La España seca ve en las subvenciones al agua un aliado digital
PRIMERA CONVOCATORIA/ El Perte de digitalización del agua pretende movilizar un total de 3.000 millones en inversiones.
La gestión de los recursos hídricos representa uno de los grandes desafíos de España. El Gobierno ha aprovechado la inyección de fondos europeos a través de plan de recuperación y resiliencia para paliar el cada vez mayor déficit de inversión, especialmente en las áreas de depuración y saneamiento.
Bruselas calcula que España debe incrementar sus inversiones en torno a un 49% para garantizar el cumplimiento de las directivas europeas sobre el agua potable y el tratamiento de aguas residuales urbanas, un asunto delicado ya que la Comisión Europea ha impuesto una multa al Reino de España por infringir la directiva sobre la calidad del agua.
En el sector calculan que las necesidades del ciclo integral del agua en España ascienden a 6.000 millones de euros, lo que pone de relieve la dimensión del problema en un momento en el que las grandes economías del mundo han realizado una apuesta decidida por luchar contra el cambio climático y defender los objetivos ODS de las Naciones Unidas, en los que el cuidado y calidad de los recursos hídricos son una prioridad.
El Perte de digitalización del agua pretende reducir esa brecha inversora. El proyecto quiere impulsar la integración de las nuevas tecnologías en el sector y está previsto que movilice en los próximos años unos 3.000 millones de euros entre fondos públicos y privados, además de crear en torno a 3.500 puestos de trabajo de alta cualificación hasta el año 2023.
La primera convocatoria, dotada con 200 millones de euros, se publicó en septiembre y los proyectos que compiten por estos fondos se cuentan ya por decenas. La mayor parte de los municipios de más de 20.000 habitantes, en solitario o en consorcio entre distintas localidades, han presentado sus pla
El Gobierno publicó en septiembre la primera convocatoria del Perte de digitalización del ciclo urbano del agua.
nes de inversión, cuyo denominador común es la sustitución de contadores de agua manuales/analógicos por sistemas digitales que permiten un control remoto de los consumos domésticos de agua.
Los expertos advierten de que la tecnología no es un fin en sí mismo sino el medio para que la gestión diaria del agua sea más eficiente. “Lo importante no es la digitalización en sí misma, sino para qué se hace. Antes la manera de gestionar era más correctiva, después pasó a ser preventiva y ahora es predictiva: Podemos saber qué ocurre gracias a la información en tiempo real”, subraya Juan Carlos Blázquez, director de Desarrollo de Negocio Nacional de Agua de Acciona, en unas recientes jornadas de EXPANSIÓN.
Las ventajas que la tecnología ofrece a los consumidores también son claras. “El ciudadano puede ver en todo momento qué consumo está haciendo, algo clave para que pueda ahorrar. Antes sabía cuánto consumía en un trimestre, pero no conocía el detalle en el día a día”, precisa María Silvestre, responsable de operaciones de Global Omnium en el municipio valenciano de Burjassot. Además, hay otros beneficios como “la lectura real en el momento de la facturación, que permite eliminar las estimaciones de consumo y reduce los tiempos de facturación”.
Las empresas también creen que las tarifas del agua urbana deben adaptarse a su valor de producción, ya que hoy están muy por debajo del coste de explotación.