Los chips, en el armamento militar
El armamento militar de última generación incorpora microchips, por lo que la escasez de esta tecnología afecta también a la industria de defensa y al conflicto. Con la invasión, las sanciones comerciales bloquearon la venta a Rusia de chips fabricados por empresas occidentales (como Intel, AMD o Nvidia, entre otros grupos). Estados Unidos también prohibió a China la venta oficial de chips a Rusia, que compra principalmente a las fábricas de Taiwán. Desde diciembre, el Gobierno chino impide la venta a Rusia de los procesadores diseñados por la empresa Loongson y fabricados por SMIC o STMicroelectronics, que tienen aplicaciones militares. Pero Rusia ha encontrado canales paralelos para seguir haciéndose con procesadores y chips: a través de Internet (Loongson ha decidido eliminar su venta online), la compra a terceros países o el mercado de segunda mano. Una investigación de Reuters y el Royal United Services Institute (RUSI) mostró que, entre abril y octubre de 2022, las importaciones de productos electrónicos a Rusia ascendieron a 2.600 millones de dólares, de lo que 777 millones eran de fabricantes occidentales, como los americanos Intel, AMD. Texas Instruments y Analog Devices, y la alemana Infineon. Ucrania también ha hallado chips de Occidente en equipamiento militar destruido o capturado a Rusia, como misiles de crucero o helicópteros. Otra investigación del canal público neerlandés NOS ha desvelado, asimismo, que millones de microchips fabricados por empresas del país acaban en manos de empresas rusas a través de intermediarios. La neerlandesa ASML es uno de los mayores fabricantes. unos 400 millones, pero en una presentación a inversores en enero, Rheinmetall apuntó que su potencial es de hasta 800 millones, con un margen de ebitda del 30%. Pendiente de aprobaciones, la compra se cerraría en verano.
subida en Bolsa corre paralela al aumento de los pedidos, que están disparando la cartera de contratos de las empresas. Sólo EEUU prepara otro paquete de más de 2.000 millones de dólares de ayuda militar a Ucrania, destiponga
nados a comprar, entre otros, misiles Patriot, munición guiada de precisión, armas antitanque Javelin, bombas GLSDB, defensas aéreas Hawk o los drones Puma. Hasta ahora, la ayuda militar del Gobierno de Biden ronda los 23.000 millones de dólares. La Unión Europea, por su parte, acaba de aprobar un nuevo tramo de 500 millones de euros, elevando el apoyo total a 3.600 millones.
Crecimiento orgánico
La empresa de defensa y aviación sueca Saab también ha duplicado su valor en Bolsa en los últimos doce meses, al subir un 134%. Responsable del diseño de los sistemas de misiles antitanque NLAW, prevé un 2023 fuerte por la mayor demanda de pedidos de sus productos. Este mes ha pronosticado que, sólo la producción de los NLAW, podría llegar a 400.000 unidades anuales en 2025. La cartera de órdenes de Saab aumentó un 21% el año pasado, hasta 12.190 millones de euros. Además, prevé para 2023 un crecimiento orgánico del 15%.
El segmento de defensa supone el 80% de los resultados de la italiana Leonardo, especialista en helicópteros y sistemas de navegación. El grupo participado por el Estado de Italia elevó en noviembre su previsión de resultados para 2022 ante el aumento de la cartera de la pedidos, lo que ha aupado su cotización en el último año un 56%. Entre enero y septiembre, los nuevos pedidos se incrementaron un 27%, elevando la cartera total a 34.700 millones de euros, equivalente a unos 2,5 años de producción.
La subida en Bolsa de los contratistas de defensa americanos no es tan espectacular como la de los homólogos europeos. Pero destaca una pequeña compañía: Aerovironment, que fabrica vehículos aéreos como el dron Puma, un sistema de avión no tripulado capaz de aterrizar tanto en tierra como en agua. La empresa de Arlington (Virginia) gana un 42% en Bolsa. Para su actual ejercicio fiscal, que acaba en abril, prevé facturar entre 505 millones y 520 millones de dólares, tras el récord de 445,7 millones del año anterior, impulsado por las ventas de sus sistemas y las adquisiciones.
La francesa Thales también escala un 45% en Bolsa, casi cuatro veces más que el índice galo CAC 40. El mayor grupo de sistemas de seguridad para aeronáutica y defensa
de Europa vio como entre enero y septiembre los nuevos pedidos subían más de un 40%, gracias al segmento de defensa y seguridad (+90%).
BAE Systems acaba de recibir un contrato de 4.200 millones de libras (4.750 millones de euros) para construir buques antisubmarinos para la Armada británica, y ha elevado su previsión de resultados por el aumento del gasto en defensa de sus principales países clientes. Las acciones del fabricante británico han subido un 39% en doce meses, frente al 11% que lo ha hecho el índice FTSE 100.
Los países de la OTAN han enfriado, de momento, el envío de los cazas de combate F-16 que pide Ucrania, pero
El aumento de pedidos por la guerra y el mayor gasto militar disparan las carteras de contratos