El norte de Barcelona tira del alquiler
Los alquileres suben más en los distritos más económicos: Nou Barris, Horta-Guinardó y Sant Andreu.
Incertidumbre en el mercado del alquiler de Barcelona. La Ley de Vivienda, aprobada en abril, permite aplicar topes en los incrementos de precios en aquellas comunidades autónomas y municipios que cumplan determinadas condiciones y que así lo acuerden formalmente. El Govern de ERC ya ha formalizado los primeros pasos al respecto, y se está a la espera de lo que decida el plenario de la capital catalana, donde suman mayoría absoluta los tres partidos de izquierdas: PSC, los comunes y los republicanos. Sin embargo, el PP se ha comprometido a derogar esta norma si, tras el 23-J, alcanza la presidencia del Gobierno.
A la espera de los comicios, los últimos datos de Fotocasa ponen en evidencia que el mercado se ha transformado en el último año. Así, los distritos en los que más han subido los precios son los más económicos, y todos ellos están situados en el norte del término municipal.
El mayor incremento lo ha experimentado Nou Barris, del 16,9%, hasta llegar en mayo a los 15,45 euros por metro cuadrado. Horta-Guinardó alcanzó los 16,99 euros, un 15,66% más. En Sant Andreu, los arrendamientos subieron un 14%, hasta los 15,45 euros por metro cuadrado.
Pero, ¿por qué suben más los alquileres en los barrios más asequibles? “La variable principal que más afecta al arrendatario es el precio, y cuando se llega a una cuantía que no puede asumir, se desplaza al lugar más próximo al que desea vivir: dentro de Barcelona, sería Nou Barris, y fuera, municipios como L’Hospitalet”, expone Gonzalo Bernardos, profesor de economía de la Universitat de Barcelona, consultor y asesor inmobiliario.
Otro factor son los cambios demográficos, fruto de la llegada de trabajadores extranjeros, especialmente para el sector tecnológico situado en torno al 22@. Este colectivo “pueden permitirse pagar más de 1.500 euros mensuales por un precio, unos precios que muchas familias barcelonesas no pueden costear”, agrega Bernardos. A ello, se suma la reducción de la oferta que provocó el control de precios que estuvo en vigor entre 2020 y 2022, los temores de muchos propietarios de quedarse atrapados en caso de impagos y el contexto internacional. “La rentabilidad del alquiler está por debajo de la deuda pública: en el Eixample, de promedio es de entre el 3% y el 4%”, agrega el experto. “Estos porcentajes no compensan el sufrimiento de los pequeños ahorradores”, concluye José García Montalvo, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y experto inmobiliario, quien exige medidas reales que permitan incorporar más vivienda al mercado de alquiler de la capital catalana.