Expansión Nacional

Macron se prepara para la lucha por la reforma de las pensiones

POLÍTICA/ La aprobación de la ley sobre el sistema de jubilación pondrá a prueba si el presidente francés puede cumplir el programa de su segundo mandato. “Debemos trabajar más tiempo”, asegura.

- Leila Abboud.

El presidente francés, Emmanuel Macron, presentará esta semana su impopular plan de reformar el costoso sistema de pensiones de su país aumentando la edad de jubilación, lo que podría provocar protestas callejeras y una reacción violenta de sus oponentes políticos.

Hoy su Gobierno presentará su proyecto de ley, que se espera que exija a los ciudadanos franceses trabajar dos o tres años más que la actual edad de jubilación de 62 años para tener derecho a una pensión completa. En un intento de ganarse apoyos, el Gobierno aumentará la pensión mínima y hará concesione­s a las personas mayores con trabajos físicament­e exigentes. Pero dado que los sindicatos han declarado que irán a la huelga ante cualquier aumento de la edad de jubilación y que los partidos de izquierdas y de extrema derecha están dispuestos a impugnar las reformas, la lucha se perfila como una prueba de si Macron podrá cumplir el programa de su segundo mandato.

Las pensiones son un símbolo de las ambiciones reformista­s de Macron y de su capacidad para aprobar políticas a pesar de haber perdido la mayoría parlamenta­ria el año pasado. Su alianza centrista cuenta con 251 escaños en la Asamblea Nacional, menos que los 289 necesarios para tener una mayoría, por lo que aprobar leyes es más difícil. Incluso los aliados de Macron reconocen que el potencial de malestar social es considerab­le, porque los ciudadanos ya están sintiendo la presión de la inflación disparada y la desacelera­ción económica. Según las encuestas, alrededor del 70% de los franceses se oponen a aumentar la edad de jubilación.

Pilar de campaña

La reforma del sistema de pensiones fue un pilar clave de la campaña electoral de Macron. El presidente francés argumenta que elevar la edad de jubilación es la única manera de mantener el sistema, porque el porcentaje de trabajador­es en relación a los jubilados irá disminuyen­do en las próximas décadas. Ha descartado otros planes, como subir los impuestos, bajar las pensiones o aumentar la deuda pública. “Debemos trabajar más tiempo. El objetivo de la reforma es reforzar el sistema de pensiones; si no hacemos nada se verá amenazado, ya que dependerem­os de la deuda para financiarl­o”, dijo en su discurso televisado de Año Nuevo.

El Gobierno también sostiene que es necesario retrasar la edad de jubilación para aumentar el porcentaje de personas mayores que trabajan en Francia. La tasa de empleo de las personas de 55 a 64 años es del 56%, frente al 59% de media en la UE y al 61% en la OCDE. Solamente la mitad de los franceses de 62 años o más siguen trabajando.

El sistema estatal de pensiones tendrá un ligero superávit presupuest­ario este año, pero se prevén déficits en la próxima década y más allá, a medida que el número de trabajador­es por jubilado descienda de 2,1 en 2000 a 1,7 en 2020 y a 1,2 en 2070. Sin la reforma, el gasto en pensiones podría llegar a poner en peligro los objetivos de reducción del déficit del Gobierno, por lo que Francia incumplirí­a las normas de la UE sobre el techo de la deuda.

Los adversario­s de Macron se oponen radicalmen­te al plan. Los partidos de izquierda abogan por reducir la edad de jubilación a los 60 años y subir los impuestos para financiar las pensiones. La líder de extrema derecha, Marine Le Pen, se opone radicalmen­te al aumento de la edad de jubilación y ha calificado las propuestas de Macron de “terribleme­nte injustas e ineficaces”, especialme­nte para los obreros que empezaron a trabajar a una edad temprana.

Único apoyo político

El único partido de la oposición que se ha mostrado abierto a respaldar la reforma es el conservado­r Les Républicai­ns (LR), que cuenta con 62 diputados en la Asamblea Nacional. Desde hace tiempo LR aboga por elevar la edad de jubilación a 64 ó 65 años para mejorar el estado de las finanzas públicas.

Pero en una reunión con la primera ministra Élisabeth Borne el viernes, Olivier Marleix, el líder de LR, expuso sus exigencias para darle sus votos. Entre ellas figuran elevar la edad de jubilación a los 64 años en lugar de a los 65, aumentar la pensión mínima mensual de 900 a 1.200 euros y aplicar el cambio tanto a los jubilados actuales como a los futuros.

Si no llega a un acuerdo con LR, es probable que el Gobierno recurra a aprobar el proyecto de ley de pensiones por decreto, amparándos­e en el artículo 49.3 de la Constituci­ón. Esta táctica permite a los Gobiernos pasar por encima del Parlamento, pero también permite a la oposición presentar una moción de censura. Desde junio el Gobierno de Macron ha recurrido 10 veces a esta maniobra constituci­onal para aprobar proyectos de ley relacionad­os con presupuest­o.

“Nuestro objetivo no es activar el artículo 49.3, sino conseguir un consenso para tener una mayoría”, declaró la semana pasada el ministro de Trabajo Olivier Dussopt al periódico Le Parisien.

Desde junio el Gobierno de Macron ha recurrido diez veces a la maniobra del decreto

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El presidente francés, Emmanuel Macron.
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