Expansión Nacional - Sabado

El alza del euribor resta atractivo a los préstamos variables, mientras que el coste de los fijos se

Préstamos para cada perfil de riesgo

- E.Utrera. Madrid

Menos hipotecas y más caras. Así se puede definir en pocas palabras la realidad de un mercado que ha pasado del cielo de los tipos de interés más bajos de la historia en el primer trimestre de 2022 a niveles que en muchos casos imposibili­tan hoy el acceso de muchas familias españolas a una hipoteca.

El tipo medio TDR de las hipotecas, que no incluye las primas por seguros de amortizaci­ón y las comisiones que compensen costes directos relacionad­os, había escalado al cierre del mes de abril hasta el 3,61%, según los datos oficiales del Banco de España. La escalada es de un 24% respecto al cierre de 2022, y del 100% respecto a julio del año pasado, cuando el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés por primera vez en 11 años.

El resultado es que, según un estudio de CaixaBank, el esfuerzo de las familias para pagar la hipoteca se podría situar alrededor del 38% en el ecuador de este año. Se trata de niveles no vistos desde 2011. Para finales de 2024 la ratio de esfuerzo podría situarse en torno al 34,8%, según los analistas de la entidad.

Por lo tanto, las expectativ­as no son halagüeñas. Tras la subida de tipos de interés hasta el 4% decidida por el Banco Central Europeo (BCE) el pasado 15 de junio, el mercado da por descontada otra más de 25 puntos básicos en julio. Además, la presidenta Christine Lagarde ha dejado abierta la puerta a más subidas. “No hemos llegado al destino. Tenemos camino por recorrer aún”, aseguró la semana pasada, reiterando su compromiso de llevar los tipos de interés al punto que permita devolver la inflación a su objetivo “cuanto antes, pero de forma realista”. Una vez que alcance ese nivel, que muchos expertos creen que está en torno al 4,5%, mantendrá las tasas altas durante un tiempo.

El alza continua de los precios de las hipotecas en todas las modalidade­s hasta los niveles más altos desde 2008 ha cambiado el perfil de un mercado mucho más selectivo ahora, porque a este rally se une la resistenci­a a la baja del precio de la vivienda.

Esfuerzo creciente

El Banco de España advierte en un reciente informe de que no habrá tregua. Las familias se enfrentan a un escenario en el que las grandes ciudades, sus periferias y las zonas costeras han experiment­ado en los últimos años intensas subidas del precio, convirtien­do a la vivienda, mes a mes, en un bien al que las familias españolas de renta media tienen un acceso más complicado, puesto que exige un gasto creciente en relación con sus ingresos.

Las hipotecas amenazan con seguir contribuye­ndo a este esfuerzo

No hay una receta mágica para elegir la mejor hipoteca. La oferta más adecuada es siempre la que mejor se adapta a las necesidade­s económicas personales y al perfil de riesgo del comprador de casa. La primera recomendac­ión es no ir nunca contra este último. Es decir, no contratar nunca una hipoteca variable si no somos capaces de soportar las subidas del euribor. Siempre sobre el papel, la hipoteca fija está especialme­nte indicada para personas con sueldos medios o altos y sin grandes ahorros acumulados, que no tienen perspectiv­as de mejoras salariales y quieren una hoja de ruta estable de pagos. En este grupo entran también las personas mayores de 45 años con una vida laboral estable. Por el contrario, la hipoteca variable o las nuevas ofertas de préstamos mixtos encajan mejor con las capas de población más jóvenes. Es decir, personas que tienen potencial de crecimient­o profesiona­l y salarial en sus empresas y que prefieren pagar menos ahora, sabiendo que en un futuro aumentarán su poder adquisitiv­o y de ahorro. Una mejora que les permitiría hacer frente a posibles nuevas alzas del euribor amortizand­o principal y reduciendo el importe mensual de la factura del préstamo. En cualquier caso, la Ley Hipotecari­a de 2019 abre un amplio universo de posibilida­des a los hipotecado­s. Ahora es más sencillo y barato reconverti­r una hipoteca variable en una fija, o al contrario.

El precio medio de las hipotecas se ha doblado respecto a julio del año pasado, hasta el 3,61%

El coste de los préstamos y el precio de las casas impide a muchas familias acceder a un préstamo

cada vez más mayor de los hogares españoles. Desde el sector se deja claro que sea cual sea el escenario futuro ya no se volverán a repetir los precios de saldo de la primera mitad del año pasado, cuando se podían contratar hipotecas fijas a tipos de alrededor del 1,5%.

La situación ha cambiado radicalmen­te. En estos momentos, ya sólo quedan siete hipotecas fijas en plazos de plazos de 25 y 30 años con TAE (Tasa Anual Equivalent­e, que recoge todos los gastos) por debajo del 4%.

Los bancos digitales, con menos costes de estructura que las entidades tradiciona­les, ofrecen las mejores condicione­s. Openbank (Grupo Santander)

cuenta con el tipo fijo más competitiv­o del mercado, del 3,42% a 25 años, mientras que Coinc y Evo Banco (ambos de pertenecie­ntes a Bankinter) ofrecen el 3,60% y el 3,84% TAE en el mismo plazo.

Estos tipos correspond­en a las ofertas con máxima bonificaci­ón, ya que si no se acepta la contrataci­ón de otros productos como los seguros de vida y hogar o de productos financiero­s como planes de pensiones o fondos de inversión, el coste final sube considerab­lemente.

En algunos casos como el de CaixaBank, que cuenta con la mayor cuota de mercado en hipotecas fijas, el tipo de interés oficial de su préstamo fijo a 25 años ya ha superado el nivel del 5%.

A tipo variable, de nuevo Evo Banco marca diferencia­s con un diferencia sobre el euribor del 0,48%, el más bajo del mercado. Sólo Kutxabank, en el 0,49%, se sitúa también por debajo del medio punto porcentual.

Pero en estas hipotecas es importante el tipo de interés fijo que las entidades aplican durante el primer año (y en algunos casos en los dos primeros) y que puede encarecer significat­ivamente el coste total del préstamo.

Las diferencia­s entre distintas entidades son muy grandes dentro de un movimiento que ha disparado el coste de este tipo fijo inicial en los últimos meses. Sólo Unicaja y BBVA lo mantienen por debajo del 1,5%, mientras que en otros casos, como los de Targobank o Kutxabank, se acerca al 3%. Un caso singular es el de Evo, que tiene el mejor diferencia­l del mercado a cambio de pagar un tipo fijo inicial del 2,20% durante los dos primeros años de la hipoteca.

Pero la gran apuesta del sector en plena subida de los tipos de interés es la hipoteca mixta, que combina un período inicial a tipo fijo que normalment­e va desde los 5 hasta los primeros 20 años, con otro variable hasta el final del préstamo.

Esta modalidad gana terreno como una solución intermedia entre la

El euribor a 12 meses se ha convertido en el enemigo número uno de los cuatro millones de hogares españoles que tienen una hipoteca variable y han visto como, durante 17 meses consecutiv­os, avanza a gran velocidad el tipo de interés medio del índice hipotecari­o. La subida ha sido extraordin­aria desde que en enero de 2021 el euribor tocó mínimos en el -0,505%. El indicador entró en positivo en abril del año pasado y sin descanso ha vuelto a niveles sin precedente­s desde finales de 2008, en pleno impacto de la gran crisis financiera desatada por el colapso de Lehman Brothers. El resultado es que una hipoteca variable de 180.000 euros a un plazo de 25 años con un diferencia­l del 1% sobre el euribor que se revise ahora se ha encarecido en cerca de 300 euros hasta cerca de 1.050 euros al mes. Un esfuerzo que deja a muchas familias fuera del actual mercado hipotecari­o. Aunque no dan por agotado el recorrido alcista del euribor, los expertos creen que ya no debería subir mucho más desde los actuales niveles. Funcas cree que “rozaría el 4% a finales de 2023, para descender posteriorm­ente hasta situarse por debajo del 3,5% a finales del próximo año”, según el panel de previsione­s de la economía española del pasado mes de mayo. Bankinter es más optimista. Frente a su anterior previsión del 4%, ahora cree que el euribor no superará el 3,75% –muy cerca en cualquier caso– este año y que emprenderá el camino de vuelta al 3% en 2024. Por su parte, CaixaBank Research dibuja un escenario todavía más halagüeño para los hipotecado­s ya que el euribor a 12 meses no superaría el 3,86% este año y el 2,80% en 2024. Además, Asufin prevé que el euribor alcanzará el 4% a mediados de este año. La asociación de usuarios financiero­s calcula que llegar a esta cota tendrá un impacto de algo más de 2.000 euros por cada 100.000 euros de hipoteca variable con un diferencia­l del 1% sobre el euribor.

Por lo tanto, la mayor discrepanc­ia entre las firmas se produce en los plazos más largos. En un escenario económico incierto como el actual, marcado por la persistenc­ia de la inflación y nuevas subidas de tipos de interés en Europa, es difícil aventurar el futuro.

Antes de entrar en ellas, habría que señalar que el texto de esta ley no es ni mucho menos pacífico y que es posible que asistamos a la interposic­ión por las comunidade­s autónomas o por diputados de diversos partidos políticos de recursos de inconstitu­cionalidad contra la misma.

Sin ánimo de entrar aquí en el debate sobre su constituci­onalidad, creemos importante mencionar que el propio Consejo General del Poder Judicial fue muy crítico con el Anteproyec­to de la Ley de Vivienda, y señaló en las Conclusion­es de su Informe Jurídico que tal y como está planteada, la Ley de Vivienda invade competenci­as reservadas constituci­onalmente a las comunidade­s autónomas, que altera de forma incongruen­te “el entendimie­nto de la propiedad privada de la vivienda” establecid­o hasta ahora en el Código Civil, y que las medidas de contención de precios que la norma introduce constituye­n un tema “constituci­onalmente sensible”.

Habrá que estar atentos para ver si estos recursos logran que el Tribunal Constituci­onal declare finalmente la inconstitu­cionalidad de algunos artículos de la Ley de Vivienda.

Pero volvamos al tema que nos ocupa, la ley introduce las siguientes novedades fiscales:

● Modifica la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): la Ley de Vivienda sustituye la reducción fija del 60% que hasta ahora venía aplicándos­e a los rendimient­os del arrendamie­nto de vivienda, por un sistema modular en el que la reducción va del 50% al 90%, según los supuestos, desapareci­endo del todo en otros.

● Modifica la Ley de Haciendas Locales, con el fin de incrementa­r el recargo del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) que los ayuntamien­tos pueden exigir a los tenedores de inmuebles de uso residencia­l que se encuentren desocupado­s con carácter permanente.

Cuatro claves de la Ley de Vivienda

La Ley de Vivienda sustituye la reducción fija del 60% por un sistema modular

Para comprender mejor estas modificaci­ones, se hace preciso aclarar antes varios conceptos rectores sobre los que pivota la Ley de Vivienda.

Concepto de gran tenedor

El artículo 3 de la Ley de Vivienda define “gran tenedor” como la persona física o jurídica que sea titular de más de 10 inmuebles urbanos de uso residencia­l, o bien de una superficie construida de más de 1.500 metros cuadrados de uso residencia­l, excluyendo de este cómputo a los garajes y trasteros.

Sin embargo, este umbral podrá reducirse justificad­amente cuando se declare una zona de mercado residencia­l tensionado, pudiendo ser considerad­os grandes tenedores aquellos titulares de 5 o más inmuebles urbanos de uso residencia­l ubicados en dicha zona.

La calificaci­ón como gran tenedor afecta, entre otros, a lo siguiente:

● Prórroga extraordin­aria forzosa: en los contratos de arrendamie­nto de vivienda habitual los grandes tenedores quedan obligados a aceptar una prórroga extraordin­aria por un plazo máximo de 1 año, en el que continuará­n aplicándos­e los mismos términos y condicione­s del contrato de alquiler en vigor, siempre y cuando el arrendatar­io solicite dicha prórroga

Una determinad­a zona podrá ser calificada como de mercado residencia­l tensionado si concurre una de las dos condicione­s siguientes:

● Que la carga media del coste de la hipoteca o del alquiler en el presupuest­o personal o familiar, más los gastos de los suministro­s básicos, supere el 30% de los ingresos medios o de la renta media de los hogares de esa zona.

● Que el precio de compra o alquiler de la vivienda en esa zona haya experiment­ado en los 5 años anteriores a su declaració­n como zona de mercado residencia­l tensionado, un crecimient­o acumulado al menos un 3% superior al porcentaje de crecimient­o acumulado del índice de Precios al Consumo (IPC) de la comunidad autónoma.

La competenci­a para declarar una zona como tensionada correspond­e en principio a la comunidad autónoma. Consciente el legislador estatal que es probable que algunas autonomías –como por ejemplo, la Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla y León, Murcia y Galicia– en el ejercicio de sus competenci­as inaplicará­n la Ley de Vivienda y no declararán zonas de mercado tensionado, ha optado por encargar la declaració­n de las zonas de mercado tensionado al Ministerio de Transporte­s, Movilidad y Agenda Urbana, pero no con carácter general, puesto que es una competenci­a autonómica, sino únicamente a determinad­os efectos, como por ejemplo:

● La modificaci­ón de la Ley de Arrendamie­ntos Urbanos (LAU) para establecer la cláusula de “limitación del alquiler”, que seguidamen­te analizarem­os.

Ahora, la reducción va del 50% al 90%, según los supuestos, y desaparece del todo en otros

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