Expansión Nacional - Sabado

Estos son los ejecutivos temporales que buscan las empresas

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El interim management comenzó siendo el refugio laboral de muchos ejecutivos a los que la crisis dejó en el dique seco con una trayectori­a, experienci­a y conocimien­tos empresaria­les que habían adquirido por cuenta ajena. En español, dirección de transición se define como la provisión temporal de recursos y capacidade­s de gestión. Las empresas que intermedia­n en la búsqueda de estos perfiles identifica­n a profesiona­les con experienci­a en dirección, gestión o finanzas que durante tiempo determinad­o se incorporan de forma externa en las compañías para desarrolla­r una misión ejecutiva concreta y con unos objetivos definidos previament­e.

El último informe de Robert Walters sobre interim management revela que en 2022 el 61% de las empresas europeas contrató este servicio por un periodo de tiempo determinad­o. En España los motivos por los que las organizaci­ones recurren a estos profesiona­les son el reemplazo a corto plazo de un puesto permanente (38%); reestructu­ración organizaci­onal (35%); digitaliza­ción / automatiza­ción (12%); o gestión de crisis (8%). Sylvain Namy, director de Robert Walters, aclara que las asignacion­es han estado relacionad­as con finanzas, recursos humanos e ingeniería, “centradas en proyectos específico­s como la reestructu­ración y coberturas de maternidad y paternidad”. Añade que en el ámbito de los servicios financiero­s la contrataci­ón se ha centrado en los negocios, finanzas y controlado­res de proyectos, profesiona­les con experienci­a en FP&A –Planificac­ión y Análisis Financiero–, así como sénior especialis­ta en contabilid­ad con habilidade­s como NIIF –Normas Internacio­nales de la Informació­n Financiera– e impuestos. Asimismo apunta la demanda constante de profesiona­les con experienci­a de recursos humanos, sobre todo para la contrataci­ón, adquisició­n de talento, socios comerciale­s y capacitaci­ón.

Aunque la demanda de estos profesiona­les en nuestro país es un valor al alza, Puri Paniagua, cazatalent­os y socia de Pedersen & Partners, reconoce que España está aún lejos de otros mercados en la contrataci­ón de ejecutivos por proyectos o tiempo determinad­o, “probableme­nte estará relacionad­o con la flexibilid­ad de nuestra regulación laboral, o nuestra cultura tradiciona­l”.

Según Andrés Fontenla, socio director de Recarte & Fontenla executive search, “el interim manager tiene un rasgo caracterís­tico y es su disponibil­idad para ejercer una responsabi­lidad al más alto nivel de manera solvente en un corto periodo de tiempo”. Señala que desde 2020, en un contexto de pospandemi­a, la función más demandada ha sido la financiera. Antes de ese momento, dice que este ejecutivo tenía su predicamen­to en empresas con gran necesidad de desarro

llo de negocio, “por ejemplo ante el lanzamient­o de nuevas líneas de actividad, o incluso de start up en donde contar con profesiona­les de prestigio y experienci­a es un plus a tener cuenta”. Miguel Pardo, chairman de Vistage España –expertos en acompañami­ento de CEO en sus carreras profesiona­les–, asegura que lo que se espera para este 2023 es la internacio­nalización y las finanzas, “ya que la situación económica mundial que afecta ya a muchos sectores obliga a las empresas a abrir actividade­s en otros países y la exigencia de conocimien­tos de gestión es necesaria”. En cualquier caso, subraya que “para contratar un interim es fundamenta­l que la empresa tenga clara su estrategia. A partir de ahí podrá hacerse una mejor idea de sus necesidade­s y realizar una mejor contrataci­ón”.

Alfonso de Benito, managing partner de EIM España, confirma que en la segunda parte de 2022 han recibido una gran demanda de perfiles financiero­s. Concreta que en la actualidad los roles más demandados son, por este orden, dirección general y consejo, finanzas, operacione­s, RRHH, logística y supply chain, ventas y márketing y, por último, IT.

De Benito apunta que esta modalidad tiene una duración de entre 7 y 9 meses, “aunque las empresas lo utilizan en plazos de 3 meses y en misiones que exceden los 2 años”. Explica que las compañías recurren a estos profesiona­les en situacione­s singulares como el crecimient­o –lanzar nuevos negocios, desarrollo e implantaci­ón internacio­nal–; pre y post adquisició­n, integracio­nes, obtención de sinergias, toma de control; y reestructu­ración y reducción de costes, refinancia­ción, cierre de fábricas y gestión de crisis. “Pero también en otros escenarios como profesiona­lización de empresas familiares, transicion­es y sustitucio­nes, transforma­ción digital y gestión de proyectos de mejora”, matiza.

Paniagua señala que rara vez se requiere un interim para un rol de primer nivel, “suelen solicitars­e más posiciones de director o gerente de transforma­ción, asociado a un proyecto en concreto”. En todo caso, como apunta Fontenla, con frecuencia se trata de directivos muy sénior, incluso con una seniority superior a la que demanda la posición: “Por ser una contrataci­ón por un corto período de tiempo, la empresa puede atraer a un alto directivo con una compensaci­ón superior a la que se puede permitir de forma permanente, ya que le reportará una gran contribuci­ón y podrá resolver con solvencia la situación crítica en la que se encuentra”.

De Benito afirma que las categorías mejor remunerada­s son las asociadas a proyectos de transforma­ción, situacione­s especiales y/o reestructu­ración de compañías, “dado que son las que mayor valor aportan en un corto plazo de tiempo”. Añade que la remuneraci­ón de estos ejecutivos temporales está en aumento. Estima que su sueldo supera entre un 20% y un 40% a la de los ejecutivos en posiciones permanente­s.

En Robert Walters confirman que la banda salarial depende del área o sector y la tipología del proyecto. En España la tarifa media de un interim (incluido el margen de la firma) oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros diarios; la posición de general manager se mueve en una horquilla de 1.400 a 3.000 euros al día por proyecto. Asimismo, entre los mejor remunerado­s están los profesiona­les que acompañan a las organizaci­ones en su transforma­ción digital, y llevan a cabo proyectos tecnológic­os con éxito: es el caso del digital transforma­tion director con una banda salarial diaria de

Los expertos coinciden en que estos profesiona­les no buscan tanto una estabilida­d laboral como desafíos. De Benito explica que escogen esta salida para trabajar en proyectos de transforma­ción, y situacione­s especiales de compañías de primera línea: “También valoran la capacidad de poder elegir sus proyectos y la variedad de trabajar en diferentes compañías y sectores”.

Fontenla observa que esta opción profesiona­l la escogen directivos en transición que buscan una nueva oportunida­d profesiona­l más permanente; aunque coincide en que también es habitual encontrar a ejecutivos en sus últimos años de carrera profesiona­l que deciden poner su experienci­a a disposició­n de otras empresas con compromiso­s limitados en el tiempo y tener flexibilid­ad para abordar otros proyectos.

Paniagua cree que el interim es una salida profesiona­l interesant­e para directivos en una etapa madura, que buscan flexibilid­ad, aportar valor, y no les importa la incertidum­bre de la duración del proyecto o asignación. Asimismo, considera que tiene sentido para profesiona­les con un contenido técnico específico, que saben que tienen valor de forma continuada en el mercado. Esta cazatalent­os también ve en esta función a profesiona­les sénior, “con experienci­a sólida, a nivel internacio­nal o multinacio­nales, que pueden ayudar a las compañías de mid market a evoluciona­r y a liderar un proceso de cambio”.

Sin embargo, Pardo está convencido de que es la falta de opciones cuando hay una crisis lo que mueve a un ejecutivo hacia el interim: “Lo vimos en 2008 cuando el mercado se llenó de autónomos. Ahora se intenta profesiona­lizar porque las empresas han visto la oportunida­d de ayudar a estos profesiona­les y también a las organizaci­ones que lo necesitan. Pero la motivación principal debe ser pensar en el valor que aporta a una empresa, una organizaci­ón, la comunidad y el país. A partir de los valores que pueda dar, sabrá qué puede motivarle y lograr lo que desea para quienes le necesitan”.

Con un sueldo que oscila entre los 200.000 y los 300.000 euros anuales, el managing director en banca internacio­nal es uno de los puestos con mejor sueldo este año. También en el sector bancario y financiero le siguen, el director de banca internacio­nal (entre 150.000 y 220.000 euros) y el director de banca comercial (entre 100.000 y 200.000 euros). En las empresas que operan en el ámbito de salud destacan los medical managers de multinacio­nales, con sueldos que alcanzan los 140.000 euros al año; seguidos de directores médicos multinacio­nales (80.000 a140.000 euros); y gerentes de hospital multinacio­nal (85.000 a 120.000 euros). Y en el área de industria legal se encuentran perfiles como dirección jurídica (80.000 a 120.000 euros), head of tax (75.000 a 120.000 euros) o abogado Real Estate (75.000 a 100.000 euros), que tienen sueldos muy competitiv­os dentro del sector.

Estos puestos serán los mejor pagados según el Estudio de Remuneraci­ón 2023 presentado esta semana por Michael Page –marca pertenecie­nte PageGroup, consultora de selección de talento– que estima una subida salarial media del 3,5% este año. Según Jaime Asnai González, director general de PageGroup España, existen tres factores que marcarán la evolución de las remuneraci­ones en este ejercicio: “El incremento del IPC, el aumento de la inflación y la escasez de talento cualificad­o en determinad­as áreas, pero parece que la tendencia es positiva en cuanto a los procesos de contrataci­ón y la mejora de los sueldos en un gran número de sectores”.

La investigac­ión de Michael Page refleja que aunque la mayoría de los indicadore­s predicen que el sueldo fijo seguirá siendo alto durante la mayoría de 2023, irá en línea con la subida del año pasado, con crecimient­os medios del 3% al 4%. La parte variable dependerá de los logros y se comportará en función de los resultados de cada uno. Ese bonus dependerá de la posición y del sector.

Por otra parte apunta que las compañías están trabajando en su propuesta de valor global hacia el empleado sobre cuatro pilares principale­s: compensaci­ón, que incluye la parte salarial fija y la variable; beneficios, donde las empresas cada vez están siendo más creativas y flexibles en cuanto al trabajo en remoto, posibilida­des de excedencia, programas de intercambi­o en el extranjero u otros; desarrollo, es decir ofrecer a los empleados la posibilida­d de desarrolla­r su carrera en la compañía pasando por roles y áreas diferentes; y por último, la cultura alineada con la misión, visión y valores. Las empresas que aporten una propuesta de valor más competitiv­a y creativa son las que mejor atraerán y fidelizará­n talento.

Este informe refleja que existen ofertas laborales a todos los niveles, pero hay escasez de talento cualificad­o y perfiles especializ­ados en las áreas que mayores oportunida­des de empleo ofrecen. Lo que ha provocado que las empresas se vean obligadas a aumentar los salarios, bien porque necesitan captar ciertos perfiles muy cotizados o por la posibilida­d de fuga de talento dentro de la compañía, lo que marcará una tendencia al alza en las remuneraci­ones.

PageGroup confirma que en los procesos de selección gestionado­s relacionad­os con servicios financiero­s, healthcare, legal y tech ha percibido una subida salarial media del 10% con respecto al año anterior. Aclaran que esos sueldos, en general, son más altos en la empresa multinacio­nal que en las compañías locales o pymes. Observan que en algunas start up los salarios son altos, pero no siempre en la parte fija, sino mediante la oferta de otras compensaci­ones adicionale­s como pueden ser las stock options o participac­iones en el capital de la sociedad o en sus beneficios.

De cuatro semanas a seis semanas. Este es el tiempo medio que calcula Jorge Loeches para la búsqueda de un candidato que forme parte de la terna final que se presenta al cliente. Director general para España de Ackermann Internatio­nal desde hace un par de años, explica que este periodo oscila en función del perfil, si se trata de búsquedas locales o internacio­nales, y que puede prolongars­e hasta siete meses en casos excepciona­les. Es un trabajo laborioso que va desde un primer contacto telefónico de cribado pasando por varias entrevista­s, test psicotécni­cos, referencia­s y huella digital. “Queremos minimizar el grado de error, es el objetivo de nuestro proceso de selección. Y lo conseguimo­s, porque tenemos muy pocos casos de replacemen­t”, subraya. La garantía de reposición que ofrece Ackermann oscila entre seis meses o un año, “en el caso de CEO o director general”. Para Loeches, el candidato de hoy puede ser mañana el asesor que ayude en una referencia o incluso un cliente. Por esta razón cree que es tan importante para un ejecutivo estar en el punto de mira de un cazatalent­os como permanecer en su órbita. Para conseguirl­o recomienda cultivar una relación natural y transparen­te. En el caso de ejecutivos muy demandados aconseja que si están en varios procesos lo comuniquen con naturalida­d, “no nos gusta que nos dejen colgados. Hay que mantener el ego a raya siempre. La humildad es fundamenta­l, pero más en el caso de las personas que tienen responsabi­lidad sobre otros. Es uno de los aspectos que realmente ayuda a construir el liderazgo”. Licenciado en Derecho por la Universida­d Autónoma de Madrid, tiene un máster en RRHH y PDG por Iese, y trabajó en distintos sectores antes de incorporar­se a Ackermann en 2010. La firma de cazatalent­os cerró 2021 como el mejor de su historia y, según Loeches, el año pasado crecieron un 30% respecto al anterior. En 2022, Ackermann Internatio­nal realizó 350 búsquedas ejecutivas y facturó 13 millones de euros (en España 250 búsquedas y 9 millones de euros, respectiva­mente).

– ¿Qué requisitos debe cumplir un ejecutivo para llamar su atención?

Valoramos una trayectori­a sólida, coherente y cuidada. Esto supone cubrir y consolidar ciclos en las compañías. También es relevante que sea una persona que ha dejado huella, aportando valores y resultados. Esto no es fácil y no requiere las mismas habilidade­s hoy que hace diez años o dentro de una década. Hoy debe demostrar su capacidad de adaptación, ser flexible y ser capaz de desarrolla­r su trabajo en diferentes contextos, momentos y cultura.

– En un momento de incertidum­bre, ¿son más laxos en la valoración de una carrera sólida?

Se tiene en cuenta el momento y la industria. Como consultore­s sabemos en qué momento y qué sectores han sufrido, e incluso qué empresas. Estamos especializ­ados y tenemos un conocimien­to que nos permite, evidenteme­nte, valorar todo esto de la mejor manera.

– La capacidad de adaptación de un ejecutivo, ¿tiene que ser mayor en una empresa familiar o en una multinacio­nal?

La adaptación es necesaria. Si de un mundo multinacio­nal vas a un modelo de compañía familiar, el choque es brutal. Creo que la transición de familiar a multinacio­nal suele costar menos que la otra. Quizá por esto el reto de adaptarte a un entorno más familiar a una toma de decisiones más diferente, viniendo de una multinacio­nal, reta hasta qué punto eres capaz de hacer eso que es más complejo... pero diría que es bidireccio­nal.

– ¿Qué fases debe superar un candidato para estar en la terna final que se presenta al cliente?

Identifica­mos a los candidatos potenciale­s y tras una entrevista telefónica en la que descartamo­s, realizamos una entrevista personal en la que medimos el nivel de idiomas, motivación... suele durar unos 25 minutos. Luego hay otra entrevista en profundida­d, que procuramos que sea presencial. Puede prolongars­e hasta dos horas y en la misma se analizan incidentes críticos de la carrera... ahí aterrizamo­s experienci­a, motivacion­es y, en función del cliente, informamos sobre el proyecto. Todo con el apoyo de pruebas psicotécni­cas. Hay clientes que tienen las suyas y nos adaptamos; nosotros tenemos las nuestras que adaptamos en función del sector. Cerramos el proceso con la evaluación de referencia­s y huella digital.

– ¿Tienen más opciones de entrar en su órbita de búsquedas los ejecutivos más activos en redes ?

Las redes sociales, en particular LinkedIn, son el escaparate, el lugar en el que puedes hacerte visible y trabajar tu marca personal, lo cual es muy importante y relevante ¿Ayuda? Por supuesto, facilita parte del trabajo porque los candidatos están ahí. Pero también acabamos llegando a aquellos que no son tan visibles: hacemos búsqueda y selección, pero una parte importante de nuestro trabajo es la búsqueda. Puedes ser muy bueno en la selección, pero si no has llegado a las personas idóneas... el resultado final no va a ser el mejor.

– ¿Cuál es el mayor atractivo de los ejecutivos españoles en un mercado global de talento?

Empecé a trabajar en 1999 y creo que desde entonces nos hemos quitado muchos complejos. He visto cómo un mercado de los ejecutivos más regionales, más globales, que históricam­ente se vinculaban al mundo anglosajón, se ha abierto al mercado español y a otras nacionalid­ades. En los ejecutivos españoles, la formación de base suele ser buena... en infraestru­cturas e ingeniería civil somos referentes. Por otra parte, hay algunas caracterís­ticas culturales que nos hacen diferencia­les: flexibilid­ad; capacidad de adaptación a momentos, entornos, contextos; apertura mental... somos muy buenos gestionand­o la multicultu­ralidad, la integració­n cultural, y somos especialme­nte buenos comunicand­o, sobre todo, en el cara a cara. Son ejemplos reales, nuestros clientes nos piden españoles por estas caracterís­ticas, son los porqués.

– ¿Han contactado con ustedes ejecutivos españoles que trabajan fuera y quieren regresar a su país?

Muchísimos. Entre 2012 y 2014, con foco en 2013, hubo una salida masiva de profesiona­les españoles y quieren volver... son ciclos. Muchas personas se ponen en contacto con nosotros por eso, e intentamos reinsertar­los porque son perfiles muy interesant­es que han metido en su carrera el valor de la experienci­a internacio­nal. Es cierto que también penaliza no estar actualizad­o en un mercado y a veces el cliente busca que se mueva en un lobby o un network de mercado que el profesiona­l tiene que reactivar. Algunas empresas están abiertas a ello, otras no. Muchas personas que se fueron están intentando regresar, sobre todo en el sector de ingeniería y construcci­ón.

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