EEUU, trampolín de Repsol en renovables
Primero, Repsol le fue poniendo números a sus proyectos de energías limpias: casi 4.000 megavatios de capacidad total, 6.000 megavatios de objetivo de renovables para 2025 y una meta para 2030 situada en los 20.000 megavatios. Luego le fue sumando nombres: alianzas con Crédit Agricole Assurances y EIP como socios en su filial verde; acuerdos con Pontegadea (Amancio Ortega) y el fondo Trig para determinados proyectos; y otra alianza con Ørsted para analizar proyectos de eólica marina. Ahora, Repsol apunta a un lugar en el mapamundi: Estados Unidos. La compañía quiere hacer de este país su trampolín definitivo para convertirse en una de las petroleras que más rápido, y con más convicción, están haciendo el tránsito hacia la multienergía y la descarbonización. Repsol lleva presente en Estados Unidos desde hace más de dos décadas. Ha sido un mercado clave en su desarrollo internacional. Allí cuenta con activos de upstream de gran rentabilidad en estos momentos, en los que EEUU se ha convertido en un exportador neto de gas hacia Europa y otras partes del mundo. Pero ahora, el país tiene una nueva perspectiva para Repsol. La primera petrolera española entró en 2021 en el capital de Hecate Energy, haciendo su primera incursión en el mercado de renovables en este país. Hecate es un desarrollador de proyectos. Para Repsol, han sido meses de aprendizaje dentro de una estrategia prudente de inversiones. Esa prudencia va a seguir, pero con un esfuerzo adicional. Si finalmente salen adelante, como parece, los dos grandes proyectos que Repsol está diseñando para crear dos gigantescas plantas fotovoltaicas en Texas, la petrolera definitivamente se convertirá en uno de los grandes jugadores de renovables en ese mercado, junto a otros grupos españoles como Iberdrola y Acciona. El momento es ahora, porque la Administración de Joe Biden ha abierto las puertas a las empresas de renovables con ambiciosos proyectos de inversión y beneficios fiscales.