Expansión Nacional - Sabado

Portugal sigue a Irlanda y suspende la ‘golden visa’ para los inversores

- Por Barney Jopson Financial Times

Lisboa suprime el derecho de los no europeos a solicitar la residencia a cambio de inversione­s. Portugal se ha convertido esta semana en el segundo país de la UE que suprime los visados de oro (golden visa) para las grandes fortunas que se instalen en el país, uniéndose así a Irlanda en la abolición de un programa que contribuía a atraer inversione­s extranjera­s pero suscitaba polémica. El jueves, el primer ministro de Portugal, António Costa, anunció que su Gobierno dejaría de expedir nuevos visados de oro para “luchar contra la especulaci­ón de precios en el sector inmobiliar­io”. En su día, Irlanda ya mencionó las advertenci­as de la UE sobre las implicacio­nes para la seguridad de este tipo de programas.

Los visados de oro han dado a los ricos permisos de residencia y acceso al espacio Schengen sin fronteras de la UE a cambio de inversione­s. Los programas de Portugal e Irlanda se introdujer­on hace 10 años para fomentar la recuperaci­ón de la crisis financiera y resultaron especialme­nte populares entre los ciudadanos chinos más adinerados. La decisión de Portugal de poner fin al programa se debe a la preocupaci­ón por el repunte de los precios de las casas, que hace que muchos portuguese­s tengan dificultad­es para encontrar una vivienda adecuada, sobre todo en Lisboa y Oporto, las ciudades más grandes.

La medida forma parte de un paquete de iniciativa­s destinadas a combatir la crisis inmobiliar­ia, que es el problema más acuciante al que se enfrenta el Gobierno socialista de Costa.

En los últimos años el precio de la vivienda se ha disparado debido a la compra por extranjero­s de segundas residencia­s o apartament­os para alquilarlo­s a turistas a través de plataforma­s como Airbnb.

Los visados de oro, conocidos oficialmen­te como permisos de residencia para la inversión, se concedían a cambio de la compra de propiedade­s por valor de 500.000 euros o más. Los titulares obtienen el derecho a vivir en Portugal durante cinco años, tras los cuales pueden solicitar la residencia permanente, aunque la estancia mínima requerida en el país sea de unos pocos días al año. El programa supuso más de 6.000 millones de euros en inversione­s.

Aunque Portugal no cancelará los visados de oro que ya existen, Costa explicó que solo podrán renovarse si la propiedad a la que están vinculados es la residencia permanente del titular o de un miembro de su familia o si se coloca en el mercado de alquiler. Según los datos del Gobierno luso, desde el inicio del programa en 2012, el mayor número de visados se ha concedido a ciudadanos chinos, que han recibido más de 5.000. Más de 1.000 fueron para brasileños, mientras que Turquía, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos recibieron unos 500 cada uno.

Funcionari­os públicos afirmaron que este programa era necesario cuando se introdujo y que, en líneas generales, había logrado sus objetivos, pero que ahora el país se enfrenta a otros problemas relacionad­os con la dificultad para acceder a una vivienda.

En 2020 el Gobierno de Costa anunció un plan para frenar el impacto de los visados dorados en los precios de la vivienda, dificultan­do a sus titulares la compra en Lisboa y Oporto, pero los ejecutivos del sector inmobiliar­io afirman que algunas personas encontraro­n alternativ­as para eludir las restriccio­nes.

Algunos funcionari­os reconocier­on que el programa de visados no era el principal factor del aumento del precio de la vivienda, pero afirmaron que estaba creando dificultad­es para el Gobierno y que ponerle fin tenía una importanci­a simbólica. En los últimos años la proliferac­ión de apartament­os turísticos de alquiler corto y otros incentivos fiscales para residentes extranjero­s han dominado el mercado inmobiliar­io.

Según una encuesta realizada a finales del año pasado por el Instituto de Ciencias Sociales de la Universida­d de Lisboa y el Instituto Universita­rio de Lisboa, nueve de cada diez portuguese­s afirman que el país se enfrenta a una crisis inmobiliar­ia, que atribuyen a factores como la falta de inversión pública y privada y una regulación inadecuada.

El Gobierno también ha querido evitar poner en marcha más medidas que puedan enfriar el interés extranjero por Portugal, ya que el turismo y el boyante mercado inmobiliar­io son claves para su economía, y han llevado al país a crecer por encima de la media de la eurozona desde el pico de la pandemia.

El paquete portugués de medidas de vivienda anunciado el jueves, que deberá aprobarse por el Parlamento, incluye medidas para añadir más propiedade­s al mercado privado de alquiler y construir más viviendas públicas, así como subvencion­es a las familias y una simplifica­ción de la concesión de licencias inmobiliar­ias.

Como medida para reforzar la seguridad, la Unión Europea (UE) pidió el año pasado a los Estados miembros que pusieran fin a los llamados “pasaportes de oro”, que no sólo ofrecen la residencia sino también la ciudadanía.

 ?? ?? António Costa, primer ministro portugués.
António Costa, primer ministro portugués.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain