¿Cuánto debe pagar por el ‘cashmere’?
EL PRECIO DE UN JERSEY DE ‘CASHMERE’ PUEDE ALCANZAR MENOS DE 100 EUROS, PERO TAMBIÉN VARIOS MILES. ¿MERECE LA PENA PAGAR PRECIOS TAN ELEVADOS? HAY QUE DESCONFIAR DE LAS PRENDAS QUE PESEN POCO, RESULTEN DEMASIADO SEDOSAS O DE LAS QUE TARDAN EN RECUPERAR LA
En Net-a-Porter, un jersey de cashmere de Loro Piana cuesta 3.440 libras (4.000 euros). En cambio, Uniqlo tiene a la venta un jersey del mismo material en 15 tonalidades diferentes por un precio ligeramente superior a los 100 euros. Si ambos se venden como 100% cashmere, ¿qué hace que un jersey cueste 30 veces más que el otro?
“No son productos iguales”, asegura Simon Cotton, el consejero delegado de la empresa textil escocesa Macnaughton Group Limited y ex consejero delegado del proveedor de artículos de punto Johnstons of Elgin. “Pero en realidad no son tan diferentes”, añade.
La elaboración de un jersey de pelo de cabra de cashmere de China o Mongolia que luego es fabricado en Europa siempre va a costar más que uno cuyas fibras procedan de Pakistán o Irán y esté tejido y fabricado en China, explican los especialistas en artículos de punto. Aunque algunas de esas marcas toman atajos, sobre todo en el acabado o el diseño, que hace que estos productos no sean mucho mejores que los que se pueden comprar en cualquier tienda.
En otras palabras, pagar un precio elevado por un jersey no garantiza que sea bueno. La propia experiencia de cualquier cliente comprando prendas de cashmere y lana lo confirma: las mejores prendas, es decir, las más calientes y que mejor aguantan el paso del tiempo no son necesariamente aquellas por las que se paga un precio superior.
¿Cómo encontrar, entonces, un jersey bueno y duradero, y saber que se está pagando un precio justo?
Aprender a comprar
En primer lugar, no espere encontrar un jersey que le dure para siempre en una tienda normal. Aunque sin duda puede encontrar buenos precios, ya que las grandes marcas poseen economías de escala de las que carecen las marcas más pequeñas, no hallará la mejor calidad. El cashmere más barato suele tener fibras más cortas, de 30 micras o menos, por lo que es más probable que se deshilache constantemente.
“Es la diferencia entre llevarlo dos veces, y que tenga un aspecto horrible, y poder llevarlo para siempre”, explica Buffy Reid, fundadora de la marca británica de artículos de punto &Daughter, que obtiene todo su hilo de Reino Unido e Irlanda, con fibras de cashmere con longitudes de 38 micras o más. Sus prendas tienen precios superiores a los 400 euros.
En el caso del cashmere barato, también se toman a menudo atajos durante los procesos de cardado, lavado y blanqueado. Lo que significa que las fibras más oscuras y de menor calidad podrían mezclarse y luego blanquearse, dañando el hilo. O hilarse el tejido con una tensión menor y que pierda rápidamente su forma.
Para los que no nos ganamos la vida con las prendas de punto, encontrar un equilibrio que ofrezca una buena relación calidad-precio no es fácil. Los profesionales que aseguran que pueden diferenciar la lana y el cashmere buenos afirman que la marca escocesa Barrie es “la mejor”.
The Row es otro de los nombres que aparecen repetidamente, aunque los diseñadores y fabricantes se maravillan de lo que consideran un enorme margen de beneficio para un diseño tan sencillo.
Un kilo de hilo de cashmere escocés o italiano de alta calidad, suficiente para hacer dos o tres jerséis básicos de cuello redondo, según el número de hilos, cuesta unos 200 euros. Según Catherine Morrissey, presidenta de la empresa White+Warren, cualquier suma que supere los 600 euros por un jersey es simplemente un sobreprecio.
Los diseñadores señalan que hay que tener en cuenta elementos de diseño como los adornos, los paneles o si el tejido es a mano o no, ya que algunas prendas pueden requerir un considerable trabajo de diseño y producción, lo que justificaría su alto precio.
Trucos para no fallar
Uno de los trucos al compre prendas de punto es sostenerlas para comprobar su peso. A no ser que se trate de una prenda ultrafina, un jersey debe tener un buen peso –cuanto más pese, más hilo se habrá utilizado– y debe estar bien acabado en cuellos, puños y sisas (compruebe también que no haya hilos sueltos ni costuras inacabadas).
Otro truco es evitar las prendas de punto que resulten sedosas o demasiado blandas, ya que es signo de que las fibras han sido mezcladas con acrílico o han sido blanqueadas o cosidas con demasiada holgura.
Un jersey resistente y con buena tensión recuperará inmediatamente su forma. Hay que desconfiar de las prendas de punto que parezcan demasiado mullidas o ligeras: pueden ser bonitas y cómodas de llevar, pero también perder rápidamente su forma.
Por regla general, las marcas verticalmente integradas, es decir, que venden a través de sus propias tiendas y no de grandes almacenes o una boutique, tienden a ofrecer un mejor valor porque no tienen el mismo margen comercial.
¿Busca la opción más sostenible? Compruebe en las etiquetas del producto si hay certificaciones como el Estándar de Cashmere Bueno (para el cashmere) y el Responsible Wool Standard (para la lana). Opte también por jerséis con contenido parcialmente reciclado, ya que el 100% reciclado probablemente se desgaste rápidamente. Si se mezcla con lana más resistente, debería aguantar más.
De hecho, si realmente le preocupa la sostenibilidad –y quiere un jersey que dure– es mejor evitar el cashmere y elegir un material más resistente como el algodón orgánico o la lana de cordero. El cashmere
es costoso porque es escaso: elaborado con los pelos más largos y suaves de la parte baja del vientre de una cabra, se necesitan de siete a ocho cabras al año para producir suficiente material para hacer un jersey, mientras que las ovejas merinas pueden producir suficiente fibra para fabricar entre cinco y seis.
En los informes ambientales de Kering, las fibras animales –la lana y el cashmere
representan la mayor parte– tienen la mayor huella ambiental de todos los materiales utilizados por el grupo después del cuero. Eso no se debe solo a que se necesiten tantas cabras para producir un solo jersey, sino también a que la dramática aglomeración de cabras en China y Mongolia ha provocado la desertificación de grandes franjas en antiguas tierras de pastoreo.
Otra idea sería aprender qué sensación transmiten el cashmere y la lana “buenos” para luego comprarlos de segunda mano.
El número de fibras usadas marca la diferencia entre un jersey para siempre o para dos puestas
Un kilo de hilo de ‘cashmere’ escocés da para fabricar unos tres jerséis y cuesta cerca de 200 euros