Fincas rústicas y locales para ganar con los inmuebles
El abanico de posibilidades en el sector inmobiliario es muy amplio. Las rentabilidades en varios segmentos alcanzarán el doble dígito a lo largo del año que viene.
INVERSIÓN INMOBILIARIA
Históricamente, los activos inmobiliarios están entre los favoritos de las familias españolas. El abanico de posibilidades es muy amplio, y va desde la compra de vivienda para su alquiler posterior, hasta la adquisición de plazas de garaje, trasteros, locales comerciales, oficinas y fincas rústicas. Alternativas que permiten diversificar al máximo la cartera inmobiliaria, con activos muy distintos entre sí y con niveles de riesgo también bien diferenciados. ¿Cómo son y qué rentabilidades ofrecen?
Vivienda
Comprar una vivienda para su alquiler posterior es una de las opciones más atractivas para combatir la fuerte embestida de la inflación que sufren las familias españolas. Los precios de las casas siguen subiendo. Según el índice inmobiliario de Fotocasa, el de la vivida de segunda mano creció un 7,1% interanual en noviembre. Hacía tres años que no subía tan alto.
En paralelo, el precio del alquiler también avanza a toda velocidad. Un 6,2% en lo que va de año, según Servihabitat Trends. La firma constata también que se ha producido una fuerte contracción de la oferta. En este escenario, comprar para alquilar ofrece rentabilidades significativas en un elevado número de provincias. Según datos de Fotocasa (ver tabla adjunta), Valencia, Segovia, Murcia, Las Palmas y Toledo generan altos retornos que se sitúan entre el 7,6% y el 8,9%.
Garajes y trasteros
La adquisición de una plaza de garaje para su alquiler posterior es una de las inversiones inmobiliarias históricas de los españoles. El coste de mantenimiento de las plazas es mínimo y se trata de un activo muy líquido. Los expertos recomiendan comprar en el centro de las grandes urbes, donde las probabilidades de alquilar se acercan al 100%.
Según datos de Idealista, al cierre del primer trimestre la rentabilidad neta era del 6%, por debajo del 6,2% del 30 de junio. Se está produciendo por lo tanto un retroceso, pero hay capitales como Castellón y Murcia donde los rendimientos superan el 8%.
En las grandes capitales, las rentabilidad de comprar una plaza de garaje para alquilar es del 6,4% en Barcelona y del 5,1% en Madrid.
Otro activo seguro y con bajo coste de mantenimiento es el trastero. La demanda se mantiene en niveles elevados por las cada vez mayores necesidades de espacio de los habitantes en las zonas más pobladas o en las que hay mayor escasez de este producto. Según el tamaño y la ubicación del trastero, este activo puede alcanzar rentabilidades por alquiler de entre un 5% y un 10%.
Oficinas
Tres capitales andaluzas marcan diferencias en oficinas, otro de los segmentos que más han sufrido por el auge del teletrabajo. Sevilla, Huelva y Almería (ver cuadro adjunto) ofrecen rentabilidades de entre el 12,6% y el 10%.
En el mercado de oficinas, Barcelona supera al de Madrid con un rendimiento del 6,9%. En la capital, las oficinas rinden de media el 6,5%.
En el universo pos-Covid han cobrado relevancia las oficinas flexibles. Según un informe de la consultora CBRE, la ocupación en este segmento cada vez más demandado se situaba ligeramente por encima del 80% en
Madrid a finales del tercer trimestre del año, frente al 69% del pasado ejercicio. En Barcelona, la tasa de ocupación ha aumentado desde el 70% hasta el 85%.
Locales
Los locales comerciales fueron duramente castigados por la crisis del Covid, pero al cierre del tercer trimestre del año es el activo que ofrece mayor rentabilidad en casi todas las capitales españolas, según Idealista. Hasta siete ciudades superan el 10% de rentabilidad por alquiler. En las grandes capitales, los retornos son del 8,6% en Barcelona y del 8% en Madrid. Los expertos recomiendan un análisis exhaustivo de las zonas antes de elegir un local y sus distintas posibilidades, y analizar a los competidores cercanos.
Fincas rústicas
Según la tasadora Tinsa, las rentabilidades del suelo agrario se sitúan entre el 4% de los pastos y pastizales hasta el 11% de los productos de invernadero. Por lo tanto, el retorno que ofrecen las fincas rústicas para su explotación directa o arrendamiento a terceros puede superar la de muchos inmuebles urbanos.
La rentabilidad final depende de los diferentes cultivos. Los mejores son los de hortalizas, que rinden al 11%; seguidos por los invernaderos, al 10%, y los cítricos y frutales, al 7%. Por contra, con rendimientos peores están los pastos, al 4%; los herbáceos y los olivares, al 5%, y los viñedos, al 6%. “Todos ellos son cultivos en los que España es una potencia exportadora, especialmente dentro de la UE”, aunque también llegan a otros destinos como Reino Unido, China y EEUU, según destaca el informe de Tinsa.