 ahora también en tren
SOLO PARA ADULTOS (Y SUS MASCOTAS) Como si fuesen 140 campos de fútbol. Es lo que mide la finca de Cork Valley, un alojamiento de solo cinco cabañas en Toledo, en la zona de influencia del Parque Nacional de Cabañeros, que ofrece paseos infinitos. Cada ‘Pod house’ de madera, con cama ‘queen size’, minicocina, baño completo, calefacción y aire acondicionado, admite a dos adultos y su mascota (sin límite de tamaño ni coste adicional). Desde 140 euros la noche, con desayuno.
Muchos hoteles de lujo y alojamientos rurales admiten animales, a los que ofrecen una cama especial
DETALLE DE CORTESÍA
Como bienvenida, a los huéspedes de cuatro patas en las 22 direcciones de la cadena Casual Hoteles reciben un ‘snack’ de cortesía. La noche en Casual de las Olas San Sebastián (en la imagen), desde 121 euros; el perrito, en su cama, duerme gratis.
ATADO, CON BOZAL Y EN SU ASIENTO
Desde septiembre, Renfe permite que perros hasta de 40 kilos viajen en sus AVE que cubren la ruta Madrid-Barcelona, porque, de momento, se trata de un programa piloto. ¿El precio de su billete? Como el de su amo, porque el servicio exige la reserva de asiento.
MIMADO ENTRE ALGODONES Y PLUMAS
Los huéspedes que se alojen con su mascota en The Westin Palace, Madrid tendrán en su habitación la ‘Heavenly dog bed’, un colchón de plumas y vajilla para comida y agua. Solo alojamiento cinco estrellas (del dueño, que el perro entra gratis), a partir de 299 euros.
mo un bebedero y comedero, y está acostumbrado a ello, porque “alrededor de un tercio de las reservas ya vienen con mascota [que paga de 20 a 30 euros, según su tamaño]; es una tendencia creciente en las familias”, explica.
Si los paseos son urbanos, cada vez más tiendas permiten ir de compras con compañía animal, que nunca se queja del recorrido ni del gasto. Desde hace meses, las grandes firmas de moda ya abren sus puertas a las mascotas, siempre que vayan atadas cerca
de sus amos, como todas las marcas del grupo Inditex –Zara, Pull & Bear, Massimo Dutti, Oysho, Stradivarius, Bershka y Zara Home–, Mango o H&M.
A la hora de salir a picotear, el perro tampoco tiene que quedarse esperando, porque múltiples restaurantes se apuntan a esta tendencia. En la mayoría, les ofrecen bebida (agua, se entiende) fresquita. Y, para que ningún dueño se queje de que engordan el tiquet, deben venir cenados de casa.
El negocio de los Rovira, una
“familia campesina”, es algo más que hostelería: una explotación porcina de ciclo cerrado, dentro de una finca donde se cultivan los cereales que después convierten en pienso su propio molino y son la base de la alimentación de cerdos, terneras y pulardas. Los productos llegan a la mesa del restaurante con estrella y hotel Els Casals (Sagràs, Barcelona), “donde se cierra este círculo lleno de entusiasmo y pasión”, señalan. El cliente puede probar su “cocina de terruño” vía carta y dos menús, con precios de 80 y 95 euros, con una selección “de lo mejor de lo que nos acaba de llegar” (uno de ellos se basa solo en productos de producción propia o productores y recolectores de la zona). Los famosos embutidos (butifarras,‘bulls’…) de Cal Rovira de recetas tradicionales no solo llegan a la mesa, sino que se distribuyen en el mercado nacional.