Los ‘influencers’ iraníes avivan la revuelta
Cuando el músico iraní Shervin Hajipour cantó sobre el deseo de los jóvenes iraníes de tener “una vida normal” y “de libertad”, no tenía ni idea de que sus palabras se convertirían en un manifiesto para los manifestantes contra el régimen. Sin embargo, el uso que el músico de 25 años hizo de las redes sociales para poner de relieve las protestas iraníes por la muerte de una joven detenida por la policía de la moral se convirtió rápidamente en viral.
El vídeo en su página de Instagram fue visto más de 40 millones de veces en dos días y le valió una semana de detención en una prisión iraní antes de ser liberado bajo fianza. Se consideró que el artista expresaba las preocupaciones de una generación más joven, que quiere un estilo de vida moderno y no se identifica con la teocracia gobernante. “En ausencia de partidos políticos asentados, este joven anunció lo que quieren los jóvenes manifestantes”, explica el sociólogo Hamid-Reza Jalaeipour. En las últimas tres décadas se han producido cambios en la sociedad iraní, aunque lentos, señala, pero ahora hay una “revolución social en ciernes”.
Peticiones
Las protestas por la muerte de Mahsa Amini se han ampliado para incluir peticiones de un Gobierno laico y democrático. Los disturbios se han visto amplificados por las redes sociales y, en algunos casos, por celebridades con un gran número de seguidores en Internet. Las protestas continuaron durante el fin de semana, y el sábado se produjo uno de los mayores episodios de disturbios cuando los manifestantes entraron por primera vez en el Gran Bazar de Teherán e instaron a los comerciantes a cerrar sus negocios. Mientras tanto, activistas contrarios al régimen hackearon una emisión en directo de la televisión estatal para mostrar una imagen del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, rodeado de llamas y relacionándolo con la muerte de Amini.
Los dirigentes iraníes culpan a los gobiernos extranjeros de avivar las protestas. Las celebridades han alentado las protestas callejeras, denuncia el jefe del poder judicial iraní, Gholam-Hossein MohseniEjei, afirmando que “los que se han hecho famosos con el apoyo de este sistema ahora se hacen eco de la voz del enemigo”.
Ante la viralización de los vídeos de jóvenes enzarzados con la policía antidisturbios, los dirigentes iraníes han limitado el acceso a Instagram y WhatsApp.
Hediyeh Tehrany, una destacada actriz, asegura en su cuenta de Instagram que ha recibido “la advertencia” de los funcionarios de seguridad de que debe tener cuidado con lo que publica a sus 967.000 seguidores.
La gente que está harta no necesita que ella “les llame [a protestar]”, afirma, y advierte a las fuerzas de seguridad que “vosotros sois los anfitriones de esta fiesta sangrienta”, mientras que “mi única forma de comunicarme con la gente es la calle”, donde se producen las protestas.
Mehdi Mahdavikia, una exestrella del fútbol que este mes dimitió como entrenador de la selección nacional de fútbol sub-23 de Irán, ha culpado a las autoridades de enviar a sus propios hijos al extranjero para que disfruten de un “bienestar absoluto” y de esperar que la gente “coma pan duro” mientras maltratan a mujeres como Amini.
Críticas
La semana pasada, criticó a las fuerzas de seguridad por atacar la prestigiosa Universidad Sharif de Teherán y detener a sus estudiantes. Durante décadas han hecho que “la élite intelectual y los capitales humanos nacionales huyan del país reprimiendo y golpeando a los estudiantes”, denunció. “Los cargos importantes están ocupados por analfabetos y por eso el país está en un estado de confusión”. La misteriosa desaparición y muerte en las últimas semanas de Nika Shakarami, una manifestante de 17 años que según las autoridades se cayó de un edificio, también ha despertado la ira. Mahtab Keramati, actriz y embajadora de buena voluntad de Unnicef Irán, compartió fotos de nueve adolescentes muertos, heridos o detenidos durante las protestas, incluida Shakarami. El viernes retiró su publicación, lo que alimentó las sospechas de que lo hizo bajo la presión de las fuerzas de seguridad.
Ali Karimi, una exestrella del fútbol con 13,3 millones de seguidores en Instagram que ha abandonado recientemente Irán, está animando activamente a la gente a exigir sus derechos. “¡Mi querida Nika! Todos los iraníes se avergüenzan de la forma en que fuiste asesinada. Descansa en paz, hija mía”, decía uno de sus post el jueves. Mehran Modiri, popular autor de sátiras sociales y presentador de programas de entrevistas, ha dejado de emitir su programa de entrevistas Get Together tras la muerte de Amini.
Las redes sociales y las celebridades con muchos seguidores han amplificado los disturbios
Acciones
Las acciones de los famosos han sido muy criticadas en los medios de comunicación estatales y a algunos se les ha prohibido salir del país. El periódico Javan, afiliado a la Guardia Revolucionaria, afirma que las celebridades, desde los futbolistas hasta las estrellas de cine, no están dispuestas a “pagar el precio de su silencio” por miedo a perder popularidad “ni están dispuestas a acompañar” a los manifestantes por temor a perder sus empleos.
El líder supremo ha declarado que las palabras de “unas pocas figuras del deporte y el arte” que se pusieron del lado de los manifestantes “no merecen” ninguna atención y “no son significativas”. Para muchos, las protestas ponen de manifiesto el abismo existente entre los iraníes de a pie y el régimen. Gholam-Ali Haddad Adel, expresidente del Parlamento, advirtió en una reunión con sus colegas profesores de la Universidad de Teherán que la sociedad “se está polarizando rápidamente” entre las fuerzas a favor y en contra del régimen.
Ali Tayebnia, exministro de Economía, señala que los jóvenes “no ven un futuro brillante y no tienen nada que perder”. Quieren “conducir buenos coches, vestir bien, tener buenos trabajos y tener bienestar”, declara Fatemeh Rakei, una política reformista, al diario Etemad.
Los dirigentes iraníes han limitado el acceso a Instagram y WhatsApp
Las acciones de los famosos han sido muy criticadas en los medios de comunicación