Los proveedores de Apple se resienten
La volatilidad de las acciones de los proveedores de Apple se dispara. Primero fue el fabricante taiwanés del iPhone Foxconn. Ahora es Goertek, el fabricante chino de los AirPods. Las acciones del grupo cayeron el límite diario del 10% después de que la compañía anunciara que había suspendido la producción de un producto de audio de un cliente “extranjero importante”.
El golpe para las ventas sería inferior al 10% del total del año pasado. La severa reacción del mercado pone de manifiesto la fragilidad de un modelo de negocio muy dependiente de un puñado de grandes clientes.
Goertek, que es una de las mayores empresas de componentes acústicos de China, no nombró al cliente ni el producto implicado. Advirtió de que la suspensión podría costar hasta 3.300 millones de yuanes (454 millones de euros) de ingresos este año.
El mismo día, las acciones de su rival local AAC Technologies subieron un 15% en Hong Kong, elevando las ganancias al 40% en el último mes. Las acciones de otra empresa rival, Luxshare Precision Industry, suben un 15%, lo que ha llevado a especular con que Apple podría haber cambiado los pedidos de airPods a estos dos grandes proveedores.
El panorama general para Apple y sus proveedores es sombrío. La demanda mundial de smartphones y productos electrónicos se está debilitando este año. Los confinamientos de la principal planta de producción de iPhone en China han provocado dolorosos trastornos. Los costes operativos están aumentando.
Esto hace tambalearse los cimientos del modelo de negocio de los ensambladores y fabricantes subcontratados chinos, que operan con márgenes muy pequeños. En el caso de Goertek, estos han pasado de más del 16% a sólo el 4,6% en el año hasta septiembre.
Apostar por las acciones de los proveedores de Apple ha dado buenos resultados en la última década. Los riesgos son ahora a la baja.
FTX pasa de depredador a presa
Sam Bankman-Fried debería haberlo sabido mejor que nadie. El Millennial conocido como SBF se había convertido en el rostro del complejo criptoindustrial. Antes depredador, el martes se convirtió en la presa. Binance, la firma de Changpeng CZ Zhao, anunció que podría adquirir FTX, la plataforma de SBF.
El apoyo de celebridades a FTX le daban una imagen de seguridad y respetabilidad. Pero a los propietarios de cuentas que intentaron recuperar sus criptoactivos se les impidió hacerlo.
FTX es un mercado o plataforma donde los reintegros no deberían resultar un problema. El hecho de que se parasen sugiere que los activos de las cuentas estaban apalancados de algún modo.
Unos días antes, Zhao había anunciado que se desharía de FTT, la moneda propia de FTX, que podría haber representado una gran parte del balance de Alameda, el vehículo de inversión cripto independiente de SBF. Si FTX es simplemente un mercado, no debería verse abrumado por la volatilidad en los precios de las criptodivisas.
Sin una regulación como empresas de servicios financieros, los inversores deberían tener presente que pueden perder sus activos si se los confían a una plataforma cripto.
La volatilidad de los precios sólo es el riesgo más visible al que se exponen.