“La crisis no será disruptiva mientras haya fondos capaces de financiar las operaciones”
SOCIOS CODIRECTORES DE PINSENT MASONS La nueva cúpula directiva del despacho de origen británico asegura que en España “estamos retrocediendo décadas” por la excesiva burocracia que conlleva cerrar operaciones internacionales respecto a otros mercados.
El pasado 1 de septiembre, Inmaculada Castelló y Fernando Gutiérrez entraban por primera vez como socios codirectores a la oficina del bufete que habían abierto en España hacía cinco años. Recogían el testigo de Diego Lozano en la cúpula de Pinsent Masons en Madrid, una plaza “clave” para la oficina central en Reino Unido.
“España es un mercado fundamental para la firma, sobre todo por el potencial tradicional en infraestructuras y construcción”. Con esta carta de presentación, Castelló y Gutiérrez inician un mandato dado por su colegas ingleses según explica la socia codirectora: “Ayudarles desde el continente, sobre todo tras el Brexit”.
A los ecos del divorcio entre Reino Unido y Europa se le suma la devaluación de la moneda y la deuda británica, la espiral inflacionista y el encarecimiento de la energía por la guerra en Ucrania. Vértices de un mismo prisma que convergen en una más que previsible recesión económica. “No va a ser una crisis disruptiva”, aclara Gutiérrez, que asegura que aunque en ciertos sectores habrá tensión, otros crecerán incluso por encima de las previsiones. “El desarrollo mundial va a seguir. Pueden subir los tipos de interés pero mientras haya fondos que puedan financiar operaciones y haya inversores, no va a haber una disrupción en el mercado”.
No obstante, los socios sí que perciben una ralentización de las transacciones. “Los clientes tienen que estar muy seguros del flujo económico. Tras las due diligence, la renegociación de los precios sí está siendo una constante en los últimos meses”, aclara Castelló que, pese a esto, explica que, en particular, España se ve como un valor seguro a la inversión por sectores como el energético, con el boom en renovables e hidrógeno verde.
La extraordinaria circunstancia como es la de una guerra en el viejo continente hace que Europa haya fortalecido aun más la regulación y burocracia en el seno de los negocios. A esto se suma que cualquier compañía se enfrenta a fuertes medidas de control en ámbitos como la sostenibilidad, la igualdad o la diversidad. “Invito al empresario a no perder ni un minuto de su tiempo en lamentarse por esto”, aclara Gutiérrez.
Una invitación que recoge Castelló haciendo gala de la fortaleza del poder del derecho. “Hemos visto el poder transformador de la sociedad a través de la norma. Por ejemplo, con el tabaco y con los accidentes de tráfico. Vivimos en un mundo cada vez más social, lo que es bueno”.
Sin embargo, la nueva cúpula de Pinsent Masons en España sí que señala que la excesiva burocracia, algunas veces, no facilita la llegada del inversor. “Viene de la pandemia cuando se endureció el régimen de inversión extranjera. Que se mantenga esto supone que estemos retrocediendo décadas respecto a otros mercados. Nuestro sistema societario, por la seguridad que da, siempre ha sido más lento ”, explica Castelló.
En esta línea, Gutiérrez explica que España sigue teniendo una exhaustiva regulación sectorial. “Garantiza que el sistema funcione y que los procedimientos están por encima de la arbitrariedad en las transacciones pero respetando esto, tenemos que conseguir que el inversor se sienta cómodo”.
Hemos visto el poder transformador de la sociedad a través de la norma. Por ejemplo, con el tabaco y los accidentes de tráfico”
Los clientes tienen que estar muy seguros del flujo económico. La renegociación de los precios está siendo una constante”