La cara desconocida del ‘maestro de la luz’
NUEVO MUSEO El Palau Martorell muestra al Sorolla más íntimo.
El valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923) marcó un antes y un después en la historia del arte. No sólo fue el principal impulsor en España del luminismo, una corriente tardía del impresionismo que prestaba especial atención al tratamiento de la luz, especialmente en su temática favorita, el mar. El artista captó la espuma de las olas, las transparencias y los reflejos del agua en contacto con la piel de los nadadores. Su mirada no sólo se alineó con las tendencias más contemporáneas del momento, sino que sus obras de gran formato pasaron a formar parte del imaginario colectivo.
Sin embargo, su legado va mucho más allá. Sorolla también pintó óleos sobre cartones o tablillas de muy pequeño formato, que él mismo denominaba “apuntes”, “manchas” o “notas de color”.
Era un método de trabajo muy habitual en el siglo XIX que permitía a los artistas retener con rapidez “ideas o impresiones de cosas vistas”, según expuso ayer el director del Museo Sorolla, Enrique Varela, durante la presentación de la exposición Sorolla. Cazando impresiones.
Sin embargo, para Sorolla, estos “apuntes” eran algo más que un simple boceto. Prueba de ello es que los conservó a lo largo de su vida. Primero exponía en su estudio, colgándolos con alfileres en las paredes. Luego, decidió enmarcarlos e incluirlos en sus exposiciones. Además, estas “notas de color” reflejan cómo el artista fue transformando su pincelada a lo largo de su vida. Así, los trazos academicistas y precisos de sus años de juventud dieron paso, en su madurez, a otros vibrantes y libres, que le permitieron que adquiriese el sobrenombre de maestro de la luz.
En total, la exposición, que podrá visitarse hasta el 5 de marzo, reúne un total de 193 miniaturas de las alrededor de 2.000 que se estima que pintó. La comisaria de la exposición es Blanca Pons-Sorolla, que también es la biznieta del pintor.
La muestra supone, también, la puesta en marcha de un nuevo espacio expositivo cien por cien privado