La posible vuelta de Macri amenaza con dividir a la oposición argentina
Macri estudia presentar su candidatura para los comicios presidenciales del año que viene. Los peronistas aún no tienen candidato. Fernández de Kirchner podría optar al Senado.
Cuando apenas falta un año para las elecciones presidenciales en Argentina, con la economía inmersa en el caos, dos fieros rivales políticos, el expresidente Mauricio Macri y la también expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se plantean la posibilidad de presentarse a los comicios.
Fernández de Kirchner es una veterana de la izquierda peronista que fue recibida el 17 de noviembre en La Plata por una multitud que coreaba “Cristina presidenta”. Ella respondió: “Cada cosa a su tiempo”. Esa misma noche, otra multitud saludaba a Macri durante una recepción que celebró en su honor el legendario club de fútbol bonaerense Boca Juniors; Macri gestionó el club durante trece años.
El expresidente fue preguntado por los periodistas hace unos días en relación a la posibilidad de que se presente a las elecciones de 2023. El replicó: “por cada persona que me pide que vuelva a dirigir el Boca hay cuatro que me instan a volver ser candidato a la presidencia”. Como parte de su papel como presidente de la Fundación de la FIFA, Macri fue testigo del fracaso de la selección de Argentina frente a Arabia Saudí en su partido de debut en el Mundial de Qatar. Los políticos argentinos rara vez acuden a los partidos de la selección, por lo que algunos seguidores han culpado a Macri de traer mala suerte a la albiceleste.
Si los dos pesos pesados de la política argentina saltan al cuadrilátero el año que viene, el electorado se polarizará y los candidatos más moderados quedarán eclipsados, según creen los analistas. “Existe una alta probabilidad de que Macri decida presentarse a las elecciones”, asegura Sergio Berensztein, un consultor político. “Trabaja para mantener sus aspiraciones en 2023”, añade.
Por ahora, Macri mantiene un perfil bajo. “No estoy en ninguna lista, este no es tiempo de nominaciones “, explicó a el multimillonario conservador. Por el contrario, “este es un momento para profundizar el debate en el campo de las ideas”.
Macri, de 63 años, trató de introducir una agenda favorable a los negocios, atractiva para el capital extranjero, e intento también estabilizar la economía. Sin embargo, fue muy criticado por haber sido demasiado lento a la hora de recortar el gasto y equilibrar las cuentas públicas. Cuando la confianza del mercado en su Administración colapsó en 2018 se vio obligado a pedir al FMI un rescate de 57.000 millones de dólares; el año siguiente perdió las elecciones frente a los peronistas.
La‘hoja de ruta’de Macri
En un nuevo libro titulado Para Qué, Macri alude a las elecciones de 2023: “El populismo no es una opción”, escribe. El expresidente describe el libro como “una llamada de atención” y una “hoja de ruta” para los que forman parte de su coalición política Juntos por el Cambio. “Teniendo en cuenta la posibilidad de que el año que viene nuestra coalición podría volver al poder este libro es una síntesis de mi experiencia”, añade. Fernández de Kirchner y Macri cuentan con un grupo de seguidores comprometidos. Pero las encuestas muestran que ambos provocan también un fuerte rechazo.
Hay mucha tensión en relación a quién dirigirá la oposición en 2023, explica Juan Germano, de la consultora electoral Isonomía. La oposición se encuentra dividida, según las encuestas, entre Macri, el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y otra política conservadora, Patricia Bullrich, que sirvió como ministra de Interior en el Gobierno de Macri entre 2015 y 2019.
“Hace un año Larreta estaba bien posicionado para convertirse en el candidato de la oposición”, apunta Germano. Sin embargo, a pesar de su alabada gestión de la alcaldía bonaerense, los críticos señalan que le falta carisma y que le cuesta conectar con la gente de la calle. Bullrich, por su parte, apuesta por combatir el crimen con más fuerza y defender la propiedad privada y parece atraer a los votantes de fuera del área metropolitana.
Las encuestas predicen que si la oposición se une en torno a un candidato creíble debería ganar las elecciones del año que viene habida cuenta de la pobre gestión económica que ha llevado a cabo el actual presidente del país, el peronista Alberto Fernández. Su Gobierno ha suscitado el enfado de mucha gente, a causa principalmente de la galopante inflación que ha llegado casi al 100% y ha provocado que muchos argentinos emigren.
La oposición cuenta con una ventaja de entre doce y catorce puntos sobre el peronismo en las encuestas actuales. Las primarias se celebrarán en agosto de 2023, para elegir a los candidatos que competirán en los comicios del 29 de octubre. Varios presidentes de la región han perdido el poder a causa del descontento de los electores en las múltiples elecciones que se han celebrado en América Latina durante los últimos meses. El más reciente, el brasileño Jair Bolsonaro. Ignacio Labaqui, analista sénior de Medley Global Advisors, explica que la aparente debilidad del Gobierno otorga a la oposición la confianza de que “triunfarán de cualquier manera”, algo que considera “muy peligroso”.
En el ala peronista, Alberto Fernández podría volver a presentarse en 2023, pero su baja tasa de aprobación es un factor en contra. Al mismo tiempo, la figura política más reconocible de Argentina, Fernández de Kirchner, es una de las pocas candidatas peronistas con visibilidad. Sin embargo, dado que afronta múltiples procesos judiciales por corrupción los analistas creen que podría presentarse como candidata no para la presidencia, sino para el Senado; ese escaño sería fácil de conseguir y quedaría protegida ante la Justicia.
El principal problema para los peronistas es que la expresidenta, de 69 años, tiene algunos puntos en contra: “La gente puede ver que es mayor, que está desconectada de la sociedad y que tiene problemas judiciales”, asegura la analista política Adriana Amado.
La insatisfacción de los votantes con la inflación, los sueldos estancados y años de turbulencias económicas ha debilitado el respaldo hacia los partidos tradicionales y han surgido candidaturas más radicales. En las encuestas está subiendo como la espuma Javier Milei, un congresista libertario. Su plataforma reclama la dolarización total de la economía, terminar con la intervención del Estado, eliminar el banco central y abolir el “sistema de castas” de la política argentina.
La gestión de Macri quedó lastrada por los 57.000 millones de dólares que tuvo que pedir al FMI
Cristina Fernández tiene problemas judiciales y está desconectada de la gente de la calle