TSMC prepara su primera planta de chips en Europa
ALEMANIA/ El gigante taiwanés negocia con autoridades y proveedores para abrir una factoría en el Viejo Continente.
El gigante taiwanés TSMC, el mayor fabricante mundial de chips, mantiene conversaciones avanzadas con diversos proveedores para abrir en Dresde (Alemania) la que sería su primera planta en Europa y capitalizar la elevada demanda en la región, especialmente de la industria automovilística.
La compañía enviará a un grupo de altos ejecutivos a Alemania a comienzos de 2023 para discutir sobre los apoyos públicos para levantar su factoría y evaluar la capacidad de suministro de los proveedores locales, según Financial Times. El viaje de los directivos a Alemania será el segundo en seis meses y la decisión final para acometer la inversión multimillonaria se espera se produzca poco después de las reuniones que mantengan con autoridades y proveedores. Si el plan sale adelante, la factoría alemana del gigante taiwanés podría comenzar a construirse a comienzos de 2024, según las fuentes del rotativo.
El año pasado, diversos clientes preguntaron a TSMC si se planteaba la posibilidad de contar con un centro de producción en Europa (en EEUU ha anunciado la apertura de dos fábricas), pero la compañía asiática paralizó los planes potenciales tras la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, la creciente demanda de chips por parte de la industria automovilística, muy potente en Alemania y en el resto de Europa, habría animado al grupo a relanzar los planes.
Los microchips se han convertido en un componente
De sus 52.680 millones de ingresos, un 65% procede de Norteamérica y sólo el 6% de Europa
esencial a medida que avanza la digitalización en todos los sectores y ámbitos de la vida. La mayor parte de la producción se concentra en Asia, con grandes fabricantes como TSMC, Samsung o SK Hynix. Además, los problemas de suministro provocados por el impacto del Covid en China y el resto de Asia, que aún se arrastran, empujaron a EEUU y Europa a desplegar grandes planes de ayuda e incentivos para atraer producción y reducir las importaciones de chips. Bruselas aprobó hace meses subsidios por 43.000 millones de euros.
En este contexto es donde se enmarca el posible desembarco de TSMC con la apertura de una factoría de chips. La estadounidense Intel, por ejemplo, está solicitando más fondos al Gobierno alemán para su fábrica en Magdeburgo, que supondrá una inversión de 17.000 millones.
En los nueve primeros meses de 2022, TSMC facturó 1,63 billones de dólares taiwaneses (52.680 millones de euros), un 42% más. Sólo el 6% provino de Europa, Oriente Medio y África, frente al 65% de Norteamérica.
Europa y EEUU pugnan por atraer producción de chips, que hasta ahora se concentra en Asia