La respuesta militar de China a la visita de Pelosi aumenta la tensión
China comenzará simulacros de tiro de largo alcance con fuego real en seis puntos alrededor de Taiwán. Pekín lanzó mensajes de advertencia a los barcos y aviones para evitar esas zonas.
El martes por la noche, Taiwán dio una cálida bienvenida a Nancy Pelosi. “Gracias, presidenta Pelosi”, decía una pantalla luminosa en el icónico rascacielos Taipei 101. Sin embargo, a la media hora de la llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, las fuerzas armadas de China enviaron una respuesta: el Ejército Popular de Liberación (PLA, por sus siglas en inglés) iniciaría una “operación militar selectiva” al norte y sur de la isla.
Además, a partir de hoy China realizaría simulacros de tiro de largo alcance con fuego real en seis puntos alrededor de Taiwán. Pekín lanzó mensajes de advertencia a los barcos y aviones para que evitaran esas zonas.
Las advertencias de que la visita de Pelosi –la primera de una presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU en 25 años– podía suponer un riesgo de conflicto en uno de los puntos más peligrosos del mundo parecían hacerse realidad.
China considera a Taiwán como parte de su territorio y lleva mucho tiempo amenazando con utilizar la fuerza si Taipei se niega a someterse a su dominio indefinidamente o si una potencia externa interfiere en sus aspiraciones con respecto a la isla.
Los simulacros anunciados para esta semana podrían equivaler a un bloqueo de un país cuya economía depende de las exportaciones y de importar energía. “Es un escenario que sí nos planteamos: cuando nuestra invitada se haya ido, pagaremos las consecuencias”, reconoció un alto funcionario del Gobierno taiwanés.
Un bloqueo
Aunque Taiwán teme desde hace tiempo una invasión china, un bloqueo sería una amenaza más inmediata, pero igualmente grave, ya que provocaría el caos en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo e interrumpiría las cadenas de suministro fundamentales para las exportaciones mundiales de tecnología, que ya se han visto afectadas por la pandemia.
Sin embargo, los expertos en seguridad sostienen que la postura militar de Pekín no debe confundirse con una invasión inminente.
En su opinión, la decisión de Pekín de programar maniobras tras la marcha de Pelosi reduce el riesgo de enfrentamiento con EEUU, aunque advirtieron de que los riesgos persistían porque no estaba claro si funcionaría la comunicación entre las partes en caso de una crisis real.
Lo más importante es que los planes para tomar Taiwán por la fuerza, diseñados por el PLA desde que el Gobierno nacionalista de Chiang Kaishek perdió la guerra civil y se refugió en la isla en 1949, contemplan una oleada de ciberataques, el uso de misiles y bombardeos para paralizar la infraestructura del país y debilitar sus defensas.
Las fuerzas especiales intentarían derrocar al Gobierno electo y a la cúpula militar de Taiwán, tratarían de tomar un puerto importante y cientos de miles de tropas desembarcarían en la isla utilizando barcos de asalto anfibio, transbordadores civiles y helicópteros.
Funcionarios de defensa taiwaneses creen que, si Pekín planeara un asalto de este tipo, Taipei, Washington y sus aliados lo detectarían con semanas de antelación. “Está claro que la cantidad de movimientos de tropas y equipos que necesitarían para ponerse en marcha no pasarían desapercibidos”, explica un alto funcionario especializado en cuestiones de defensa.
Expertos en seguridad de Taiwán creen que las imágenes de tanques y vehículos blindados de transporte de personal en las zonas costeras en los últimos días responden más a una campaña de propaganda por las celebraciones del 95º aniversario del PLA el lunes, que a un plan para invadir Taiwán.
A pesar de las advertencias del ejército y de los servicios de inteligencia de EEUU durante el pasado año de que la amenaza de un ataque de este tipo iba en aumento, los expertos también argumentaron que el PLA no estaba preparado.
Casi a diario, aviones militares chinos sobrevuelan el espacio aéreo de Taiwán, lo que obliga a las fuerzas aéreas de la isla a desplegar sus aviones.
Los analistas aseguran que las maniobras recuerdan a las que China organizó en 1995 y 1996 para castigar a Taiwán por una visita de su entonces presidente Lee Teng-hui a EEUU y para intentar impedir que Taipei eligiera a un sucesor independentista en las primeras elecciones presidenciales libres del país. La gran incógnita es cuánto tiempo mantendrá la presión el PLA.
Si consigue bloquear las vías marítimas y las rutas aéreas más importantes de Taiwán durante tres días completos esta semana, los analistas señalan que Pekín podría envalentonarse y utilizar estas tácticas con más frecuencia en el futuro.
Los expertos creen que Pekín podría envalentonarse y usar estas tácticas con más frecuencia