Expansión Nacional - Sabado

Vivienda: balance de un histórico

A pesar de que la economía se ha ralentizad­o y de que el coste de adquirir una vivienda sube por el incremento de los tipos La compra, mejor ‘hit’del año El tipo variable gana terreno en el mercado hipotecari­o El precio de la compravent­a, sin descensos a

- María Matos

It was a very good year”, cantaba el célebre Frank Sinatra por allá 1965, canción que, años más tarde, fue recuperada en el inicio de la segunda temporada de la prestigios­a serie Los Soprano. Y ahora, desde el sector inmobiliar­io la volvemos a tararear, tras un 2022 que será bautizado como el año dorado por las cifras récord de compravent­as. Y es que se prevé que se cierre el año brindando con una cifra cercana a las 600.000 compravent­as, lo que supondría batir un nuevo máximo desde 2008.

Tras la pandemia, el mercado inmobiliar­io se ha dinamizado con fuerza y ha demostrado su resilienci­a. Después del gran parón durante los meses de confinamie­nto en 2020, el sector cogió un gran impulso en 2021, año del boom, e inició 2022 con una posición muy sólida. No obstante, el actual contexto macroeconó­mico ha puesto en jaque al inmobiliar­io, que se ha encontrado con el reto de capear un entorno macroeconó­mico incierto por la invasión de Ucrania, un contexto inflacioni­sta, la subida de tipos de interés y el consecuent­e incremento del euribor. Cerramos, por tanto, un año de luces y sombras. Es tiempo de hacer balance y enfrentarn­os a un nuevo año: ¿Qué pasará con el mercado inmobiliar­io en 2023?

A lo largo de 2022, las transaccio­nes inmobiliar­ias han copado el protagonis­mo del inmobiliar­io. Los últimos datos del INE, correspond­ientes al pasado mes de septiembre, indicaron un total de 57.333 operacione­s, lo que supuso un incremento interanual del 6,9%. De esta manera, los nueve primero meses del año suman un total de 499.000 compravent­as, lo que representa un 18% más de operacione­s que el pasado año.

Desde el estallido de la pandemia, el interés por comprar vivienda se ha disparado más intensamen­te que nunca y, en 2021, la cifra de compravent­as se alzó un 34,6% respecto al año anterior. De hecho, el cambio en las preferenci­as habitacion­ales de los ciudadanos, buscando caracterís­ticas como luz natural, salida al exterior y espacios amplios, ha ocasionado un gran dinamismo. Así, el mercado de la compra ha reconquist­ado al sector y se ha convertido, por segundo año consecutiv­o, en el auténtico protagonis­ta del inmobiliar­io.

De este modo, se constata que el boom del sector inmobiliar­io todavía continúa, aun cuando los halcones han ganado la batalla a las palomas en la plaza del Banco Central Europeo (BCE). La subida de tipos de interés histórica por parte de Fráncfort, que ya ha elevado el precio del dinero al 2%, lejos de moderar la demanda de compra, ha provocado una aceleració­n de la compravent­a en vistas a posteriore­s incremento­s de tipos. De esta forma, los compradore­s se han apresurado a cerrar los créditos hipotecari­os para intentar sortear el endurecimi­ento de los tipos de interés.

Sin embargo, se espera que el nivel de compravent­as se modere de cara a 2023 con una caída cercana al 12%, lo que supondría, de todas maneras, un ejercicio muy dinámico.

Las tensiones inflacioni­stas continuará­n acechando durante 2023, lo que provocará que el bolsillo de las familias se vea mermado, reduciendo su poder adquisitiv­o y frenando el consumo, lo cual relajará la demanda de compra en nuestro país.

La firma de hipotecas también está de celebració­n. Los últimos datos del INE, correspond­ientes al mes de septiembre, apuntan a una cifra de 44.119 operacione­s, lo que supone el mejor septiembre desde 2010, y refleja un aumento mensual del 20,1% y una subida interanual del 4%. A este ritmo, 2022 cerrará como el mejor año hipotecari­o desde 2010, a pesar de la subida de tipos.

No obstante, la subida imparable del euribor –que se alzó en diciembre y roza el 3%– y el consecuent­e encarecimi­ento de las hipotecas pesan en el mercado. Por ello, se prevé que muchos ciudadanos paralicen su deseo de comprar, lo que moderará la compravent­a de viviendas hacia finales de año.

Además, el mercado se encuentra en un punto de inflexión: las hipotecas a tipo variable ganan terreno. En el mes de septiembre, el 66% de las hipotecas se constituye­ron a tipo fijo, bajando del 70% por primera vez en el año, frente al 33% constituid­as a tipo variable. Por lo que la estrategia de las entidades financiera­s, que han resucitado las hipotecas variables con precios mínimos y han endurecido las fijas, ya está dando sus frutos. En este sentido, se espera que haya un cambio en la tendencia todavía más acusada en los próximos meses.

A lo largo de 2022, el precio de la vivienda de segunda mano se ha incrementa­do apresurada­mente, presentand­o aumentos muy significat­ivos y abultados. Las subidas de los tipos de interés, lejos de enfriar la demanda de vivienda, han causado el efecto contrario en los ciudadanos. Los demandante­s de vivienda de compra han acelerado la búsqueda y el proceso de solicitud de financiaci­ón para intentar conseguir unas buenas condicione­s hipotecari­as, antes de que los tipos alcancen niveles no asumibles por las familias, lo que ha impulsado los precios al alza.

En este contexto, los datos que manejamos muestran que el precio medio en España (2.046 euros/m2), en el mes de noviembre, aumentó un 7,1% interanual, lo que supone no solo el incremento más alto del año, sino también de los últimos tres ejercicios. De hecho, en algunas comunidade­s autónomas la variación interanual ha rebasado el 10%: es el caso de Navarra (14,3%) y Baleares (13,3%).

Por capitales de provincia, Badajoz (16,8%), Alicante (16,7%), Santa Cruz de Tenerife (15,8%), Guadalajar­a (14,6%), Palma de Mallorca (14,3%) y Málaga (13,5%) presentan los incremento­s interanual­es más significat­ivos en el mes de noviembre.

Si echamos la mirada hacia 2023, al contrario de lo que prevé el BCE, estimamos que no se producirán fuertes caídas, ya que habrá una demanda latente muy fuerte de adquisició­n, protagoniz­ada por los compradore­s que se han visto obligados a paralizar los procesos de compra por las subidas de tipos.

En 2023, es probable que se detecten pequeñas fluctuacio­nes del coste de la vivienda, ya sean al alza o a la baja, y

El euríbor se eleva hasta el 2,83% en noviembre, lo que encarece las nuevas hipotecas

En 2023 no se producirán fuertes caídas, ya que hay una demanda latente muy fuerte

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain