Repsol: Transición energética sí, pero de forma inteligente
“Hay que hacer una transición energética inteligente”, apuntó Luis Cabra, adjunto al consejero delegado de Repsol y director general de Transición Energética, Tecnología e Institucional de la compañía. De este modo, puso de relieve la importancia de avanzar hacia la descarbonización sin perder de vista aquellas necesidades de petróleo y gas que seguirán vigentes durante las próximas décadas. Desde el punto de vista de la compañía, será necesario apostar por distintas soluciones para resolver el gran desafío del sector: garantizar la seguridad de suministro a un precio asequible, al mismo tiempo que se avanza hacia la descarbonización.
Cabra recordó que la transición energética tiene un precio: “Esto cuesta dinero. Durante un tiempo, tendremos que pagar más por la energía que tenemos en aras de la seguridad de suministro
LUIS CABRA
Director general de Transición Energética, Tecnología e Institucional de Repsol y adjunto al consejero delegado y de la descarbonización”.
Si bien reconoció que la electricidad marca la hoja de ruta, el director general de Transición Energética, Tecnología e Institucional de Repsol subrayó que determinadas industrias requieren otras soluciones más allá del ámbito puramente eléctrico: “Hay que repensar cómo se facilita que existan más alternativas además de la electricidad renovable, además de tener en cuenta cuál es el impacto de las decisiones que se están tomando sobre el tejido industrial español y europeo”.
Por otra parte, el responsable de Repsol destacó que “la política económica europea debe mejorar: estamos desarrollando un paquete legislativo muy complicado”. En particular, Cabra abogó por diseñar “políticas más sencillas, más abiertas a todas las soluciones de descarbonización, menos complejas, con más elementos de facilitación y promoción y menos de prohibición o de limitación de las tecnologías”. Entre otras propuestas, ha comentado que esto podría llevarse a cabo introduciendo medidas “muy quirúrgicas” sobre la regulación del hidrógeno para que este pueda desplegarse de manera más rápida, así como promoviendo los combustibles renovables líquidos y gaseosos “si no nos adelantamos a prohibir el motor de combustión”.
Es necesario diseñar políticas más sencillas y abiertas, con más elementos de promoción y menos de prohibición o de limitación de las tecnologías”