El salvador de América
GRANDES LEGADOS/ John Pierpont Morgan fue el banquero más poderoso de todos los tiempos. Dio forma a los grandes conglomerados de Estados Unidos e impulsó la creación de la Reserva Federal.
Todo el mundo pensaba que era el más rico. Pero cuando murió mientras dormía en su retiro de Roma se supo que su fortuna ascendía a apenas 80 millones de dólares, palideciendo frente a los 900 millones que atesoraba su gran rival John D. Rockefeller.
No hubo ni habrá, sin embargo, hombre más poderoso que John Pierpont Morgan, el financiero que salvó América dos veces y que alentó la creación de los grandes conglomerados que convirtieron a Estados Unidos en la mayor potencia económica del mundo.
Curtido en la Edad Dorada que forjó el esplendor estadounidense, Morgan no fue, en cualquier caso, hijo del sueño americano. Nació ya en una familia rica, de padre banquero que creó el germen de JPMorgan, la que hoy es la mayor entidad financiera del mundo con un valor en Bolsa de 400.000 millones de dólares.
Morgan era un hombre obsesionado con la estabilidad. Creía que para conseguirla se
Impulsor de grandes fusiones, acuñó el concepto de ‘morganización’
necesitaban conglomerados que actuaran casi como monopolios y alentó grandes fusiones, acuñando el concepto de morganización y propiciando la creación de gigantes como la siderúrgica US Steel, AT&T y General Electric. Morgan fue también capaz de reestructurar y lograr pactos entre los magnates de los ferrocarriles, consolidando las bases de un negocio que cimentó el enorme poder americano.
De gran entrecejo y peor genio, Morgan tenía una manera muy peculiar de negociar. Encerraba a las partes y no les dejaba salir hasta que no se alcanzara un acuerdo. Así que su yate El Corsario era perfecto para cualquier mediación.
Las negociaciones más críticas que engrandecieron la leyenda de Morgan tuvieron lugar, no obstante, en su mansión de Manhattan. Era octubre de 1907 y los mercados financieros sucumbían al pánico. La Bolsa de Nueva York perdió más del 50% en tiempo récord y Wall Street se situaba al borde del abismo. Bajo la enorme influencia de Morgan, se pactó un amplio rescate que limitó las consecuencias del primer crac financiero de la historia.
Después de aquellas tortuosas semanas, la comunidad bancaria supo que debía crear un sistema que regulara los mercados para evitar que estuvieran a merced de un solo hombre. Fueron los cimientos de la poderosísima Reserva Federal.