La mujer más infeliz de Nueva York
Aquella sociedad dorada no estaba preparada para una mujer como Hetty Green. No se arredraba, era despiadada con sus enemigos e imponía sus propias normas, lo que la convirtió en centro de chanzas y de salvajes acusaciones, muchas de las cuales fueron falsas. En la leyenda más negra de la ‘bruja de Wall Street’, a la que también se conocía como la mujer menos feliz de Nueva York, se cuenta que quiso ahorrarse el dinero del médico para curar la pierna dañada de su hijo Edward y, finalmente, tuvieron que amputársela. Según cuenta la ‘BBC’ con declaraciones de la Sociedad Histórica de Nueva Inglaterra, esa cruel historia resultó ser falsa. De Hetty Green también se decía que se alimentaba a diario de avena que calentaba en un radiador, que entró en el récord Guiness como la mujer más tacaña del mundo, que siempre llevaba el mismo vestido del que sólo lavaba la parte que tocaba el suelo y que abandonó a su marido, al que dejó con solo siete dólares y un reloj de oro. Lo más probable es que todos los ataques respondieran al difícil encaje de Hetty en un Manhattan encorsetado y en un oficio tan eminentemente masculino como el de inversor. Como escribió ‘The New York Times’, “fue el hecho de que la señora Green era una mujer lo que convirtió su carrera en un tema de curiosidad, comentarios y asombro interminables”. Seguramente, a la ‘bruja de Wall Street’ poco le importaron los ataques. Ella lo tenía claro: “Una buena mujer de negocios suele ser más inteligente que un buen hombre de negocios”, fue una de sus declaraciones.