Las medidas anti-Covid redujeron un 38% la desigualdad
La respuesta pública desplegada en 2020 ante la crisis sanitaria, económica y social que supuso la irrupción de la pandemia de Covid disparó el efecto redistributivo del sistema, a través de ayudas, servicios y medidas fiscales, permitiendo reducir en un 38% la desigualdad de renta entre los hogares españoles. Así lo concluye el séptimo Informe del Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles, publicado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
El informe detalla que durante el primer año de pandemia la renta de mercado de los hogares españoles sufrió una reducción media del 8,5% (5 puntos de los cuáles achacables a la caída de los beneficios societarios). El impacto, en todo caso, quedó amortiguado por un incremento del 13% en las prestaciones monetarias (principalmente el paro, pero también ayudas directas o pensiones), que permitió moderar la caída de la renta bruta al 4%.
Por su parte, las prestaciones en especie se incrementaron de media en un 8%, con avances del 11% en sanidad y del 4% en educación, lo que permitió que la renta disponible extendida (suma de la disponible más las prestaciones) apenas cediese un 2%.
Como resultado, expone Fedea, “el efecto redistributivo alcanzado por el sistema fiscal en 2020 es el más elevado de los últimos cuatro años”, para los que existen registros comparables, rebajando la desigualdad.
El estudio detalla que de esos 38 puntos de menor disparidad de renta entre las familias (frente a los 33,5% de 2019), el 70% se lograron por las prestaciones monetarias públicas, el 21,5% por las prestaciones en especie y un 8,5% por vía de los impuestos.
Foco en las rentas bajas
El informe elaborado por los investigadores de Fedea aborda, finalmente, el impacto del escudo social desplegado entre los diferentes tramos de renta para concluir que el paquete benefició especialmente a aquellos hogares con menos ingresos.
“El análisis conjunto de los impuestos y prestaciones muestra que los hogares pertenecientes a los cuatro primeros quintiles de renta”, es decir, el 80% de las familias residentes con menor renta bruta, “son beneficiarios netos de la intervención pública en 2020, ya que perciben un subsidio efectivo neto (es decir, una diferencia positiva entre prestaciones e impuestos) que es decreciente con la renta bruta: del 96,6% de la renta bruta para el primer quintil, al 0,4% para el cuarto”, concluye el documento, apuntando a que las aportaciones netas las concentra el 20% de mayores contribuyentes del país.
Los autores del documento acaban dilucidando que “aunque la desigualdad de la renta de mercado es menor en 2019 que en 2020, como el efecto redistributivo del conjunto de prestaciones monetarias en el último año es más elevado, la desigualdad en la distribución de la renta bruta es más reducida en 2020”.
La pandemia arrebató a las familias un 8,5% de su renta en el año de su irrupción
El escudo social desplegado disparó el efecto redistributivo del sistema