Las tiendas de la vaca que nacieron del ‘top manta’
COMERCIO/ Ale-Hop Grimalt, empresa propietaria de la red de tiendas reconocibles por la vaca pinta en la entrada, prevé facturar este año 160 millones de euros con sus regalos de diseño y bajo precio.
En 1990, Vicente Grimalt creó en Denia (Alicante) el germen de lo que hoy es la red de tiendas Ale-Hop, formada por 276 establecimientos repartidos entre España, Portugal, México y Croacia. De ellos, 210 son tiendas propias y 66 franquiciadas. Este año prevé alcanzar una facturación récord de 160 millones de euros con la venta de productos de regalo, papelería, textiles y complementos que combinan diseño a precio asequible, según las estimaciones de Darío Grimalt Monfort, hijo del fundador y consejero delegado.
Hijo de agricultores humildes, Vicente Grimalt terminó sus estudios a los 12 años y a los 17 años se embarcó con un amigo en la venta ambulante, en fiestas y mercados, de sombreros y capazos hechos en su localidad natal, Gata de Gorgos (Alicante). “Por eso, cuando nos preguntan por los orígenes de Ale-Hop decimos el top manta”.
Con la fundación de Clave Denia inició la venta al por mayor, junto a Vicent Monfort, que sigue en la compañía como director de IT. La primera tienda se abrió en Denia en 1991 con la denominación Clave y con una superficie de mil metros para la venta de artículos de decoración y regalo.
“Reflexionó y se dio cuenta que el formato no era adecuado para una cadena”, asegura Darío Grimalt. Diez años después, en 2001, cambia el enfoque y apuesta por productos de menor tamaño, que pudiesen estar en una tienda mucho más pequeña. Ahí surgió la marca Ale-Hop con una tienda de 140 metros en Valencia. “Esta primera tienda no tuvo un gran éxito, pero sirvió como laboratorio”. Fue con la quinta apertura en Benidorm cuando dio con el mix de ubicación, turismo y producto diferenciador.
El secreto es que “la gente entra sin pensar que va a comprar y compra”, porque hay “producto con buena relación calidad/precio y que sorprende”, aseguraba en una entrevista en EXPANSIÓN Vicente Grimalt. Detrás hay “mucha tendencia, investigación y diseño propio”, además de novedades semanales que son “testadas muy rápidamente. Si funcionan siguen y si no, se retiran”. Grimalt dice compartir la opinión de su padre de “ofrecer el producto adecuado, en el momento adecuado, en el lugar adecuado, al precio adecuado y con el equipo adecuado”. Pero también da importancia al líder y a la toma de “decisiones pensando en el largo plazo”.
“En mi caso, y lo comparto con mis hermanos, me gusta pensar que la empresa será para mi hija y sobrinos. Tenemos
la responsabilidad de dejarles la mejor empresa: que sea internacional, solvente, que los Hopers –trabajadores– sean felices de trabajar y que los Ale-hopers –clientes–
La vaca. Se reconocen fácilmente las tiendas de Ale-Hop, que ofrecen artículos de regalo, papelería, juguetes y textil de bajo precio.
se diviertan en nuestras tiendas”. Además, “no tenemos deuda, nos autofinanciamos” y esto da libertad de decisión.
La empresa se ha mudado dos veces, primero a Ondara en 1997, también en Alicante, y en 2020 a Bellreguard (Valencia), donde tiene su sede y centro logístico de 20.000 metros. En 2021, abrió un laboratorio de I+D “para hacer pruebas de mobiliario, productos…”, dice Darío Grimalt. En 2023 tendrá un nuevo centro logístico en Oliva.
La aventura exterior se inició en Portugal en 2005. En 2021, abrió en México y Croacia. “Para 2023, queremos continuar la apuesta internacional abriendo en un quinto país con tiendas propias y estudiar un sexto en régimen de franquicia”, avanza.
El fundador. Vicente Grimalt fundó en 1990 Clave Denia, el origen de lo que actualmente es la red de 276 tiendas de la marca Ale-Hop.