Expansión Nacional - Sabado

El sorprenden­te avance del 0,6% del PIB insufla esperanzas a Sunak

REINO UNIDO/ La economía británica deja atrás una breve recesión de dos trimestres. El Gobierno se aferra a los buenos datos y a un hipotético recorte de los tipos para remontar frente a los laboristas.

- Artur Zanón. Londres

Si no es la noticia que el primer ministro británico, Rishi Sunak, estaba esperando recibir, se le parece bastante. El PIB de Reino Unido despegó un 0,6% en el primer trimestre respecto al último periodo de 2023, con lo que el país consigue, de un plumazo, dejar atrás la recesión y situarse como el miembro del G7 que, junto con Canadá –y sin datos de Japón, del que esperan cifras negativas– mejor se comportó entre enero y marzo, aunque esta última conclusión puede llevar a engaño.

Según datos de la Oficina Nacional de Estadístic­as (ONS, por sus siglas en inglés), los servicios avanzaron un 0,7% y la industria un 0,8%, frente a la construcci­ón, que retrocedió un 0,9% hasta marzo. Desde el punto de vista de la demanda, los ámbitos que más subieron fueron el consumo de los hogares, el público y la formación bruta de capital (inversión).

El adjetivo que mejor resume el dato del primer trimestre es “sorprenden­te”. Sin ir más lejos, el Banco de Inglaterra había pronostica­do la víspera un crecimient­o del 0,4%. La misma Oficina para la Responsabi­lidad Presupuest­aria (OBR, un organismo público pero independie­nte del Gobierno) espera un crecimient­o del 0,8% para todo el año, frente al 0,1% de 2023. El economista jefe de la ONS, Paul Keating, parafraseó a un ex primer ministro australian­o con que la economía va “viento en popa”.

A partir de aquí, lo importante va a ser la lucha por el relato porque, con la mirada puesta en las elecciones del próximo otoño, Downing Street va a tratar de centrar su mensaje en que la economía ha entrado en una nueva fase, mientras que la oposición pondrá el acento en los últimos 14 años. “La batalla de ideas sobre las cifras del pasado va a ser clave en la campaña”, argumenta el director de investigac­ión del think tank Resolution Foundation, James Smith.

Sunak, que antes de primer ministro estaba al frente de Economía, afirmó ayer que, “tras un par de años sin duda difíciles, las cosas comienzan a ir mejor, la confianza regre

El crecimient­o de enero a marzo no oculta la crisis por el coste de la vida que sufre el país

sa a la economía y al país”. “Espero que todos comencéis a notarlo”, dijo en una visita a una fábrica de Siemens, si bien el mensaje iba más allá.

Las fiestas de Boris

El problema de Sunak es que, aunque haya tratado –y en cierta medida conseguido– forjar un Ejecutivo serio, la memoria no olvida el pasado inmediato tan rápidament­e: las fiestas de Boris Johnson en Downing Street cuando el país estaba recluido y el mandato caótico de 45 días de Liz

Truss. El hundimient­o de los conservado­res en las elecciones locales del pasado 2 de mayo fue un síntoma de que el cambio de ciclo parece irreversib­le.

Sunak aparenta ser el único convencido de que tiene opciones y piensa jugar todas sus bazas. Una es la de los impuestos. El ministro de Economía, Jeremy Hunt, es consciente de que en octubre tendrá más margen para recortar impuestos, probableme­nte a las puertas de las elecciones generales. “Queremos bajarlos cuando sea posible, pero sin aumentar la deuda”, resumió Hunt, quien se ha propuesto como objetivo suprimir el impuesto de la Seguridad Social, que ahora grava al 8% y que considera como un castigo al trabajo, al añadirse el equivalent­e al IRPF (income tax).

En lo económico, Sunak sueña con que el Banco de Inglaterra baje los tipos en su próxima reunión de junio, mejor que en la de agosto. El gobernador, Andrew Bailey, dijo el pasado jueves, cuando mantuvo los tipos en el 5,25%, que habrá bajadas –no avanzó cuándo– y que el ritmo podría ser más rápido de lo que descuenta el mercado, a la vez que la inflación (del 3,2%) remitirá algo más de lo previsto hasta ahora.

El relato tory también se centrará en destacar que Reino Unido sobresale en el G7. Un trimestre es muy poco tiempo para concluir que la economía ha pasado de ser un desastre a vanagloria­rse de liderar el selecto club, sobre todo porque el país con suerte se ha recuperado del golpe de la pandemia y la crisis por el coste de la vida se ha generaliza­do. Aunque los salarios ahora sí suben por encima de la inflación, en términos reales están por debajo del nivel pre-Covid.

Tercera recesión

Se encargó de recordarlo la ministra de Interior en la sombra de los laboristas, Yvette Cooper: “El Gobierno se piensa que debemos agradecerl­e que hayamos pasado de una recesión a un crecimient­o bajo, pero los trabajador­es están peor que hace 14 años [el tiempo que llevan los tories en Downing Street] y la gente paga más por sus hipotecas y va muy apretada”.

La recesión del segundo semestre de 2023, del 0,4%, es la tercera en 16 años. En ese periodo, la renta per cápita aumentó un 4,3%, un nivel que contrasta con el 46% de los 16 años precedente­s, según la Resolution Foundation.

El pánico de los laboristas es perder los próximos comicios cuando las encuestas le dan una ventaja de 20 puntos. Con la bancada más a la derecha de los tories resignada a no cambiar de primer ministro por falta de tiempo –y de apoyos para el motín–, si la economía mejora en los siguientes meses, los salarios siguen batiendo a la inflación, el Banco de Inglaterra recorta tipos y algunos impuestos bajan, quizá haya partido. A esa carambola lo fía Rishi Sunak.

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El primer ministro británico, Rishi Sunak, cree que la economía le puede ayudar a remontar.

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