El petróleo alto soportará los márgenes y la evolución del sector
El precio del crudo Brent cae un 25,8% desde máximos de 128 dólares por barril el 8 de marzo de este año, y en ese período el sector cotizado de energía del índice Euro Stoxx sube un 13,1% (frente a sólo un 1,7% del propio índice). Desde los mínimos del pasado 26 de septiembre, el Brent ha recuperado un 13,2% frente al 18,4% del sector energía y al 7,6% del Euro Stoxx. El sector energía, además de batir la propia evolución del precio del petróleo, sigue siendo el mejor del índice Euro Stoxx este año, con una subida del 15,9% (frente al -17,5% del índice).
Entre los principales apoyos para el sector, además de sus buenos fundamentales, estarían los elevados márgenes de refino, que se ven empujados al alza por los altos precios medios del Brent, compensando incluso el temor a la recesión. Históricamente, precios del petróleo por encima de 75 dólares por barril respaldan revisiones positivas de los beneficios estimados para las compañías del sector, y en los niveles actuales de 95 dólares por barril se justificarían mejoras del consenso de hasta el 15% a 12 meses. En línea con esto, la presentación de resultados del tercer trimestre de las petroleras ha sido mayoritariamente positiva, con los beneficios un 6,25% por encima de lo esperado y un 68% de sorpresas positivas, y con anuncios reforzando la retribución al accionista tanto con incremento de dividendos como con más recompras de acciones.
En cuanto a lo que cabe esperar de la evolución del precio del Brent a futuro, ya debería tener interiorizado el recorte de producción de la OPEP anunciado en octubre de 2 millones de barriles diarios, e incluso la realidad de que el impacto ha sido algo mayor dado que la mayoría de los países se encuentran produciendo por debajo de su cuota. Por otro lado, las sanciones a Rusia podrían acabar teniendo un impacto en la producción menor al esperado. Según estimaciones de la Agencia de Información de Energía estadounidense, la producción del cártel se reduciría hasta los 28,6 millones de barriles al día en el cuarto trimestre de este año, para volver a incrementarse de forma progresiva durante 2023 hasta los 28,85 millones, en la medida que países como Libia y Nigeria superen sus restricciones de oferta. Por otra parte, la producción de Estados Unidos alcanzará de media 11,7 millones de barriles al día en 2022 (frente a los 12 millones actuales), y se espera que supere los máximos de 2019 y alcance 12,4 millones de barriles a cierre de 2023. Con todo, la producción mundial el año que viene sería de 100,7 millones de barriles al día, incluyendo los recortes de la OPEP+.
Mercado equilibrado
Por el lado de la demanda, las previsiones de PIB de la OCDE siguen pareciendo optimistas, y esperamos que continúen revisándose a la baja hasta cerca del 1,5% (frente al 2,2% actual) a medida que el notable tensionamiento monetario de los bancos centrales se traslade a la economía real. Atendiendo sólo a la relación entre PIB mundial y la demanda de petróleo, un descenso del crecimiento del 1% contraería la demanda de crudo hasta un 1,5%. Por otra parte, un cambio en la política de Covid cero en China a partir de primavera podría moderar dicha caída (consumo esperado de 15,9 millones de barriles esperados para 2023). Las previsiones de demanda de la AIE para 2023 (101,1 millones) también parecen optimistas y vemos riesgo de revisión a la baja entre 0,6 y 1,0 millones de barriles al día. Esto dejaría un mercado equilibrado o incluso con cierto superávit, vulnerable a nuevas decepciones en consumo y con espacio para absorber el establecimiento de nuevas sanciones a Rusia (como el límite al precio de su crudo) y mayores recortes por parte de la OPEP+.
Seguimos esperando que el Brent se mantenga en niveles elevados de cara al próximo año (entre 90 y 100 dólares por barril) y que actúe como catalizador del sector energía. Por valoración, a pesar de las subidas comentadas, todavía cotiza en niveles atractivos y con descuento respecto a su media histórica y al Euro Stoxx del -44% en PER (precio sobre beneficio estimado). A esto se le suman, como decíamos antes, unos excelentes fundamentales, con una rentabilidad medida en base a la generación de caja del 15,1% frente al 5,8% de media desde 2006. Lo cual, unido a que el sector ha aprovechado los últimos años para reducir deuda en casi un 30%, permite ser optimista en cuanto al futuro pago de dividendos y a las recompras de acciones. Estimamos una rentabilidad media de las compañías cotizadas en nuestro universo de cobertura entre el 7% y el 10%. Hablando de ese universo de cobertura, mantenemos la recomendación de sobreponderar el sector energía. Y en cuanto a valores, también siguen en nuestra cartera europea ENI y TotalEnergies, así como Repsol en la española, todas ellas con recomendación de comprar.
Esperamos que la cotización del ‘Brent’ se mantenga entre 90 y 100 dólares por barril de cara al próximo ejercicio