Vodafone traspasa el 50% de sus torres a KKR, GIP y PIF
Vodafone anunció ayer un acuerdo para vender hasta el 50% de Vantage, su negocio de torres de telefonía móvil, valorado en 14.800 millones de euros, a un consorcio que incluye las firmas de capital riesgo KKR y Global Infrastructure Partners (GIP) así como al Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí. Vodafone ingresará entre un mínimo de 3.200 millones de euros y hasta un máximo de 7.100 millones.
La teleco transferirá su participación del 82% en Vantage Towers, que opera decenas de miles de torres móviles en diez países europeos, incluida España, a una nueva entidad que controlará conjuntamente con los inversores privados.
Vodafone y sus socios controlarán Vantage al 50% y la excluirán de Bolsa para invertir más
Opa de exclusión
La nueva entidad, Oak BidCo, lanzará entonces una opa sobre el 18% de las acciones de Vantage que no controla. Ofrecerá 32 euros por acción, unos 3 euros más que el precio de cierre del martes antes de que se anunciara la operación y un precio que supone una prima del 19% sobre el valor medio ponderado por volumen de tres meses.
El acuerdo dará a los grupos de capital riesgo y al fondo saudí exposición a uno de los negocios de torres de telefonía móvil más grandes de Europa, una pieza fundamental de la infraestructura de comunicaciones, al tiempo que liberará efectivo para Vodafone, que ha estado bajo presión de accionistas activistas, para mejorar su rentabilidad.
La transacción está configurada para “generar importantes ganancias en efectivo por adelantado para Vodafone para respaldar nuestra prioridad de desapalancamiento”, señalo el CEO de Vodafone, Nick Read.
“Cumple con los objetivos declarados de Vodafone de
Los fondos están recurriendo a grupos del Golfo Pérsico beneficiados por la subida del petróleo
retener el control conjunto sobre un activo estratégicamente importante y desconsolidar Vantage Towers de nuestro balance”, añadió el directivo.
Los grupos de capital riesgo han estado invirtiendo recursos en acuerdos de compra de infraestructura de telecos en los últimos años y han podido acceder más fácilmente a la deuda para este tipo de transacciones más que para otras adquisiciones apalancadas, a medida que los mercados financieros se endurecen por la ralentización de la economía mundial. El acuerdo pone de manifiesto, también, cómo los grupos de capital riesgo están recurriendo cada vez más a los inversores del Golfo Pérsico, que se han beneficiado de los altos precios del petróleo y el gas, por la guerra de Ucrania.