De Atento a Wallbox, el año aciago de las cotizadas españolas en el ‘exilio’
Los avatares accionariales y del negocio, así como la búsqueda de mercados con más liquidez, hacen que varias compañías españolas de tamaño significativo coticen en bolsas extranjeras, tanto en Europa como en América.
Atento, Atlántica Sustainable Infrastructure, Ferroglobe, Wallbox y Codere tienen sus acciones cotizadas en Nueva York (en el NYSE o el Nasdaq), mientras que Befesa intercambia sus títulos en Fráncfort, Allfunds en Ámsterdam y GENinCode en Londres.
La presencia en estos parqués, de mayor tamaño que la Bolsa de Madrid y con un pool
más variado de inversores, no ha evitado que la diáspora española sufra en 2022 un fuerte castigo bursátil, peor en muchos casos que el conjunto del mercado.
Atento, la antigua filial de call centers de Telefónica,
acumula un desplome bursátil este año de casi el 82%, dejando su valor bursátil en 80 millones de dólares. En las últimas semanas, la firma –que en 2020 pasó de Bain Capital
a manos de sus acreedores– se ha recuperado algo tras recibir una oferta de adquisición (opa) por MCI Capital,
grupo del sector de atención al cliente que aspira a una fusión con la empresa española.
Wallbox y Codere Online, compañías que saltaron al parqué estadounidense gracias a sendas fusiones con compañías especiales con propósito de adquisición (Spac), sufren caídas del 65% y el 61%, respectivamente.
Los inversores no están teniendo piedad con las Spac –sociedades que salen a Bolsa sin activos y luego se integran con una empresa, normalmente tecnológica–, ya que las subidas de tipos hacen menos atractivos unos negocios que suelen tener perspectivas de crecimiento de beneficios a muy largo plazo.
Otra compañía española en Estados Unidos, Atlántica, ha resistido mejor el mal año del mercado gracias a su presencia en el sector de moda de las renovables, al perder un 20%, situando su capitalización en 3.190 millones de dólares. Esta antigua filial de Abengoa, que salió al parqué neoyorquino en 2014, tiene ahora como principal accionista al fondo Algonquin, que ha ido incrementando su posición y ahora controla un 48,9%.
Otro antiguo negocio de Abengoa, la compañía dedicada al reciclaje de residuos industriales Befesa, debutó en la Bolsa de Fráncfort en 2017. Triton Partners, que compró la compañía en 2013 por mil millones de euros, optó por ese mercado para la OPV por la fuerte actividad de la compañía en Alemania.
Este año, la cotización de la empresa industrial ha bajado un 37% por la caída del precio de los metales y la subida de costes energéticos, dejando su valor bursátil en 1.740 millones. El precio de la acción (42 euros) sigue por encima de los 28 euros de su OPV.
Otro grupo industrial, Ferroglobe, corrige un 28% este año en el Nasdaq. El grupo salió a cotizar por la fusión en 2015 de Ferroatlántica (del grupo Villar Mir) con la empresa canadiense Globe Specialty Metals, que ya estaba presente en Wall Street.
Los accionistas de la plataforma española de distribución de fondos Allfunds eligieron Ámsterdam para su OPV en 2021 al existir en esta plaza una mayor tradición de inversores en el área de la gestión de activos. Tras un buen debut, este año ha perdido casi un 60% de su valor, que se sitúa ahora en cerca de 4.500 millones de euros.
En el mercado secundario
de Londres (Alternative Investment Market) hay algunas firmas españolas de pequeño tamaño, como la farmacéutica GENinCode, que hizo una OPV en 2021; y Mirada TV. Ambas han perdido más del 60% este ejercicio.
Otro grupo en la City es Atalaya Mining, que aunque no tiene origen español, sus activos mineros están en este mercado. Tampoco ha ido bien este ejercicio, al perder un 26%.
Tres factores suelen estar detrás de la decisión de colocaciones de empresas españolas en bolsas internacionales. Algunos inversores financieros se ven más cómodos ejecutando OPV en otras plazas (casos de Bain Capital con Atento, Triton con Befesa o Hellman & Friedman con Allfunds).
Otra razón es la integración con firmas ya cotizadas en el exterior (Wallbox, Codere y Ferroglobe). Y la tercera es la búsqueda de mercados con inversores especializados en determinados sectores o estrategias (Atlántica y GENinCode).
En todo caso, parece claro que cotizar fuera no aisla de las turbulencias.
Los precios de las empresas españolas en otros parqués han bajado entre un 20% y un 80%