La deuda pública sube 75.000 millones en 2022 y cierra en el 113,1% del PIB
La deuda pública escaló 75.267 millones de euros en 2022, lo que supone un incremento anual del 5,3%, de acuerdo con los datos que publicó ayer el Banco de España, hasta alcanzar los 1,503 billones de euros. Esta cifra equivale al 113,1% del PIB, lo que se traduce en un descenso de 5,2 puntos en el último año. Esto se debe a que, aunque el déficit siga siendo muy elevado (el 4,5% del PIB, según las previsiones del panel de Funcas), el crecimiento económico y el efecto de la inflación han permitido que esta cantidad se vaya digiriendo en un volumen de PIB cada vez más elevado, si bien queda todavía bastante por encima de las cifras previas al estallido del coronavirus.
El Gobierno ha aprovechado este descenso en términos relativos al PIB para sacar pecho de su gestión, dado que este ajuste ha sido más rápido de lo esperado y se ha producido a pesar de que el Ejecutivo ha destinado una buena parte de los ingresos a paliar los efectos de la inflación. Este ajuste de 5,2 puntos porcentuales es “la mayor reducción del endeudamiento de las Administraciones Públicas registrada en la historia reciente”, celebra el Ministerio de Economía. Con ello, además, la deuda pública cierra el año 2,1 puntos porcentuales por debajo de lo previsto en el Plan Presupuestario, “acercándose al cumplimiento del objetivo para el cierre de 2023”, apenas siete décimas por encima de este objetivo. El Programa de Estabilidad prevé una disminución gradual de la ratio de deuda hasta el 109,7% del PIB en 2025.
Europa
Sin embargo, hay dos grandes flecos a este razonamiento. El primero es que, aunque la deuda pública se haya reducido con fuerza en los últimos meses, todavía está muy por encima de la que había antes de la pandemia. Y, de hecho, se ha incrementado más del doble, en relación al PIB, que la media de la eurozona, lo que ha hecho que en los últimos años supere a Francia y Bélgica en el ránking. Además, si bien es cierto que el Gobierno ha hecho un desembolso extra para luchar contra la inflación, también ha disfrutado de ingresos extra a causa de la subida de precios. Y tampoco es probable que este ritmo de ajuste se mantenga, porque algunos de los gastos extra (como la subida de las pensiones) se consolidan hacia el futuro, mientras que la carga de intereses se eleva por las subidas de tipos.